Inmersos en el ecuador de la segunda semana de nuestro viaje en coche por Eslovenia, hoy es el último día que estamos alojados en Liubliana. Con la capital eslovena más que pateada, hemos barajado dos opciones de excursiones que teníamos en el tintero y finalmente nos hemos decantado por visitar Škofja Loka en familia, dejando Kamnik, otra de las excursiones interesantes que habíamos barajado, de lado. ¿Quizás en otro viaje? En menos de 30 minutos en coche desde Ljubljana, por una cómoda carretera, nos plantábamos en la parte nueva de la histórica ciudad de Škofja Loka. ¿Te animas a recorrer con nosotros, en clave slowtravel, esta ciudad abrazada por los ríos Poljanska Sora y Selška Sora?
Nos ha resultado algo complicado aparcar en zona de aparcamiento gratuito, ya que los parkings existentes en esta zona de la ciudad, son todos de pago. Después de varias vueltas y varias comeduras de tarro, hemos aparcado y hemos podido ir a tomar un café tranquilos mientras la peque disfrutaba en un parque infantil inteligentemente dispuesto junto a varios cafés. Eslovenia es un país muy preparado en este sentido, ideal para visitarlo en familia, no nos cansaremos nunca de afirmarlo.
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Casco antiguo declarado monumento histórico desde 1987
La parte nueva de la ciudad no tiene mucho, por no decir nada, interesante para visitar; más bien ejerce de mirador y puerta de acceso al casco antiguo de Škofja Loka, monumento histórico desde 1987.
Recorrer todos los rincones del casco antiguo de esta pequeña, coqueta y antigua ciudad eslovena no te llevará más de un día. Es un lugar muy manejable, en el que apenas hay distancias. El acceso al casco histórico se realiza por cualquiera de los tres puentes que cruzan el río Selška Sora. El Puente de los Capuchinos es el puente principal y más elegante, mientras que junto a la estación de autobuses del municipio, una pasarela peatonal muy funcional y transitada, permite al visitante adentrarse en el “cogollo” de Škofja Loka.
Ya es casualidad que la plaza junto a la principal iglesia de la ciudad, esté en obras, así como algunas calles aledañas. Son cosas que te pueden pasar.
En cuestión de 2 minutos, accedemos a Mestni Trg, plaza principal y punto neurálgico de Škofja Loka. Al igual que en Radovljica, la plaza tiene forma rectangular, donde se suceden históricas casas con fachadas de colores.
Muchas de ellas tienen nombre propio y están declaradas como monumento histórico debido a su valor arquitectónico y buen estado de conservación. La Casa Homan, con frescos en su fachada, y la Casa Martin, son algunos de los ejemplos y máximos exponentes de la arquitectura medieval eslovena en Škofja Loka.
Tanto en la plaza como en las callejuelas adyacentes camino al castillo que domina la ciudad, nos llama mucho la atención que todas las ventanas de los edificios, tengan cristales o contraventanas, están abiertas, hacia fuera claro. Inquietante fenómeno esloveno.
El “raro” castillo episcopal de Škofja Loka
Desde el punto donde termina la plaza Mestni, una plaza completamente peatonal e ideal para que los niños jueguen sin peligro, seguimos las indicaciones hacia el castillo. Un sendero de cemento asciende suavemente por un prado, y tras salvar una último desnivel más pronunciado, accedemos por una puerta al castillo de Škofja Loka.
Decimos lo de “raro” porque estamos ante un castillo episcopal. ¿Qué significa esto? Que aparte de la función defensiva que se puede atribuir per sé a cualquier castillo, este castillo siempre ha sido sede y lugar de residencia de la iglesia. ¡Con la iglesia hemos topado! Así es, la ligazón de Škofja Loka con la iglesia es muy pero que muy estrecha. Empezando por el nombre, ya que Škofja Loka significa literalmente “vega/ladera episcopal“, haciendo referencia a la disposición de la ciudad bajo el promontorio del castillo, en la encrucijada de dos grandes ríos.
En manos de diversos mandos religiosos desde el siglo X, fecha en la que se tienen primeros testimonios de la ciudad, los obispos serán dueños de Škofja Loka hasta principios del siglo XIX, cuando esta zona pasa a estar bajo dominio austríaco. ¿Y si le ponemos cariñosamente el apelativo de “Ciudad de los Obispos“? 😉
Al igual que ocurre con muchos otros castillos de Eslovenia, por ejemplo con el castillo de Bled, esta fortaleza originaria del siglo XIII se conserva en muy buen estado. La “culpa” la tienen las diversas reconstrucciones a las que ha sido sometido este monumento pseudo-religioso a lo largo de los siglos. Son castillos modernos, muy diferentes a los castillos en ruinas que estamos acostumbrados a ver en España. La principal reconstrucción fue acometida tras el terrible terremoto que asoló la ciudad en 1511, por iniciativa de un obispo llamado Felipe, quien dio a Škofja Loka la forma que tiene en la actualidad.
El acceso al impoluto patio exterior del castillo es gratuito. A lo largo de dos plantas, el castillo alberga en su interior el museo de la ciudad, para el que lógicamente hay que pagar entrada para contemplar las exposiciones y obras de arte que alberga. Habiendo visitado el día anterior el museo que alberga el castillo de Ptuj, decidimos no entrar, aunque sabiendo ahora la especial relación de la ciudad con la religión, suponemos que la riqueza de las obras allí expuestas será de altos vuelos.
Nos hemos conformado con recorrer el patio exterior y caminar por el jardín, mirador natural y museo al aire libre que alberga el promontorio del castillo, en su loma izquierda.
El misterio de las ventanas abiertas
Paralelos a los restos de la muralla de la ciudad, bajamos por la misma ruta hasta la plaza. Tras hacernos con un burek en una panadería local, aprovechamos para tomarnos una cerveza y dar de comer a la peque en el café-bar Homan, al lado de la histórica casa antes mencionada, quizás el café con terraza más céntrico de Škofja Loka.
Los precios de las bebidas y los helados, teniendo en cuenta que estamos donde estamos, no son baratos pero tampoco demasiado caros. Hay bares y cafés más baratos en la city, sin ningún género de duda. Además, este bar tiene un gran “plus”. Al igual que otros bares de la ciudad, dispone en la terraza de su propio mini-parque infantil; una idea fantástica, para niños, y para padres.
Callejeamos sin rumbo fijo por las serpenteantes y estrechas calles del casco histórico de la ciudad, ideales para perderse, perfectas para dar rienda suelta a la obsesiones fotográficas que todos tenemos.
El misterio de las ventanas abiertas sigue intrigándonos más que el hallazgo de vida extraterreste en Marte.
Sin haber podido preguntarlo in situ ni haber encontrado en Internet una justificación al respecto, nos atrevemos con la hipótesis mixta de deberse a una antigua tradición que delata hospitalidad y quiere ahuyentar malos espíritus al mismo tiempo. Así mismo, y siendo un fenómeno que ya hemos contemplado en otros puntos de Eslovenia, aunque no de forma tan extendida, declaramos a Škofja Loka como “Ciudad de las Ventanas Abiertas“.
Una excursión cómoda desde Liubliana y desde el Lago Bled
Abandonamos el casco histórico para cruzar por el Puente de los Capuchinos, el famoso puente de piedra que otrora daba acceso a la antigua muralla de la ciudad. Es un puente de tinte religioso que conduce al monasterio de nombre homónimo, y que ordenó construir, como no, un obispo, en este caso, Leopoldo. Curioso que muriera atravesando el puente que él mismo mandó construir, al despeñarse de su caballo. ¿Alguna maldición? divina? Siguiendo con creencias religiosas, ¿sabes quién es Nepomuk? Es el santo de los puentes, y tiene una estatua erigida en su honor en este bello puente de Škofja Loka. Non ti proecupare, nosotros tampoco lo sabíamos antes de visitar Škofja Loka.
Volver la vista atrás significa contemplar el aire altivo y religioso que tiene, se mire por donde se mire, el castillo de la ciudad. Paseando de nuevo por la bulliciosa parte nueva, por donde discurre gran parte del tráfico rodado que atraviesa la ciudad, Izaro cae rendida en su sillita, momento que aprovechamos para cruzar de nuevo el río por el tercer puente que salva el cauce del río Selška Sora en la ciudad.
Acto seguido, de forma previa a una hilera de edificios de arquitectura típica eslovena, bajo la mirada de la iglesia, nos topamos con el antiguo y colosal antiguo granero de la ciudad.
Gastronomía tradicional eslovena en un antiguo granero
Hoy en día se ha reconvertido en vinoteca y provee de un magnífico espacio a Gostilna Kasca, uno de los más aclamados y mejor valorados restaurantes en Škofja Loka. Sin ninguna intención de darnos el homenaje que nos dimos en Gostilna Lectar, ¿cómo no íbamos a probarlo? 😉
Entramos al comedor, en el piso inferior del granero, estamos sólos. Espacio muy agradable, decorado con motivos rurales y tradicionales eslovenos.
Entre la amplia carta de gastronomía eslovena, optamos por probar dos platos típicos de la región: una especie de parrillada mixta de carne y un plato de berenjenas gratinadas con queso local. Exceptuando la salchicha, la parrillada de carne es bastante decepcionante.
Las berenjenas gratinadas constituyen un plato muy contundente, ideal para el duro invierno de la región, no para un día de mucho calor. Eso sí, deliciosas.
Junto a dos cervezas nacionales de rigor, estando en una vinoteca, no ha dado por echar un vistazo a la extensa carta de vinos de la zona, y no nos hemos podido resistir. Qué menos que probar una copa de vino tinto de la región. Hemos basculado hacia una referencia de uva Cavernet-Sauvignon, un tinto cuyo aroma prometía, pero que luego nos ha parecido bastante flojo, incluso aguado. El restaurante Kaska no es un sitio barato para comer en Škofja Loka, pero la relación calidad-precio del sitio está bastante bien, ofrecen platos típicos de la cocina eslovena, y el comedor interior está muy chulo. No todos los días se come en un antiguo granero.
Visitar Škofja Loka con niños: Bañarse en el río Poljanska Sora
Sólo a nosotros se nos ocurre ir a la oficina de turismo de Škofja Loka a las 4 de la tarde, una vez hemos visto y callejeado toda la ciudad episcopal. ¿El motivo? Para ser Junio, nos ha tocado una jornada de calor insoportable, y habiendo dos ríos, a priori bastante limpios, que circundan la ciudad, preguntamos si es viable y dónde bañarse en Škofja Loka.
A duras penas, en un terrible inglés, aciertan a darnos explicaciones sobre cómo llegar a la típica zona de baño de la ciudad. Haberla, hayla, otra historia será dar con ella. Por el momento, vuelta al coche a por los “bártulos de playa”. Tras atravesar de nuevo la plaza Mestni, y caminando por una carretera que se aleja de la ciudad y se adentra en el valle, algo perdidos, preguntamos a una señora que carga con su cesta de la compra. Ella, aunque habla poco inglés, muy amable, se desvía de su recorrido inicial y nos guía en silencio, esbozando una tímida sonrisa, hasta una calle que nos conduce hasta la pasarela de madera que cruza el río Poljanska Sora.
Éste es uno de los detalles que confirma nuestra teoría de las ventanas abiertas, asociada a la hospitalidad eslovena. Si en el mundo hubiera más gente como esta señora, ¡qué maja!
¡Ohhhh, pero qué ven nuestros ojos! Una gran zona verde de esparcimiento junto al río que bordea la ladera episcopal, antes de entregar sus aguas al río principal que atraviesa el centro de Škofja Loka.
Hay una especie de presa, y vemos que la gente están bañándose, ¡bien! El agua parece algo turbia al caminar, pero es un río limpio. Esperábamos aguas frías, aunque nada que ver con las heladoras aguas del Lago Bohinj. Si una familia vasca llega hasta aquí, es para bañarse :). Vamos, salto olímpico, ieup!
El río discurre tranquilo, apenas hay corriente, aunque conviene andarse con ojo con los peques de la casa. Quizás hay más peligro con el murete de piedra de la presa, especialmente en la zona de tablas de madera, bastante resbaladizas. Vimos algún que otro batacazo serio.
Tras un refresco natural que nos ha sentado de cine, vamos a por el segundo refresco artificial de la jornada. La zona de baño tiene un edificio anexo de madera, con cambiadores y bar, provisto de terraza y parque infantil (¿otro? Sí, otro). Una joven y agradable camarera, al escucharnos hablar castellano, se anima a charlar con nosotros ya que está aprendiendo el idioma, nos sirve unas ricas y bien frías cervezas. Qué lujazo de tarde, ¡qué momento! Otra confirmación de la teoría de las ventanas abiertas, ¡qué lujazo de gente en Eslovenia!
Ya de vuelta, volviendo por la calle correcta y sin pérdida hacia el centro histórico de la ciudad, pudimos ver varios letreros que indican y guían hacia esta zona de baño y esparcimiento junto al río.
Aunque está a las afueras, son menos de 10 minutos andando desde la plaza principal, y merece la pena. Y si no te quieres perder, no hagas como nosotros; simplemente mira al suelo y déjate guiar por la ranita, que ella sabe mejor que nadie el camino hacia el agua. Como diría aquel: “¡Maldita rana!” 🙂
Este chapuzón, que como veis, poco tiene de episcopal y religioso, y el posterior momento de asueto para padres e hijos, completan una jornada tranquila que hemos dedicado a visitar Škofja Loka con niños, sin prisas, con absoluta tranquilidad. Si estás mirando qué ver cerca de Liubliana, o planteando realizar sencillas excursiones de Liubliana, te recomendamos darte una vuelta por esta ciudad episcopal llena de gente joven y buen ambiente.
Los motivos son muchos: Está muy cerca de Ljubljana en coche; es una ciudad bonita, para pasearla y perderte por su castillo, su historia y sus estrechas calles; la gente es muy amable; es un perímetro urbano recogido y manejable, sin grandes distancias ni caminatas, ideal para visitarla en familia. Además, ¿vas a ser tú el primero que se resista a darse un chapuzón en la piscina natural del río como colofón a una visita a Škofja Loka en familia?
Información práctica
- La forma más cómoda de transporte a Skofja Loka es el coche. Está a mitad de camino entre Liubliana y el lago Bled.
- Alojamiento e información general de Skofja Loka en TripAdvisor.
- Aparcamiento. Nosotros aparcamos en la parte nueva de la ciudad, es decir, en la orilla derecha del río Selška Sora. Hay varios aparcamientos de pago, pero si te alejas algo de la estación de autobuses, puedes estacionar el coche de forma gratuita. De todas formas, quizás sea preferible estacionar el coche en la otra ladera de la ciudad (cruzando en coche por el primer puente de la ciudad, el tercero en el post), más cerca de la zona de baño, el castillo y la plaza Mestni .
- La plaza Mestni Trg, así como gran parte del casco histórico, es peatonal.
- El acceso al exterior del castillo es gratuito, mientras que hay que pagar entrada para acceder al museo que alberga en su interior.
- Se recomienda precaución al bañarse en la zona de baño y presa sobre el río Poljanska Sora, debido a la corriente y especialmente a los resbalones. Conviene llevar cangrejeras o chancletas para no hacerse daño con el fondo de piedras del río. Hay cabinas de madera gratuitas para cambiarse junto al bar al lado del río.
- Hay varios parques infantiles o pequeñas zonas de juego en Škofja Loka. Izaro cató al menos tres, que no es poco.
- Visita enmarcada dentro del viaje de 18 días por Eslovenia realizado en Junio del 2014
- Mapa con los principales puntos de interés de Škofja Loka.
Saludos!
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