Hace algún tiempo, un familiar me pidió consejo sobre dónde comer ‘en plan bien’, para una celebración especial, en pareja, en la zona de Durango. Al parecer, había probado en toda la amplia oferta gastronómica del valle de Arrazola, con el Akebaso a la cabeza, pero no había sitio, valga la redundancia, en ningún sitio. Sin haber estado, le comenté que si no le importaba desplazarse un poco y probar el restaurante Andra Mari de Gadakao, un clásico de Bizkaia, y de la cocina vasca en general. Siempre que haces estas recomendaciones de cierto nivel gastronómico, léase de las no baratas, encima a ciegas, sin haberlas experimentado tú, quieras que no, tienes tu miedillo; ¿Y si no está tan bien cómo decían y no le gusta? ¿Y si le parece demasiado caro?
Bien, no fue así, más bien al contrario, ya que a la vuelta, esta persona volvió encantada, y tras comentarme lo mucho que habían disfrutado y lo bien que les habían tratado, no hizo sino meterme el gusanillo a mí para ir a conocer este clásico de la cocina vizcaína, que atesora desde hace años una estrella Michelín, ahí es nada. Paralelamente a esto, el socialtrip de #GaldakaON no hizo sino alimentar mi foodie paladar hasta límites insospechados. Tal es así, que casualidades de la vida, al de poco, un día me da por abrir un email de ésos que nos ponen los dientes largos con cupones de descuento para ….todo. Touché! Mi próximo gastroobjetivo está ahí, y el menú degustación que allí exponen pinta de miedo, a un precio correcto, cercano a los 40€, no es barato, pero tampoco caro para el sitio que es, que hablamos de una estrellita Michelin señores.