En un remoto rincón de Rioja Alavesa, entre suaves colinas y terrazas donde reinan los viñedos de uva tempranillo, nos encontramos con el pequeño concejo de Páganos. A resguardo del turismo y de la fama de la villa de Laguardia, este histórico enclave donde casi hay más bodegas que casas, da cobijo al restaurante Héctor Oribe, uno de los mejores restaurantes en Laguardia y Rioja Alavesa.
Índice de contenido
Restaurante Héctor Oribe en Páganos-Laguardia
No es difícil dar con la ubicación del restaurante Héctor Oribe en Páganos. Está bien indicado a la entrada del pueblo y se aparca cómodamente en las inmediaciones del restaurante. Nadie, nunca, se ha perdido en esta aldea que rinde cuentas a la villa medieval de Laguardia.
Uno de los mejores restaurantes en Rioja Alavesa
Una gran casa, de gruesos muros de piedra, rehabilitada con mucho gusto siguiendo las pautas de arquitectura típicas de la región, es la tarjeta de presentación de este rincón imprescindible para quienes buscan dónde comer en Laguardia y alrededores.
Entramos en el restaurante para toparnos con una pequeña barra que hace las veces de recepción de comensales y chequeo de reservas. Accedemos a mano izquierda al comedor, un amplio y luminoso salón donde se impone la impoluta mantelería blanca y los tonos claros.
Con lo importantes que son las primeras sensaciones, el primer contacto visual en este conocido restaurante de Rioja Alavesa es altamente satisfactorio. Se respira confort gastronómico. Mucho.
Tras comprobar nuestra reserva, nos conducen amablemente y nos invitan a sentarnos en una de las pocas mesas libres que tienen un día de mediados de Agosto. Enseguida te das cuenta de que vas a comer en un sitio especial.
La carta es relativamente corta pero suficientemente tentadora, con protagonismo absoluto para entrantes y opciones de carne, habitual por estos lares. Por lo menos se agradece que a nivel de pescado haya opciones adicionales al tan socorrido bacalao en tierras de secano.
Estamos en una región de Euskadi que se asoma al río Ebro y flirtea cuando le interesa con La Rioja, pero nos agrada comprobar que en esta casa se parte de aromas, sabores y productos muy reconocibles en la cocina vasca tradicional.
Menú del día ejecutivo (entre semana)
Entre semana disponen de un menú del día ejecutivo que debido a su excelente relación calidad-precio está dando mucho que hablar entre empresarios, foodies, turistas y hosteleros de la zona, convirtiéndose en una de las mejores opciones para comer en Rioja Alavesa entre semana. Hablamos de comer en plan bien, para darte un pequeño homenaje entre semana o quedar bien con un cliente; you know…
De hecho, antes de dejarnos embriagar por placeres gastronómicos de corte adulto, preguntamos a la amable camarera por un plato que hemos visto servir en la mesa de al lado, dentro del tan afamado menú del día. La suerte y la simpatía de la camarera se alían con nosotros y rescatamos para Izaro, nuestra promesa foodie y reina de los platos de cuchara, el último plato de cocido del día que sirven en dicho menú ejecutivo. Estamos en pleno Agosto pero es imposible decir que no a unas deliciosas pochas cocinadas con mucho cariño.
Tras echar un vistazo a las viandas ofrecidas en la carta, optamos una vez más por la vía sencilla y directa: vamos a probar el menú degustación de la casa. Nos vamos dejar guiar por un paseo gastronómico sugerido por este chef curtido en los fogones del Ikea (¡qué ganas de ir!), Zuberoa o Arzak. Ahí es nada. El precio del menú degustación del restaurante Héctor Oribe es de 39,60 € por persona, IVA incluido y bebidas aparte.
Especial cariño por los vinos de Rioja Alavesa
Pecado disfrutar de un señor menú degustación, en un espacio así, base de agua, ¿verdad? Y pecado capital estando además en Rioja Alavesa, donde otra cosa no sé, pero buen vino… Haberlo haylo. Para dar, tomar y regalar.
Como acostumbramos a hacer, pasamos un agradable rato leyendo y aprendiendo con la extensa carta de vinos del restaurante, intentando buscar nuevas (para nosotros) referencias, vinos de autor de pequeñas bodegas familiares de la zona que no sean muy conocidas y que no se disparen en precio. La selección es magnífica, con una amplia gama de vinos de Rioja Alavesa, Rioja y otras muchas denominaciones.
Decidimos visitar una bodega cercana a través de un Polus Tempranillo 2014, un vino de autor de producción limitada firmado por Bodegas Loli Casado, en el cercano municipio de Lapuebla de Labarca. Es un vino de autor que está bien de precio y que para ser un monovarietal de tempranillo, muestra una personalidad propia, un marcado carácter que airea y evoluciona con el transcurso de los diferentes platos del menú degustación.
Menú degustación en restaurante Héctor Oribe
Entrantes
El menú degustación comienza con un entrante frío clásico entre los clásicos; de ésos que no falla pero que de tan clásico, a veces puede aburrir. Afortunadamente, no es el caso. La terrina de foie hecha en casa, con pan tostado, maíz y dulce de higos constituye un entrante apetitoso, con un ’embadurnado’ de maíz que le da su punto de gracia al foie, que se sirve en forma de generoso medallón. Se agradece la mermelada de higo, demostrando que hay alternativas a los clásicos acompañamientos de frutos rojos. Si bien es un plato que se sirve para compartir en el centro, este entrante puede cansar, por lo que conviene dejar hueco para los siguientes entrantes, de nivel claramente superior.
Seguimos con una divertida lata de anchoas marinadas, verduras asadas y aceite de tomate y albahaca, una propuesta que a nivel de formato nos recuerda mucho a un entrante que disfrutamos en el restaurante Belaustegi de Elgoibar. Producto de calidad, con muy buen hacer a nivel de marinado y un marcado toque de albahaca. Nos gusta el formato y se disfruta mucho comiendo directamente de la latita de conserva.
Os adelantábamos que la fiesta de los entrantes iba in crescendo. Así, la sinfonía final de los entrantes se compone de una oda a una de las reinas de la huerta, potenciada con el sabor de un pescado que siempre cumple, y culminada con un toque silvestre de bosque frondoso. Poesías aparte, hablamos de unas pencas de acelga rellenas de bacalao con pil-pil de boletus que te dejarán sin habla. Uno de los entrantes más sabrosos, difíciles y mejor conjuntados que hemos probado en mucho tiempo. Palabrita. Un plato que denota la explosiva mezcla de creatividad y tradición que ejecuta de forma magistral el chef Héctor Oribe.
Platos principales
Habiendo utilizado bacalao en el último entrante, la opción de pescado que se sirve como primer plato principal vira inteligentemente hacia un tipo de pescado que lamentablemente no es muy común ver por estos lares. Estando en Euskadi, donde apenas hay distancia desde aquí a la Costa Vasca, ¿por qué ocurre esto? Probablemente eso mismo debió preguntarse Héctor, y decidió apostar por un delicioso lomo de merluza sobre arroz negro y vinagreta de ajo y perejil. La apuesta por este pescado de pincho tan clásico y tan valorado en la cocina vasca sale redonda. Calidad de producto indiscutible, punto perfecto, alegría de vinagreta y una cama de arroz negro que le va de cine para darle contraste.
Con el sabor del Cantábrico más salvaje grabado a fuego en el paladar, el plato de carne, en cualquier otro sitio, podría tener difícil superar este reto. Héctor acepta gustoso el desafío y nos sorprende con un plato de cochinillo confitado, piña salteada y patata trufada.
Perfecto (y suficiente) el corte y la presentación, así como la textura de la carne y la crujiente piel, cuyo punto kirri-karra se oye y siente incluso en Labastida.
Se reconoce de facto la habitual potencia en sabor que tiene la carne de este animal, y la melosidad otorgada por el confitado es abrumadora. La piña, tan denostada -personalmente- en otros platos, aporta un sutil toque dulce que acaba convirtiéndose en adictivo, y la suave crema de patata trufada sobre la que descansa la pieza inunda de sensaciones la experiencia gastronómica. Un plato redondo y disfrutón. Qué gozada.
Postre
Visto lo visto, a nadie le gustaría estar en el pellejo del postre en este menú. Es un dulce salto al vacío. Y es que la gente, todavía extasiada, es probable que no preste la debida atención a la degustación de postres que se sirve en el centro de la mesa.
Se hace el esfuerzo de probar los bocados dulces clásicos que se presentan, con toda la buena intención del mundo, en forma de pastel, crema y helado. Ocurre hasta en las mejores casa, pero hemos de decir que en relación a la exigente cronoescalada gastronómica que estamos disfrutando, el postre pincha ligeramente. ¿Será que no somos muy de dulces? Culminar cum laude esta gastroexperiencia era tarea harto complicada.
Todo se arregla y vuelve a la senda con un buen café bien acompañado de un detallito en forma de tejas. La diferencia está en los estos detalles.
Dónde comer en Laguardia
La agradable sobremesa está asegurada. El sitio invita a contar batallitas entre amigos, a cerrar suculentos negocios y a inconfesables confesiones de pareja. Solo falta un salón anexo con una gran cristalera para tomarse una buena copa con vistas a la Sierra Cantabria. En fin, todo no puede ser en la vida.
De hecho, hay que quedarse con todas las sensaciones que consigue despertar en el comensal el menú degustación de Héctor Oribe. Hay restaurantes que ponen pueblos en el mapa, y el caso de Páganos es más que evidente. Porque con todos nuestro respetos, Páganos es conocido hoy en día por ser el pueblo donde están el restaurante Héctor Oribe y la bodega Torre de Oña. Vino y buena mesa, combinación infalible. Dicho esto, ¿por qué no visitar una bodega cerca de Laguardia y comer en Héctor Oribe? ¿Quién se apunta?
Me atrevo a decir que estás acabando de leer una crónica gastronómica de uno de los mejores restaurantes en Laguardia y en todo Rioja Alavesa. Menú degustación de buena relación calidad-precio, con una puesta en escena cuidada, acompañada de un servicio cercano y profesional y una sensación de confort gastronómico alto, de principio a fin.
Dicho esto, si estás buscando dónde comer en Laguardia, te animamos primero a visitar su centro histórico para luego oxigenarte en la tranquila aldea de Páganos, a tan solo 3 kilómetros de distancia.
La experiencia pagana y el festival gastronómico están más que asegurados con el menú degustación del restaurante Héctor Oribe. On egin!
Valoración @Lonifasiko: 4,7/5
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Información práctica:
- Página web del restaurante
- Dirección: Calle Gasteiz 5 – 01309 Páganos (Araba/Álava)
- Teléfono: (+34) 945 600 715
- Precio menú degustación: 39,60 € (IVA incluido y bebidas aparte)
- Disponen de menú del día en clave ejecutiva
- Imprescindible reservar mesa con antelación
- Experiencia vivida en Agosto del 2018
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Saludos!
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Ese restaurante es increíble!!! Terminé allí de casualidad y menuda maravilla. Además, el trato fue muy bueno.
Qué buena pinta!