Hay sitios que no fallan. Restaurantes gastronómicamente infalibles, en los que rara vez te ha tocado comer algo con lo que te hayas quedado ‘a medias’, con un sabor de boca agridulce, con algún detalle o plato que no te ha convencido del todo.
El restaurante asador Landa en Mendaro es uno de ellos. Fue un descubrimiento gastronómico que hicimos hace muchos años gracias a unos buenos amigos de Elgoibar. Por aquel entonces, el Landa era un restaurante familiar, de pueblo, de trato campechano, en el que se comía de cine, y para la calidad con la que se comía, el precio era, sin llegar a decir asequible, diremos que razonable.
Es un restaurante pequeño, que acometió hace años una remodelación más que necesaria para dar cabida y ambientación a las exquisiteces gastronómicas que allí se sirven. Con el boca a boca, el restaurante Landa ha ido cogiendo fama durante los últimos años, traspasando su fama gastronómica las fronteras de Debabarrena y comarcas de alrededor. A pesar de estar en un sitio algo difícil de localizar, con una entrada un tanto ‘rara’, que ‘mosquea’, se ha convertido en un sitio de culto gastronómico al que la gente va expresamente a disfrutar de la buena mesa. ¿Has reservado la tuya?
