No todos los días se come en un palacio. Y no todos los días se come como un rey en un antiguo palacio del siglo XVI. Ubicado en las afueras del casco urbano, junto al río Deba, el Palacio Ozaeta alberga desde hace años el restaurante Lasaen Bergara, uno de los restaurantes con más solera y renombre de la comarca de Debagoiena. Fachada trabajada, estructura altiva, ventanas y balcones elegantes, escudos heráldicos, una enorme puerta…es el típico sitio que ya desde fuera, impresiona. ¿Comeremos como nobles?
Palacio del siglo XVI, de estilo renacentista. ¿De verdad que esto es un restaurante?
La palabra ‘xarma’, en euskera, significa ‘encanto’. Es una palabra con una connotación muy especial, de pronunciación muy cuidada, y que no se debe utilizar en exceso, ya que perdería todo su significado. El adjetivo derivado es ‘xarmangarri‘, lo que viene a ser ‘encantador’. En euskera, tanto una como otra se suelen utilizar para definir lugares muy-muy especiales, incluso para calificar a personas que tienen una aureola especial, ya sea por su forma de ser, hablar, mirar, actuar, etc.
El caso es que el Restaurante Xarma estaba en nuestro ‘debe gastronómico’, desde hacía tiempo, y teníamos curiosidad por conocer el sitio, probar su muy bien valorada cocina, y especialmente, ver si a nivel global el restaurante hacía honor a su nombre. Porque llamándose ‘Xarma’, se parte de que el comensal que sabe euskera, espera mucho del sitio, espera vivir una gastroexperiencia de altura, cuando menos, muy especial. ¿Entramos?
Comer en el Restaurante Xarma de Donostia-San Sebastian
Normalmente, nada más salir de un restaurante y haber disfrutado de una gastroexperiencia, nos suelen asaltar los siguientes pensamientos:
‘Hemos comido bien, nos ha gustado, es probable que repitamos’
‘Nos ha encantado, volveremos fijo’
‘No nos ha gustado (sea la comida, atención, precio…), es altamente improbable que volvamos’
‘Ni fú ni fá, sensación agridulce, pero hay que darle una segunda oportunidad’
¿Por qué contamos esto en el artículo gastronómico de hoy? Porque por una serie de causas que pasaremos a describir en breve, nuestra gastroexperiencia en el restaurante Kobika de Durango no fue todo lo excelente que esperábamos.
Decoración a la entrada del comedor del restaurante
A pesar de ser uno de los referentes de la buena mesa en la comarca de Debabarrena, no habíamos ido, juntos, a comer allí. Y no era por falta de ganas, porque todo el mundo nos hablaba maravillas del Restaurante Urgain de Deba, especialmente de lo bien que preparan los pescados y mariscos.
De normal, al trabajar con un producto de máxima calidad, es un restaurante cuya carta tiene un precio medio bastante elevado, pero surgió la oportunidad de disfrutar de una gastroexperiencia a través de unos cupones de descuento, y esta vez, no nos lo pensamos dos veces. Nos vamos a Deba, ¡a comer al ‘mítico’ Urgain!
Desde fuera, no parece un restaurante de altos vuelos, las cosas como son. Pero ahí reside parte del truco, en que la capacidad de sorprender de este restaurante situado en el barrio de Concha, centro neurálgico y administrativo del Valle de Karrantza, es infinita.
Es un bar restaurante con mucha solera y tradición en Karrantza Harana, un sitio referente en el valle, de los ‘de toda la vida’, en el que la familia Llamosas, que ya va por la tercera generación, pone día a día todo su saber hacer, esfuerzo y cariño al servicio del comensal, poniendo a Carranza en el mapa gastronómico de Euskadi y de España.
Ensalada templada de bacalao, uno de los manjares de Casa Garras
En ocasiones, en ciertos sitios que visitamos, decidir en qué sitio nos sentamos a comer supone un quebradero de cabeza, en el más amplio sentido de la frase. Puede ocurrir que no haya mucha opción y que las que haya, no nos convenzan; o todo lo contrario, puede haber una amplia oferta de restaurantes, en apariencia con buena pinta todos, y el problema sea que no nos acabamos de decidir en cuál saciar nuestro apetito.
‘Afortunadamente’, vivir esta segunda problemática es bastante habitual en nuestro territorio, porque la gastronomía en Euskadi, como todos sabéis, es un arte y una ciencia que gusta, y que se cuida y mima, forma parte de la cultura. Tal es así que por ejemplo ir a pasar el día y comer en Zarautz (Zarauz en castellano), que es un planazo, puede derivar en la difícil elección de un restaurante donde comer, porque por regla general, se come bien muy bien en muchos restaurantes de Zarautz. Tenemos la suerte de conocer bastantes restaurantes existentes en esta pequeña meca moderna del surf, pero teníamos ganas de conocer, una deuda pendiente con el Restaurante Asador Telesforo, del que habíamos oído hablar, muy bien, en diferentes foros. Elegido el sitio de hoy, ¿pasamos dentro?
Entrada al restaurante Asador Telesforo Erretegia de Zarautz
Hay comarcas y zonas de Euskadi, también de España, en las que se come muy bien, per sé, y no descubrimos nada nuevo con esta afirmación. Los templos gastronómicos de dichas zonas los conoce de sobra, aunque sea de oídas, todo el mundo, pero ese tipo de restaurantes implica normalmente rascarse seria y dañínamente el bolsillo, las cosas como son. Sin embargo, existe una gama de restaurantes más económicos, de cocina tradicional enraizada, que sin pretender ser alta cocina para nada, destacan por su relación calidad-precio, una opción que nunca debiéramos obviar. Muchas veces aterrizamos en estos restaurante por el boca a boca, por recomendación de Foursquare, y otras muchas veces, accidentalmente, de pura casualidad tras preguntar al primer despistado al que ‘asaltamos’ en la calle, somos preguntones por naturaleza.
Así ocurrió hace unos meses en Durangaldea (Duranguesado en castellano), Durango y alrededores en esencia, cuando un domingo tonto a finales de Diciembre, tras dar un paseo por la vía verde de Arrazola, teníamos claro que no queríamos comer un bocadillo o un plato combinado pero tampoco queríamos rascarnos demasiado el bolsillo en un Akebaso o similar, un tipo de restaurante . Queríamos una opción intermedia, sencilla, comer bien sin grandes pretensiones, por lo que nos decantamos por repetir gastroexperiencia en el Restaurante Soloa Jatetxea, en pleno centro de Abadiño. ¿Pasamos al comedor?
Exterior del Restaurante Soloa, en pleno centro de Abadiño-Zelaieta
Cuando un encuentro gastronómico ha sido mimado y cocinado a fuego lento, añadiéndole poco a poco ingredientes misteriosos, con toques de intriga a partes iguales, y todo ha sido removido suavemente y con mucha paciencia, los platos resultantes y el evento en general, tienen muchas probabilidades de salir bien.
Con esta receta de base, allí me planté yo, Laura, en el parking del restaurante Andra Mari, un restaurante del que guardamos un gratísimo recuerdo, bastante reciente además, tanto por su cocina como por el trato recibido. Vengo a este evento al que hemos sido invitados, ‘a ciegas’, sin conocer de forma física al resto de comensales, ni a los 7 bloggers gastronómicos ni a las dos personas que han resultado premiadas en el innovador concurso promovido por el equipo de Gure Sukalkintza con las que voy a compartir mesa. Sí, en los últimos días me he ‘cruzado’ con ellos virtualmente una vez se desveló la lista de asistentes, algunos me suenan de Twitter, Facebook, Instagram y de otras redes sociales, pero siendo sincera, no los conozco y no se qué me deparará esta misteriosa velada…
Dark dinner, una gastroexperiencia diferente en el Restaurante Andra Mari
[Nota: Después de permanecer varios años cerrado, el restaurante Kai-Alde de Santurtzi ha vuelto a abrir con nueva gerencia y cocina, diferente a cuando se escribió este artículo.]
Cuando visitas Santurtzi por primera vez, eres consciente de que estás en uno de los pueblos con más solera y tradición marinera de la margen izquierda vizcaína. Sin embargo, ese status, gastronómicamente hablando, no garantiza absolutamente nada, sino que hay que demostrarlo, también sobre la mesa, engatusando los finos paladares de todos y cada uno de los visitantes que se acercan a comprobarlo. Y ahí es donde los bares y los restaurantes de la localidad santurtziarra, todos y cada uno de ellos, tienen mucho que decir, y que ganar.
Para muestra, un botón, en concreto hoy hablamos del restaurante Kai-Alde, un histórico restaurante muy bien situado en Santurtzi, Santurce en castellano, muy cerca de la transitada y siempre animada zona del puerto, de ahí su nombre, que en euskera significa ‘al lado del puerto’ o ‘zona del puerto’. ¿Alguien deseando pescar y bucear en las creaciones gastronómicas del Restaurante Kai-Alde?
Torrija con crema de natilla en el Restaurante Kai-Alde de Santurtzi
Solemos ir a menudo a Bilbao, ya sea de compras, a pasar el día, a juntarnos con buenos amigos viajeros, pero no nos dejamos caer demasiadas veces por el Casco Viejo bilbaíno. Sí, desconozco la razón pero pocas veces cruzamos alguno de los múltiples puentes sobre la ría del Nervión para acercarnos hasta el verdadero corazón del Botxo.
Y cuando hemos ido, casi siempre hemos acabado comiendo unos pintxos en la Plaza Nueva, de bar en bar o sentados en una terraza. Durante nuestra última visita tampoco faltamos a la cita gastronómica de tomarnos un buen y caro pintxo en la mencionada plaza, pero buscábamos un lugar donde comer bien en Bilbao. Y tirando de recomendaciones de Foursquare y serpenteando entre estrechas callejuelas, damos con el Restaurante Harrobia, en la zona de calles que dan hacia el precioso Puente de la Ribera. ¿Romperemos el maleficio de dóndecomer en el Casco Viejo de Bilbao?