“La Catedral del fútbol”. Así es como se conoce a San Mamés, el estadio de fútbol del Athletic Club. Fue ya en 2013 cuando el nuevo San Mamés sustituyó, a escasos metros de distancia, a aquel viejo y eufórico estadio coronado por un mítico arco blanco que solo lograba tocar José Ángel Iribar durante sus memorable paradas. Añoranzas aparte, todo el mundo está de acuerdo en que la construcción de San Mamés Barria (“nuevo San Mamés” en euskera) ha supuesto un nuevo golpe de efecto -y ya van muchos- en la acertada regeneración urbana de Bilbao.
Sin embargo, lo más interesante de esta transformación es que el estadio de San Mamés es en la actualidad mucho más que un moderno campo de fútbol. La faraónica obra ha removido a base de bien los cimientos del santo más famoso de Bilbao, y se ha concebido como una magnífica oportunidad para innovar y diversificar negocios, ofreciendo diferentes servicios que van más allá del mero espectáculo deportivo. Entre los secretos y sorpresas varias que alberga el anillo interior del estadio, cabe destacar el guiño realizado a la alta gastronomía con San Mamés Jatetxea, el restaurante del estadio de fútbol del Athletic Club de Bilbao.
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De aperitivo, visita a San Mamés VIP Area
El anillo interior del campo del Athletic Club está dando ya mucho que hablar, en especial por los eventos high-level que allí se organizan y por los negocios que allí se cierran, no sólo en días de partido.
La entrada habitual al restaurante San Mamés Jatetxea se realiza cerca de la puerta 14, por la zona del estadio que asoma a la ría.
Sin embargo, para los privilegiados que realizan una visita guiada por San Mamés, el restaurante forma parte de un espacio conectado, amplio, moderno y exclusivo, en el que se organizan multitud de eventos, casi todos de carácter empresarial.
Por ejemplo, en los días de partido, en un abrir y cerrar de ojos, la alta gastronomía impregna cada rincón de esta hueca geometría elíptica, conformando lo que se conoce como San Mamés VIP Area.
Este área consta de cuatro espacios diferenciados pero conectados por los que una visita VIP a San Mamés podría moverse a su libre albedrío durante el transcurso del partido, incluyendo el calentamiento gourmet y la prórroga gastronómica. ¿Para qué necesitas bajar al césped?
El disfrute, en forma de bocados y pintxos de altísimo nivel, está prácticamente asegurado ya que los chefs que cocinan en cada uno de los espacios de San Mamés VIP Area han sido cuidadosamente seleccionados; tanto como que el requisito para cocinar aquí es tener estrella Michelín. Podría parecer una bilbainada. No lo es.
Comer con vistas al campo del Athletic Club
Por medio de unas escaleras o de un cómodo ascensor, se entra triunfalmente en el recibidor de San Mamés Jatetxea, un restaurante 100% accesible en su totalidad. Un elegante bar de estilo inglés invita a tomarse más de una copa en buena compañía y mejor conversación. Mejor lo dejamos para después de comer.
Seguimos para bingo, rojiblanco. Entramos en una espacio gastronómico diáfano, luminoso y agradable, con la decoración y los detalles cuidados de forma impecable.
Si eres futbolero –no comment si eres supporter zurigorri-, tu mirada, tus pasos te guiarán hacia la enorme cristalera que asoma al cuidado césped de San Mamés. Entre múltiples reflejos, debido a los cristales y a las luces, ¡asómate sin miedo! Vaya comedor y mirador deportivo, ¿no?
Absortos con la exclusividad y momentazo que estamos experimentando, recorremos el restaurante por el pasillo central, dejando mesas a izquierda y a derecha, atendiendo a todos y cada uno de los detalles minimalistas.
Al fondo, topamos con el comedor privado de San Mamés Jatetxea, idealmente para 12-14 personas. Este espacio íntimo y exclusivo, presidido por una mesa que no la levanta ni un bilbaíno con superpoderes, es reservable por el común de los mortales; y lo mejor de todo no son las vistas, que también, sino que su reserva, siempre que esté libre, no tiene a priori coste adicional.
Menú degustación en San Mamés Jatetxea
Es allí donde Antxon Casares, director gastronómico de los espacios A&B de San Mamés y los amigos de Gure Sukalkintza nos han preparado un menú degustación con la participación de los chefs Zuriñe García (Rest. Andra Mari), Josemi Olazabalaga (Rest. Aizian), Juanjo Antón (Rest. Aretxondo), Ion Gómez (San Mamés Jatetxea) y sus aplicados equipos.
Las chicas golpean primero. Y Zuriñe golpea bien fuerte. La vieira marinada con tartar de gambas y gel de hinojo que nos sirven tiene mucho punch. Un bocado muy fino con sabor a mar, de fondo, donde destaca sobremanera la calidad del marisco y donde un logrado tartar y un toque a hinojo, engranan sutilmente un delicioso aperitivo. Para no gustarme las vieiras, bien rico que estaba, bastante mejor que comerse la clásica vieira a la plancha de la que presumen muchos restaurantes. Puro deleite. Nunca mejor dicho, parece que hoy jugamos en otra liga.
En elegante copa de cóctel, seguimos con un gatzatua/gatzato de foie con reducción de patxaran, una creación de Ion Gómez, chef de San Mamés Jatetxea. Con una apariencia realmente tentadora, en el primer bocado, sin atreverte a hundir la cuchara hasta el fondo, te metes un chute de foie de los buenos.
No te cortes, hunde más la cuchara y mezcla el foie con el gel de patxaran que va en la base de la copa. No está anisado, ¡perfecto! La mezcla está deliciosa, aunque para mi gusto, sobra mucho foie y sobra mucha base de patxaran. Este aperitivo se hace largo, con la mitad de cantidad de cada textura hubiera sido más que suficiente. Delicioso pero acaba empalagando incluso a los grandes amantes del foie. Uy, qué foodporn suena esto último. No es para menos visto el plato.
Pasamos a una creación gastronómica del Aretxondo, restaurante donde Laura fue chef por un día hace años en una amena masterclass. Un rico pan de gamba deja entrever dos colas de cigala con crujiente de trigo y jugo de marisco. Sobre una salsa americana, la textura del crujiente envuelve y contrasta en armonía con el delicada, fina y elegante carne de la cigala. Amarás este sencillo pero a la vez divertido guiño, acompañado de bonita presentación, que se le da a este manjar del mar. Como te despistes, te comes hasta las cascaras de las colas de las cigalas ;).
Se estrena en este menú Josemi Olazabalaga del restaurante Aizian, que apuesta por un ‘clásico’, marca de la casa, que no defrauda: tallarines de begi haundi con ali-oli de calabaza y velo de su tinta. Es un plato conocido para nosotros, pero que a su vez, sigue mereciendo todo nuestro reconocimiento, una y otra vez. Es la magia de mezclar el concepto de la pasta con el chipirón, y hacer de algo que en el fondo es sencillo, un pequeño espectáculo gastronómico. En presentación minimalista, juego de texturas y una pasta con sabor a mar que nadie fue capaz de adivinar en aquella mítica cena a ciegas que se hizo en Galdakao.
Tras haber dado buena cuenta de la parte de aperitivos, el pescado no puede faltar a su cita en esta capilla gastronómica embebida dentro de “La Catedral”. Zuriñe opta por un plato a base de lomo de salmonete con berberechos y algas. Otro profundo viaje al mar, con un interesante toque de dos tipos de algas bien distintas, sabores agradables y novedosos para mí. Personalmente, me quedo con la pena de no haber sabido disfrutar y apreciar bien los contrastes que ofrece este plato. La degustación viene condicionado en mi caso por no ser el salmonete un pescado santo de mi devoción; un pescado con mucho sabor sí, pero un pescado especial que me atrevo a decir que no gusta a todo el mundo. Probablemente habría disfrutado mucho más de este plato con otro pescado, incluso con un pescado más simple, menos especial que el salmonete. No soy experto como para adivinar cómo le hubiera quedado a este plato un lomo de merluza fresca o un rodaballo salvaje, sobre todo a nivel de contrastes con los berberechos y algas, pero sin duda, yo lo hubiera disfrutado más. Qué tradicional soy, ¿no? En fin, que cada uno tiene sus manías y/o preferencias en la mesa.
Espacio gastronómico exclusivo
En cuanto a vinos, durante la cena se pone de manifiesto la buena relación y acuerdo entre el Athletic Club y la bodega La Rioja Alta de Haro, un acuerdo entre clásicos, entre grandes entidades. Los grandes y buenos amigos se acaban entendiendo. Se marida la primera parte de la gastroexperiencia, en mi caso hasta llegar a la carne, con albariño Lagar de Cervera, un vino muy afrutado y correcto. Como veis, las botellas van personalizadas con el escudo del Athletic Club de Bilbao.
Cambiamos de copa y ’embestimos’ el siguiente plato de carne con Torre de Oña Reserva, un vino que me hace mucho tilín; es un vino diferente, un Rioja que no parece Rioja, y mira que eso es difícil de conseguir. Al tener que conducir de vuelta a casa, tampoco pude disfrutar en exceso de los vinos, especialmente del tinto :(. He de admitir que quizás me esperaba otro tipo de vinos con este menú,. Personalmente hubiera arriesgado más metiendo algún vino blanco mucho más especial para acompañar estos platos de primer nivel. En una comida o cena normal, es cuestión de echar un vistazo a la carta de vinos y pedir a capricho, seguro que no faltan opciones.
Probado el plato principal de pescado, nos dejamos caer en brazos de la propuesta carnívora de la velada. Josemi arriesga -es un decir- con una propuesta que coquetea con las peculiaridades del mundo de la caza. Nos sirven una pechuga de pichón sangrante, su muslo confitado y foie de sus higados. Es una apuesta controlada, certificada por el punto de finura y elegancia de un ave tierna como el pichón.
Para ser pichón, la carne de la pechuga es generosa, con el borde bien pasadito, y con la parte del centro, poco hecha. Se ha conseguido la definición gráfica perfecta de “sangrante”. Ello permite degustar esta carne en todo su esplendor, con ese toque especial que sólo tienen las aves de este estilo. La pechuga del pichón se convierte en una especie de mini taco de txuleta de ave. La carne es mantequilla pura, un sabor muy fino, de altos vuelos. Para quien no sea muy de ‘pajaritos’, si eres de chupar y aprovechar bien los huesos, la recomendación es disfrutar del muslo, que va confitado y es un bocado delicatessen. Resultado: esqueleto de pichón. Como la patena.
Estas comidas que discurren tranquilas, en agradable compañía y conversación, necesitan de platos que delimiten bien los tiempos en la mesa. Este papel lo cumple a la perfección un postre a base de piña, coco y yogurt, propuesta de San Mamés Jatetxea. Es un postre muy fresco, fácil de comer, que incluso facilita la digestión. En vez del clásico sorbete “de lo que sea”, me gusta esta manera colorida y disimulada de meter fruta en todo este festín. La puesta en escena está muy cuidada por cierto, pétalos inclusive.
Si eres goloso, y si especialmente te va el chocolate puro, la cuajada de cacao y frambuesa con galleta de moscobado que nos traen como segundo postre, puede conducirte directamente al éxtasis. Esta intensa propuesta de Aretxondo te insufla un chute de chocolate de campeonato, liberando millones de endorfinas en cuestión de microsegundos. Es un postre contundente, por y para los muy chocolateros, complicado de terminar si has dado buena cuenta de los platos anteriores. Podría ser el típico postre para compartir.
Una experiencia que va más allá del fútbol y de la gastronomía
Con un rico café bien acompañado de dulce termina una noche con cierto sabor a partido de semifinales de la Europa League, con ‘La Concatedral’ del fútbol y de la gastronomía llena a reventar.
Porque seas del Athletic, del Eibar, o del Racing de Errekatxu, el restaurante San Mamés Jatetxea en Bilbao bien merece una visita de mantel, cuchara, cuchillo y tenedor. Y gintonic u otra copa, para qué engañaros a estas alturas.
Esta gastroexperiencia ha constado de un menú especial para la ocasión donde se han fusionado cuatro formas de entender la cocina distintas. Para poder disfrutar de la verdadera esencia de la ‘concatedral gastronómica’ de San Mamés, visto el sitio, solo nos queda volver a a disfrutar de alguno de sus tres variados menús degustación, que van desde los 50 € a los 85 €.
Desde luego, la gastronomía, el sitio y la puesta en escena, el conjunto de la apuesta, es espectacular. Te gusten más o menos los platos, comer en el restaurante del Athletic, dentro del estadio de San Mamés, es de por sí una experiencia única, exclusiva, ‘top’. Aunque no te guste el fútbol ni seas del Athletic, vete. De verdad.
Valoración @Lonifasiko: 4,5/5
Información práctica:
- Teléfono: +34 946 412 432
- Dirección: Rafael Moreno Pichichi s/n Estadio San Mamés, Puerta 14 – 48013 Bilbao (Bizkaia)
- Email (Psssssst! Di que has leído el post en Lonifasiko.com y que vas de nuestra parte): reservas@sanmamesjatetxea.com
- Cierra domingo noche y lunes. En días de partido en San Mames se cerrará 2 horas antes hasta 1 hora y media después.
- Completa la experiencia y quédate a dormir en Bilbao.
Booking.com
- Precio: Invitación por parte del grupo Gure Sukalkintza.
- Consulta en la web del restaurante la oferta de menús de San Mamés Jatetxea: tienen menú ejecutivo (50 €), menú tradicional (60 €), menú degustación (85 €) e incluso menú infantil infantil (25 €).
- Se aconseja llamar para reservar mesa, especialmente en días de partido, fines de semana, puentes, festivos y época estival en general.
- Gastroexperiencia disfrutada en Febrero del 2017.
- Dispone de servicio de aparcacoches.
- Mapa con la ubicación del restaurante San Mamés Jatetxea
On egin!
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Que envidia !!! por todo, y ademas Athletizale . Haber si llegamos algun dia……………………………….
Si eres del Athletic Patxi, es un sitio en el que quizás merezca la pena darse un capricho, ibas a disfrutar mucho de la experiencia. Te lo dice un tío al que el fútbol ni le va ni le viene, pero ahí está lo chulo del asunto, que la historia y ambientación del sitio, junto a la gastronomía, te hacen volar y vivir una experiencia más allá del fútbol. Cuando vayas, nos cuentas sin falta por favor. Saludos!
Qué pintaza!
La experiencia VIP la conocía y está genial, pero no he tenido el placer de comer aún… Suertudo 😉
La verdad que el espacio es impresionante, cualquier rincón del anillo es precioso y las vistas ni te cuento. Seas futboler@ o no, emociona.
Exacto Noelia. Mira que a mí el Athletic… y el fútbol en general, cada vez me desmotiva más. Pero claro, cuando te cuentan una historia, ves estas instalaciones, y comes en este ambiente… la perspectiva cambia y todo se convierte en una experiencia que va mucho más allá del fútbol. Y ahí reside el encanto de este sitio, además de su gastronomía claro. Gracias y saludos!