Sabéis que nos van las gastroexperiencias, de todo tipo: desde comer comida casera en la tasca de un pueblo hasta comer un suculento menú degustación en un restaurante de estrecha Michelín, pasando por ventilarnos un burek en un puesto de comida callejera en Eslovenia. Por ello, sin pretender ser tan malos como Chicote ni aspirar a colarnos en el jurado de MasterChef, hoy, desde un punto de vista más personal y maniático que nunca, compartimos con vosotros 11 detalles que nos molestan y pueden llegar a condicionar, incluso estropear, una comida o cena.
Que conste que no queremos utilizar este post como alegato ni arma arrojadiza contra el colectivo de los camareros, ¡ni mucho menos! Es más, somos grandes admiradores de estos sufridos trabajadores del mundo de la hostelería, excelentes profesionales que la mayoría de las veces nos atienden con exquisita profesionalidad, consiguiendo redondear la experiencia gastronómica vivida.
Nuestras manías gastronómicas en la mesa de restaurantes