¿Sabías que La Rioja sólo tiene un parque natural? Uno y bastante desconocido, incluso entre la propia población riojana. Se trata del Parque Natural Sierra de Cebollera, un área natural protegida que se extiende por la remota y ancestral comarca de Los Cameros.
Esta abrupta zona de montaña que conecta las tierras del Ebro con la meseta soriana esconde con celo algunos de los enclaves naturales más bonitos y sorprendentes de La Rioja. Para muestra, la ruta de las cascadas de Puente Ra, una ruta de senderismo preciosa, sencilla y muy -pero que muy- refrescante.
El restaurante Alboroque en Haro es la última propuesta en sumarse a la oferta y escena gastronómica de la capital del Rioja. Sólo te daremos un consejo antes de empezar: siéntate en clave de disfrutar. Hoy vas a comer en uno de los mejores restaurantes de Haro.
Lugar estratégico en el Camino de Santiago y parada obligatoria en cualquier ruta por La Rioja Alta, cualquier excusa es buena para realizar un alto -en el camino- en Santo Domingo de La Calzada, una de las localidades más monumentales de La Rioja.
Y cualquier alto en el camino que se precie, más aún en tierras riojanas, hay que acompañarlo de buen beber y de mejor comer. Refranes y profecías aparte, aquí tienes una pista gastronómica de las buenas para decidir dónde comer en Santo Domingo de La Calzada.
Nos vamos de senderismo a los Montes Obarenes, esa sucesión de escarpadas y desconocidas montañas que se extienden desde las Conchas de Haro hasta el desfiladero de Pancorbo y más allá. Y lo hacemos por todo lo alto: con el ascenso y ruta a la Cruz de Motrico, una de las cimas más emblemáticas de este agreste cordal que conecta, más que separa, tierras de Burgos y de La Rioja. De propina, en clave de ruta semi-circular, nos asomamos al mirador “Balcón de La Rioja”, una atalaya que como su nombre deja entrever, bien merece un pequeño desvío.
Seamos sinceros: no hay mucha variedad de restaurantes en Sajazarra, en La Rioja Alta. Esta carencia es algo que extraña mucho a cualquier turista de buen comer que se decide a visitar uno de los pueblos más bonitos de España. Porque después de visitar esta antigua villa amurallada con encanto, ¿a quién no le apetece comer bien al son de una buena brasa de sarmiento? Si es tu caso, sigue leyendo para descubrir dónde comer en Sajazarra, bien y por poco más de dos maravedís.
Casa Toni siempre ha sido la referencia number one entre los restaurantes en San Vicente de la Sonsierra. Desde que yo tengo uso de razón, camino al notable castillo de esta pintoresca localidad riojana, siempre había mirado con envidia y curiosidad ese local en el que entraba y salía ‘gente de bien’. Sin considerarnos entre tal ilustre ‘rebaño’, hace poco decidimos comer en el restaurante Casa Toni. El objetivo no era otro que celebrar una fecha especial, verificar si los reconocimientos gastronómicos que atesora son acertados, y por último, comprobar si la cocina tradicional riojana ha evolucionado. ¿Nos acompañas calle Zumalacárregui arriba en esta difícil pero sabrosa tarea?
Es difícil comer mal en las históricas y fértiles tierras que coquetean entre Araba y La Rioja, a la vera del río Ebro y a los pies de nuestra querida Sierra Cantabria. Por el contrario, también es difícil comer muy bien y pagar la cuenta con sumo gusto, con la sensación de que la gastroexperiencia, un sumatorio simple de cocina, atención y sitio, lo merece. Hoy queremos compartir contigo nuestro último descubrimiento gastronómico en ese trozo de La Rioja que se adentra desafiante en plena Rioja Alavesa. Vamos ya con la experiencia gastronómica vivida en el restaurante La Bodega de Rivas, uno de los dos restaurantes en Rivas de Tereso, una diminuta localidad riojana que rehuye y vive a la sombra de pueblos muy conocidos como Labastida y San Vicente de la Sonsierra.
Solemos bromear diciendo que La Rioja es la única comunidad autónoma de España que tiene dos capitales: Una, la administrativa, Logroño; y otra, la verdadera capital, la que tiene alma. Sí, en el segundo caso hablamos de Haro, indiscutible Capital de la del Rioja. El enoturismo está de moda, y como no podía ser de otra manera, la localidad jarrera (gentilicio popular utilizado en vez del formal “harense”), con su tradición y buen hacer en el mundo del vino, no se queda a la zaga.
Pero, ¿alguien entiende el vino sin gastronomía, o la gastronomía sin vino? Forman una pareja enogastronómica sólida e inquebrantable. Tienen sus momentos de tensión y enfados, como todas las parejas, pero están condenados a entenderse, sea en la cama o sobre la mesa. Por los siglos de los siglos, las bodegas que pueblan el clásico barrio de la Estación de Haro, cuna de bodegas centenarias, piden a gritos que los establecimientos de la localidad mariden los buenos vinos con buena gastronomía. Así, con la premisa de picar y comer en plan informal y sin exigir alardes de creatividad culinaria, os proponemos una ruta de pinchos y tapas en Haro, con especial atención ala zona de tapeo de La Herradura. ¿Te vamos sacando un vinito?
La Vieja Bodega, un restaurante de Casalarreina clásico donde los haya, un local que lleva muchos años siendo el abanderado gastronómico de dicho pueblo situado en La Rioja Alta, un referente de la zona que sigue manteniendo un nivel gastronómico destacable.
Nuestra relación con este restaurante ha sido de ‘amor-olvido’. No decimos de ‘amor-odio’, porque creo que nunca hemos tenido una mala experiencia en este restaurante, pero sí es verdad, que lo teníamos etiquetado como ‘prohibitivo’ a nivel de precio, más si lo comparamos con las innumerables opciones gastronómicas que ofrece La Rioja a nivel de relación calidad-precio. Quizás por ello, este restaurante había caído en nuestro olvido gastronómico, pero Miguel no cumple todos los días 35 castañas, y eso merece una celebración, ¿no? Yes, of course!
Hoy nos atrevemos a decir desde nuestra cómoda tribuna viajera que cualquier época del año es ideal para visitar La Rioja. Así es, cada época y cada estación del año tienen su encanto en la comunidad autónoma riojana, pero para nosotros, el otoño en La Rioja es muy especial. Quizás estemos influenciados porque tenemos la gran suerte de pasar allí bastantes fines de semana a lo largo del año, pero está claro que la tranquilidad y remanso de paz que allí encontramos siempre que necesitamos desconectar, su habitual clima más benévolo y otras muchas razones personales con las que os podríamos aburrir, hacen que visitar La Rioja en otoño sea una experiencia muy recomendable.