Sicilia es una isla con un gran patrimonio y con un montón de lugares de interés. Pero también es una isla grande en dimensiones, en número de localidades y en número de habitantes. De entrada, te diremos que las distancias en Sicilia engañan mucho, y que hay más cosas para ver de las que te imaginas y de lo que tu tiempo de viaje te pueda permitir. Don’t panic. Basándonos en nuestros propios errores nuestra propia experiencia de viaje, y como aperitivo siciliano, nos hemos atrevido a escribir esta completa guía de viaje por las ciudades más importantes de Sicilia para visitar. Disfruta de estas visitas imprescindibles que todo viaje por la isla más grande del Mediterráneo debe incluir sí o sí. Buon viaggio!
Índice de contenido
Ciudades más importantes de Sicilia para visitar: guía de viaje y mapa
Los kilómetros cuadrados y las distancias entre las principales ciudades de Sicilia son un dato que hay que tener muy en cuenta a la hora de planificar una ruta en coche por Sicilia. Te adelantamos que yacimientos arqueológicos, Etnas, playas e islas aparte, las ciudades sicilianas podrían ser motivo de un viaje específico a la isla. Para ponerte en situación, echa un vistazo al siguiente mapa:
Para visitar los pueblos con encanto más reseñables y las ciudades más turísticas, vas a necesitar más de una semana de viaje. Da igual que vayas con tu propio coche o en transporte público. Incluso andarás justita/o con dos semanas. A ver, no te queremos agobiar, pero queremos ser realistas y sinceros contigo. Sicilia es muy grande.
Más allá de las dimensiones de la isla y de las enrevesadas carreteras, para ponerte en tesitura, te diremos que Sicilia tiene más de 5 millones de habitantes. Aunque parezca mentira, Sicilia es una de las regiones más pobladas de Italia. Este dato, íntimamente ligado al número de ciudades y pueblos relativamente grandes de la isla, es algo que nos sorprendió muchísimo. Dicho esto, te abrimos ya de par en par las puertas a un recorrido turístico por las ciudades imperdibles de Sicilia y su accidentada geografía. Andiamo!
Palermo: la caóticamente encantadora capital de Sicilia
La capital de Sicilia es la personificación del más absoluto de los caos. Tráfico horroroso, mercados callejeros donde se venden productos a grito pela’o, zonas degradadas y suciedad, bocinazos y ruido, motocicletas que te adelantan por sitios inverosímiles… Todo parece negativo hasta que le pillas el tranquillo. Palermo es una ciudad con muchos atractivos, una ciudad con mucho encanto.
Para comprobarlo, basta darse un paseo por la zona peatonal que va desde el Teatro Massimo hasta la plaza octogonal de Quattro Canti, punto donde cuatro espléndidas fachadas barrocas hacen confluir con parsimonia las principales arterias de la ciudad.
Es una ciudad en la que el aire barroco serio de muchos emblemáticos edificios contrasta con la elegancia y delicadeza de otras obras, por ejemplo la impresionante Fontana Pretoria, una enorme fuente también conocida en su día (por las escenas que en ella se representan) como ‘fuente de la vergüenza’.
Palermo es una ciudad que se puede recorrer perfectamente a pie. Todo queda a mano: la catedral, el palacio de los normandos y su capella palatina, Porta Nuova… la Palermo monumental es una maravilla que engancha a todo tipo de viajeros.
Hablando de experiencias que enganchas: no dejes de darte una vuelta por el caótico mercado de Ballarò, lugar singular y lleno de vida donde los haya.
Y por supuesto, sus innumerables iglesias, entre las que destacamos la concatedral de Santa Maria dell’ Ammiraglio, popularmente conocida como iglesia de La Martorana. Reserva algo de tu tiempo para visitar el interior de este discreto templo, que por fuera no dice nada, pero que con sus infinitos frescos bizantinos pintados en el techo consigue hacer sombra incluso a la propia catedral de Palermo.
Ni se te ocurra mover el coche para visitar Palermo en un día. Apárcalo tranquilamente y captura la esencia de la capital de Sicilia dándote un paseo desde el centro hasta la zona del puerto deportivo.
Si tienes hambre, no dudes en hacer una parada en la terraza de Franco u Vastiddaru, donde preparan unos arancini y otras especialidades locales que están de muerte. El street food palermitano acabará por conquistar tu estómago.
Para terminar el recorrido por los principales lugares de interés en Palermo, te recomendamos hacer la digestión caminando por Villa Giulia, los jardines de una antigua villa romana convertidos hoy en un parque público, frente al paseo marítimo, junto al jardín botánico de la ciudad.
No te preocupes ni te dejes llevar por la primera impresión de Palermo. Es una ciudad a la que solo le basta una mañana para hacerte pasar del odio y el estrés al enamoramiento más profundo. Palermo, con sus casi setecientos mil habitantes, es así.
Psssst! Te recomendamos que eches un vistazo a estas visitas guiadas y tours en Palermo.
Catania: belleza gris y barroca a los pies del Etna
Catania es la segunda ciudad más poblada de Sicilia tras Palermo. Sus más de trescientos mil habitantes y una extensa área metropolitana la convierten en una señora urbe al este de Sicilia. No te asustes.
Si la primera sensación en Palermo puede rozar lo desquiciante, el primer contacto con Catania bien podría calificarse como ciertamente gris y oscuro. Largas calles adoquinadas, edificios que denotan dejadez, fachadas oscuras y zonas prácticamente en el centro de la ciudad, de aspecto muy degradado, donde la suciedad y el anti-urbanismo campan a sus anchas. Lo más alucinante es que tras la tenebrosa fachada de algunos edificios que pueblan estas grises arterias, se esconden reliquias como el teatro grecorromano de Catania. Así, como sin darle demasiada importancia.
La transición y cara amable de Catania comienza alrededor de la Piazza del Duomo, una plaza rectangular donde evidentemente destaca la catedral de Santa Ágata, barroca donde las haya.
Pero el protagonismo también se lo lleva la fontana dell’Elefante, símbolo de la ciudad, y la fontana dell’Amenano, en un lateral que da paso al bullicioso mercado de pescado de la ciudad.
Merece la pena subirse a la terraza y a la cúpula de la iglesia de la Badia de Santa Ágata, ubicada en un lateral de la catedral, desde donde acertarás a comprender por qué la ciudad de Catania mira siempre de reojo, con cierto temor, al volcán Etna.
Catania es una ciudad que entre erupciones volcánicas y terremotos, como el de 1693, ha tenido que resurgir de sus cenizas, nunca mejor dicho, en al menos siete ocasiones. La moral, el tesón y el orgullo de los catanese está fuera de toda duda. Es el precio que hay que pagar por vivir en las codiciadas faldas del volcán en activo más grande de Europa.
Incluso el entramado urbanístico de Catania se ha ido modificando y optimizando a lo largo de los años, en base a las catastróficas experiencias, con el objetivo de prevenir posibles nuevos escenarios no deseados. Una de las principales arterias comerciales de la ciudad es la Vía Etnea, una moderna línea recta que parece querer rendir homenaje al misterioso volcán Etna.
Recorriendo esta amplia y luminosa arteria, casi por accidente, es posible descubrir los bellos edificios de la plaza de la Universidad de Sicilia, el anfiteatro romano de Catania y el parque y los jardines Bellini.
Gastronómicamente hablando, te recomendamos perderte por Santa Filomena, una zona trendy y alternativa que se ha puesto de moda en la ciudad, con numerosas terrazas, vinotecas, y pequeños restaurantes coquetos donde probar vinos y especialidades locales, por ejemplo, la famosa carne de caballo (cavallo en italiano).
Sin olvidar la visita al peculiar castillo Ursino, la florida y adoquinada cuesta de la vía Antonino di Sangiuliano, y el arco de San Benedetto, que nos planta junto a la altiva iglesia de San Francisco de Asís.
Catania es una urbe con luces y sombras. Si la zona de la piazza del Duomo y la vía Etnea conforman la luz de la Catania más turística, estaríamos tentados de decir que las sombras de la ciudad se ciernen sobre el entramado de grises arterias erigidas en honor a Vittorio Emanuele y Giuseppe Garibaldi.
Señoriales edificios y destartalados palacios se afanan en destacar ante la mirada del viajero, pero esta zona de la ciudad requiere de una profunda mirada, llena de comprensión y paciencia. Es la única forma de lograr admirar el patrimonio barroco que atesora.
Reinventada una y otra vez ante las perrerías del Etna, Catania es una ciudad que ofrece más luces que sombras, con sitios más luminosos y mejor ‘alumbrados’ que otros. Confiemos en el tesón y criterio de las y los catanese para ligar de forma adecuada los diferentes emplazamientos turísticos de la ciudad.
Siracusa (y Ortigia): sabor salado a la Antigua Grecia
Más allá del Valle de los Templos y de otros importantes yacimientos arqueológicos de la isla como Segesta, probablemente Siracusa sea la ciudad de Sicilia que más suena y sabe a la Antigua Grecia.
A ello contribuye especialmente el Parque Arqueológico de Neapolis, una visita ‘must‘ para los amantes de la Historia, un laberíntico recorrido por una ciudad horadada en la piedra, con su espectacular teatro griego, su anfiteatro romano y la famosa ‘oreja de Dionisio‘.
Ortigia, la isla-fortaleza de Siracusa
Pero si hablamos de Siracusa, tenemos que hablar de la preciosa isla de Ortigia, un islote conectado por medio de dos puentes a la parte continental de la ciudad, que se ha convertido en la referencia turística de este antiguo centro cultural de la Grecia clásica.
Ortigia fue el germen de Siracusa, una pequeña península convertida en ciudad fortificada que esconde un sobresaliente patrimonio en sus reducidas dimensiones.
Rodea el perímetro de la isla para descubrir las ruinas del templo de Apollo, la curiosa Fonte di Aretusa y el castillo Maniace, reservado ahora para fines militares.
Callejeando sin rumbo fijo, tendrás grandes probabilidades de dar con la coqueta playa de aguas cristalinas que se extiende al pie del conjunto amurallado.
Y con la Piazza del Duomo, un lugar donde admirar en vista de 360 grados el enorme patrimonio del que hablamos.
En esta plaza se encuentra la catedral o Duomo de Siracusa, así como la iglesia de Santa Lucía alla Badia, que esconde en su interior una de las pinturas más bellas y representativas del pintor Caravaggio.
Por último, no olvides perderte por el barrio judío de Ortigia, un entramado laberíntico de calles estrechas que en su día fue convertido en gueto, pero que hoy se ha transformado en una zona muy tranquila y agradable para pasear (y para posturear).
Es un bello y estrecho caos engalanado con restaurantes con encanto y con antiguas casas y patios donde destacan flores, plantas, bicicletas y otros mil detalles.
Yacimientos arqueológicos aparte, Ortigia es sin duda la perla de Siracusa.
Ragusa: la ciudad más bella y aguerrida
Ragusa es la capital de la provincia del mismo nombre, tras arrebatarle protagonismo ancestral a su vecina Módica, otra de las grandes localidades del sureste de Sicilia. Como supondrás, el pique entre ambas ciudades es y será, para siempre, eterno.
Ragusa es otra de las ciudades de Sicilia que más sufrió las consecuencias del devastador terremoto que asoló la isla en 1693.
Encaramada en la loma de un profundo cañón en la zona de los Montes Ibleos, gran parte de la Ragusa primitiva fue completamente destruída.
Así, especialmente a partir de aquel fatídico día se diferencia claramente entre Ragusa Ibla (Ragusa ‘La Vieja’, la que más sufrió el terremoto), y Ragusa Nueva o Ragusa Alta, construida a posteriori en la parte alta, sobre la meseta del cañón, siguiendo ya directrices urbanísticas más seguras y mejor pensadas, orientadas a paliar los efectos de posibles nuevos desastres.
El desnivel entre la parte nueva y la parte vieja de la ciudad es tal que se aconseja empezar la visita en la parte alta, que no tiene demasiado para ver (en comparación con la parte vieja) pero que ejerce de atalaya perfecta para divisar la grandeza de Ragusa Ibla.
Ragusa Ibla: la parte más antigua de la ciudad
De hecho, el recorrido más habitual es el de dar con la iglesia de Santa María de las Escaleras, y descender desde allí las interminables y empinadas escaleras, llenas de improvisados miradores, que conectan las dos partes de la ciudad.
El recorrido a la inversa puede ser motivo de un desmayo o una insolación de campeonato.
Menos mal que hay un autobús urbano, muy recomendable, que conecta ambas partes de la ciudad por 1,30€.
En Ragusa Ibla hay que destacar el entramado de calles estrechas, miradores, iglesias barrocas y bellos palazzos que siembran de nobleza esta hermosa parte de la ciudad vieja.
La catedral de Ragusa, el duomo di San Giorgio, también tiene sitio en esta parte de la ciudad, asentada sobre una peculiar y empinada plaza rectangular.
Como curiosidad en la parte baja de Ragusa Ibla, cabe destacar una pequeña capilla –que pasa inadvertida- y la puerta de San Jorge, de estilo gótico, los dos únicos rincones de la antigua Ragusa que aguantaron los embates de aquel terremoto cuya fecha ningún ragusiano olvida.
Contemplar desde el fondo del cañón, a los pies del alegre río que circula por él, el remolino de casas de Ragusa Ibla que se aferran a la forma y geología de la montaña, buscando protección en altura, es un espectáculo solo comparable al desnivel existente con la parte nueva de la ciudad. Sin duda, Ragusa obtiene el premio a la localización más excéntrica y atrevida entre las ciudades de Sicilia.
Trapani: salinas y aires vintage en una ciudad de confluencias
Probablemente una de las ciudades ‘sorpresa’ de nuestra ruta en coche por Sicilia. El encanto de Trapani comienza a las afueras de la ciudad, en sus conocidas salinas situadas frente al mar, otrora gran fuente de riqueza para la zona.
Con parcelas inundadas coronadas por pequeños molinos de viento, hoy en día las salinas se pueden visitar, por libre o de forma guiada.
Desde esta zona es posible contemplar uno de los atardeceres más bonitos de Sicilia. El lugar tiene magia. Romántico a más no poder.
Sin embargo, la gracia y el salero de Trapani no reside solo en las salinas, sino que el aire vintage y ciertamente decadente de esta ciudad también tiene su gancho.
Posee un centro histórico muy coqueto, con la calle Vittorio Emanuele como máxima exponente de una arquitectura donde se apelotona la catedral de San Lorenzo y numerosas iglesias y palacios que vivieron épocas mejores.
Trapani es una ciudad que mira de frente al viajero, que no sabe dar la espalda al mar. Prueba de ello es el paseo perimetral por su muralla defensiva, llamado ‘Muro de la Tramontana‘, en la parte norte de la ciudad.
Desde la antigua lonja de pescado hasta la torre-bastión de Ligny, con alguna que otra incursión perfecta para el street photography, las casas y fachadas de colores nos traen recuerdos y aires de un viejo y romántico Mediterráneo.
Entre calles con paredes desconchadas donde los aparatos de aire acondicionado pelean por hacerse un hueco con la ropa tendida y los indomables cables de luz, la vida discurre con parsimonia en las calles de Trapani.
El alboroto y griterío de tinte teatral se reserva para la nueva lonja de pescado, junto al bullicioso y sucio puerto pesquero de la ciudad. La zona nueva del puerto se reserva para el transporte de mercancías y los ferries, que cruzan mayormente a las islas Egadas, con la isla de Favignana como destino principal.
Una de las cosas que te sacará la sonrisa en Trapani es ver a señoras mayores que tiran desde su ventana o balcón de una cuerda, que a modo de polea artesana y coronada por una pequeña cesta, les ayuda a subir el pan y la compra del día, también el correo, hasta casa. En muchas viviendas antiguas, incluso en palacios de varios pisos, al no haber posibilidad de instalar ascensores, las escaleras son un impedimento para la gente mayor. Este curioso mecanismo y salvoconducto no lo vimos en ninguna otra de las ciudades de Sicilia que visitamos.
Trapani is different. Esta ciudad del oeste de Sicilia tiene un punto de confluencia canalla muy interesante, que mezcla lo más típico del sur de Italia con su cercanía con África.
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Esto se nota especialmente en la gastronomía local, donde no te puedes ir sin probar el típico cuscus de pescado. Personalmente, te recomendamos probarlo, junto con otras especialidades de pasta como los busiate con pesto alla trapanese, en el pequeño, discreto y coqueto restaurante Trattoria del Corso.
Sin olvidar los famosos granizados artesanos de Colicchia, un acertado chivatazo de nuestros amigos de SaltaConmigo. Grazie mile!
Noto: el jardín de piedra más bello de Sicilia
De entrada, es significativo que Noto sea conocida y reconocida como ‘el jardín de piedra’. En este próspero y fértil ‘jardín’ del sureste de Italia, florecen nada más y nada menos que 15 palacios y 50 iglesias y templos religiosos.
Pocas veces verás una calle principal de una ciudad con tanta concentración de iglesias, basílicas, edificios y monumentos de tanta relevancia.
Noto vive rodeada de un aire barroco y narcisista que ninguna otra ciudad de la isla conseguirá tener nunca. Parece mentira que una localidad relativamente pequeña (poco más de 10000 habitantes) tenga un patrimonio tan reseñable y tan concentrado.
Tal es así que la UNESCO no ha dudado en utilizar el nombre de Noto como cabecera para declarar como Patrimonio de la Humanidad el conjunto de “Ciudades del barroco tardío de Val di Noto”. Entre las ciudades más conocidas que se encuentran en este conjunto UNESCO están la propia Noto, Catania, Módica, Ragusa y Scicli, entre otras.
Noto es una ciudad que cobra especial vida a la tarde-noche, cuando la luz del atardecer empieza a iluminar los adoquines de la calle Corso Vittorio Emanuele y viste de un color dorado muy especial las fachadas barrocas de sus bellas iglesias y monumentos.
La magia en Noto surge al atardecer: las terrazas se llenan y los turistas comienzan a desfilar bajo el Arco del Triunfo (también conocido como Porta Reale).
Los más curiosos suben a la cúpula de la iglesia de San Carlos y los foodies se agolpan en enotecas donde sirven vino y embutidos de la zona.
La belleza de Noto abruma. Llegará un momento en el que no sabrás qué iglesia de todas tiene condición de duomo; a qué santa o santo venera el templo que acabas de visitar; de qué siglo eran los frescos que la iglesia de Santa Chiara en su interior.
Noto es una ciudad que vive a lomos de un turismo que busca la belleza barroca sin renunciar a las comodidades modernas. Para gustos, los colores de Noto.
Tiendas de souvenirs y terrazas ubicadas en palacios con unas entradas y unos soportales de alucinar. Hay severos contrastes que solo tienen sentido en Noto, y por extensión, en Sicilia.
Abruma y confunde, pero te aseguramos que nunca olvidarás el paseo al atardecer por la ‘Milla de Oro de Noto’.
Scicli: el elegante lugar de aventuras del comisario Montalbano
Si eres seguidor de la serie ‘El Comisario Montalbano’, probablemente te suene el nombre de ‘Scicli’.
Uno visita esta localidad (de nombre difícil de pronunciar) con la idea de que es un pueblo relativamente pequeño, pero basta con elevarse hasta el mirador e iglesia de San Mateo para comprobar que las dimensiones de Scicli engañan bastante.
Enclavada en un pequeña llanura que parece estar hecha a medida para la ciudad, diferentes cañones y carreteras parecen confluir con inusual acierto en esta localidad de aire campechano donde se sitúa la famosa comisaría de Montalbano.
Imprescindible pasear por el coqueto y agradable centro de la ciudad, admirar el Palazzo Beneventano y subir por la tortuosa cuesta (de piedra muy desgastada) que conduce al mencionado mirador. Las vistas recompensan.
Para los amantes de la buona vita, siempre será una buena idea tomar algo en una de las múltiples terrazas que dotan de especial vida a la ciudad.
O cenar una pizza junto al río en Osteria del Ponte, un buen restaurante que nos recomendó una pareja de locales.
El Comisario Montalbano es un tipo listo. Viejo zorro, eligió una localidad tranquila, donde se respira calidad de vida, como base de operaciones.
Seguro que tras visitar Scicli, no te importará ayudarle a resolver sus casos durante algún tiempo.
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Nosotros mataríamos por un contrato en prácticas para seguir descubriendo junto a él los rincones secretos y las historias de la amable gente que vive en este bello municipio de la provincia de Ragusa.
Taormina: historia y luminosidad frente al mar Jónico
‘Luminosidad’ es la palabra que mejor define a Taormina. El aire barroco y serio de muchos monumentos que veremos en otras zonas y pueblos bonitos de Sicilia, muta aquí a colores blancos y luminosos que armonizan con los colores del mar Jónico, y que salvando las distancias, recuerdan a algunas ciudades de la Toscana.
Taormina es una ciudad relativamente pequeña, turística como pocas, afanada en digerir -como puede- las hordas de turistas que recibe cada día, prácticamente durante todo el año.
La afluencia de visitantes a esta urbe de origen griego encaramada a un cerro imposible está más que justificada. Taormina es uno de los pueblos más bonitos de Sicilia.
Tiene tantas cosas a las que prestar atención concentradas en un reducido espacio, que probablemente pases por alto el Teatro Odeón, un teatro romano que permanece escondido tras la iglesia de Santa Caterina. Triste pero cierto, porque el principal foco de atracción turística lo constituye el teatro greco-romano de Taormina, icono inequívoco de la ciudad, y uno de los monumentos más reconocidos de Sicilia.
Personalmente, quizás por las altas expectativas que nos habíamos generado en nuestra mente, la visita a este importante yacimiento arqueológico nos decepcionó parcialmente, quedando más impresionados con los teatros de Catania y de Segesta.
Probablemente tenga mucho que ver en esta opinión subjetiva la cantidad de gente con la que nos topamos, y el hecho de visitarlo por nuestra cuenta, sin audioguía.
Hay que resaltar que el teatro de Taormina se utiliza en verano como escenario de espectáculos y actuaciones artísticas, con toda la parafernalia que ello conlleva, por lo que si puedes ir fuera de temporada, mucho mejor.
Menos mal que al bajar del teatro nos sacudimos parcialmente la decepción a golpe de un riquísimo arancino di melanzane comprado en uno de los millones de ‘chiringuitos’ (léase foodtrucks, puestos de helados, bares, cafeterías, restaurantes, etc.), ávidos de incautos turistas -como nosotros-.
Volviendo a las sensaciones positivas y a la luz de Taormina, quizás parte de esa luz natural que recibe y proyecta Taormina en sus calles y edificios tenga que ver con la proximidad al volcán Etna. Si Catania mira al Etna de frente, Taormina también vigila de reojo las constantes fumarolas de este cono volcánico de dimensiones colosales.
Cruzar Taormina de extremo a extremo es una tarea sencilla, rápida y visualmente muy agradable. Solo hay que seguir el discurrir de la bella calle peatonal corso Umberto, desde Porta Catania a Porta Messina.
La dirección en la que efectúes este recorrido es totalmente secundario. La cantidad de tiendas de souvenirs y el fashion shopping oportunista desvirtúa algo el paseo, pero las callejas, escaleras, casas de aire nobiliario y patios que salpican los laterales de la calle principal nos recuerdan a una antigua y esplendorosa Taormina.
Existen dos grandes puntos de referencia en la trama urbana de la ciudad: la plaza donde se erige el sencillo Duomo di Taormina, junto a una coqueta fuente de cuatro caños, ambas de un color blanco resplandeciente; y la piazza IX Aprile (plaza 9 de Abril), a la que se entra por un magnífico tercer arco o puerta, y donde la belleza y luminosidad de Taormina suben de nivel; al igual que el poder adquisitivo de los turistas más pudientes que deciden sentarse en las caras terrazas de la plaza. Tengas el bolsillo que tengas, siempre podrás asomarte a esa enorme balconada hacia la bahía Giardini-Naxos y el Etna, un auténtico regalo para los sentidos.
Por cierto, Taormina es una ciudad muy complicada de interpretar cuando llegas a ella en coche por primera vez; el caótico scalextric sembrado de rampas, garajes, viaductos y túneles puede resultar desconcertante. El centro de Taormina es peatonal, no estando permitida la entrada del vehículos, excepto residentes y vehículos autorizados.
Por ello, nuestro consejo es que no te vuelvas loco ni pierdas tiempo buscando aparcamiento gratuito en Taormina; no lo hay, y si lo hay, vas a dejar el coche mal aparcado en un arcén con alto riesgo de que te multen. Por ello, aparca en uno de los múltiples aparcamientos privados, de pago por supuesto, que se sitúan en la parte suroeste de la ciudad, en la parte que mira a Catania. Te olvidas de problemas y en due minuti estás en Porta Catania, principal punto de acceso a la ciudad de Taormina.
Psssst! Echa un vistazo a estas excursiones para visitar Taormina, el Etna y alrededores de la mano de un guía local:
Módica: la séptima maravilla del mundo barroco
De no ser por el pique histórico que tienen con la capitalidad de la provincia de Ragusa, Módica y Ragusa bien podrían ser ciudades hermanas. Les unen más cosas de las que les separan: la localización y corta distancia entre ellas, la estructura urbana y la desgracia del terremoto de 1693. Módica también se ubica en la zona de los Montes Ibleos, intentando cabalgar sobre las paredes de un profundo cañón.
Uno se da cuenta del complejo conglomerado de casas y de la diferencia de altura existente entre Módica Alta y Módica Baja cuando circula en coche por el famoso puente Guerrieri, que salvando el cañón de lado a lado, es uno de los puentes más altos de Europa. Este puente conecta ahora estas dos zonas de la ciudad con otra zona nueva que se ha ido poblando durante el último siglo, llamada coloquialmente ‘Módica Moderna’. Circular por este puente impone. Vaya obra de ingeniería.
Es probable que Módica Baja nunca llegue a ser tan bonita y conocida como su vecina Ragusa Ibla, pero no será por falta de obras de arte. De hecho, las obras del barroco siciliano que atesora Módica, con la catedral de San Giorgio (San Jorge), patrón de la ciudad -como en Ragusa- como máximo exponente, son más que reseñables.
Reconstruída tras el correoso terremoto de 1693, los expertos aseguran que este monumento debería formar parte de las ‘Siete maravillas del mundo barroco’. Al menos, Módica está incluida como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO dentro del conjunto “Ciudades del barroco tardío de Val di Noto”. ¿Tienen cosas en común Módica y Ragusa? 😉
Cefalú: la joya de la costa Tirrena
Da igual todo lo que te hayan contado, todo lo que hayas leído y las fotos de Cefalú que hayas podido ver en la red. Cefalú tiene gancho.
Este municipio asomado al mar Tirreno se ha ganado a pulso ser una de las localidades más turísticas de Sicilia, un reconocido destino de sol y playa en la parte norte de la isla.
A ello contribuyen sus playas de arena, las antiguas casas multicolor de pescadores colgadas sobre el puerto y un casco histórico enrevesado a más no poder.
Por supuesto, y la suerte o desgracia de vivir bajo una mole caliza de 268 metros de altitud a la que se le conoce como ‘La Rocca’.
Es otra de las postales típicas de Sicilia junto al volcán Etna y el teatro griego de Taormina.
Esta pintoresca localidad lo tiene todo para triunfar, desde una altiva iglesia con un claustro maravilloso hasta unas vistas de las islas Eolias que ya quisieran muchos.
Su fama como destino estival ha propiciado que se haya urbanizado la zona de playas de la bahía sobre la que se asienta la localidad; la parte positiva es que se ha protegido el acceso al casco histórico de Cefalú, de exclusivo acceso peatonal.
Se hace difícil capturar a día de hoy la esencia de aquel humilde pueblo de pescadores de antaño, con unas pintorescas calles donde se percibe que la hostelería y el comercio han caído rendidos ya a las tentadoras garras del turismo de masas.
Nos queda el consuelo de darnos de bruces con un curioso y sombrío lavadero medieval por donde discurre un frío riachuelo que luego desemboca en la playa.
De cruzar la famosa Porta della Pescara, que fue puerta de entrada de pescado y que ahora es puerta de acceso a la playa.
De coronar un bastion defensivo (bastione di Capo Marchiafava) que aguanta los embates del mar Tirreno;
Deambular por calles de pendiente pronunciada y rincones con encanto en busca de restaurantes.
Además, siempre tendrás la posibilidad de huir del centro histórico y ponerte a prueba, previo pago de 4€, con la exigente ruta de subida a La Rocca.
No te olvides llevar agua y calzado adecuado. Nada de chancletas y sandalias; nada de subir en las horas centrales del día en verano.
La recompensa son unas vistas de campeonato. Eso sí, sobre el estado de conservación y puesta en valor de los yacimientos que allí se encuentran, se puede escribir un libro; o mejor, una novela negra.
Las ruinas de la estructura megalítica que se conoce como el templo de Diana, así como el yacimiento y las ruinas del antiguo castillo que un día defendió La Rocca, dejan mucho que desear.
Erice: un inexpugnable bastión defensivo sobre Trapani
El promontorio sobre el que se asienta la ciudad de Erice bien podría compararse con ‘La Rocca’ que protege y desafía la belleza de Cefalú.
En el caso de Erice, llamada Monte San Giuliano hasta 1934, la urbe que está a sus pies es Trapani, flanqueada por sus famosas salinas y el archipiélago de las islas Egadas.
Erice es una localidad de marcado carácter defensivo construida sobre una montaña que se alza a más de 600 metros de altitud, muy cerca del mar.
La Porta Trapani nos abre las puertas de una ciudad de aire medieval y ancestral que con sus calles de adoquines y rudas casas de piedra, como si de un pueblo de alta montaña se tratase.
Esta fortaleza tuvo como objetivo proteger a sus habitantes (actualmente 28.000, incluyendo pedanías) y desanimar a cualquier potencial atacante. No nos queda ninguna duda de que cumplió su función con creces.
En lo alto de Erice se erige el castillo de Venere, con su singular Torretta Pepoli.
Desde esta fortificación que domina el altivo emplazamiento, se controla, en una perfecta visión de 360 grados, todo el litoral desde Trapani a Marsala, con un inmenso mar de salinas de por medio, y la zona costera que se extiende a los pies del Monte Cofano, camino de Capo San Vito y Palermo.
Por mucho calor que haga a pie de mar, la altura hace que en Erice corra siempre algo de brisa, e incluso refresque algo por la tarde.
También es habitual que con el calor, las brumas que se forman en el mar asciendan rápidamente y choquen contra el monte San Giuliano, envolviendo la ciudad en una fría y espesa neblina que dota a Erice de un aspecto misterioso y fantasmagórico, a la vez que fotogénico.
La subida en coche a Erice es muy cañera. Si te gusta conducir, te divertirás conduciendo por la carretera que asciende desde Trapani y desde Valderice.
Como si de un exigente final de etapa del Giro di Italia se tratara, prepárate para afrontar una carretera con mucha pendiente y con curvas de herradura para dar, tomar y regalar.
Conduce con precaución, disfruta de las vistas mientras vas ganando altura, y piérdete por las preciosas calles, pasadizos y escaleras de Erice, una de las ciudades más bonitas de Sicilia, y probablemente, la ciudad con mejores vistas de la isla.
[Bonus track] Otras ciudades principales de Sicilia (menos turísticas)
Hasta aquí nuestra lista de ciudades turísticas de Sicilia. Sí, somos consciente de que esta lista totalmente subjetiva podría ser interminable, pero este artículo se centra principalmente en resaltar las ciudades más importantes, las más conocidas o turísticas. De todas maneras, con el objetivo de completar la información, listamos y repasamos a continuación otras ciudades de Sicilia, que por tamaño, ubicación, o por algún motivo concreto, merecen completar esta lista, y quién sabe, si una visita por tu parte. Son menos turísticas, que no menos importantes. Tenlas en cuenta a la hora de planificar tu viaje a Sicilia. Nuestro roadtrip en familia ya no daba para más :(.
Agrigento: ubicación ideal para visitar el Valle de los Templos y Scala dei Turchi
Es la ciudad más cercana al conocido Valle de los Templos. Tan cercana, que la ciudad como tal queda a menudo eclipsada por el extraordinario patrimonio que atesora este mundialmente conocido parque arqueológico.
Dicen que los templos mejor conservados de la Antigua Grecia (incluso mejor que en la propia Grecia) están aquí, al ladito de Agrigento. Solo por este motivo, Agrigento siempre será una ciudad de referencia en el sur de Sicilia. Pero es que además, desde esta urbe también se accede a los famosos acantilados de Scala dei Turchi, con lo que Agrigento y alrededores son un campo base ideal para visitar estos dos rincones imprescindibles de Sicilia.
Marsala: confluencia de culturas al oeste de Sicilia
Agrigento y especialmente Trapani le roban protagonismo a esta ciudad del far west siciliano, también conocida por sus salinas junto al mar. Las malas lenguas dicen que es la zona de Sicilia que más influencia recibe del continente africano, no solo a nivel de gastronomía.
Junto con Mazara del Vallo, esta ciudad portuaria queda un poco a desmano de la ruta habitual, ya que muchos turistas -como nosotros- optan por tomar la vía directa desde Selinunte a Trapani.
Nos queda la pena de no haber vivido in situ esa fusión inter-cultural que se da en Marsala, ni haber podido cruzar desde allí a la isla de Favignana, conocida como ‘la Formentera de Italia’. Quizás en otro viaje.
Messina: la ciudad del Estrecho
No estaba en nuestra agenda e itinerario, pero tras leer los comentarios tan positivos que tiene la visita guiada a Messina, nos queda cierta pena de no haber visitado esta ciudad costera que ejerce de nudo de comunicaciones fundamental en la isla de Sicilia.
La ciudad toma prestado el nombre del estrecho de Messina, accidente geográfico de apenas 12 kilómetros que separa Sicilia de la Italia continental, de ‘la bota’.
Es una urbe de más de 250.000 habitantes donde sobresale su enorme puerto industrial, desde donde parten los ferries para cruzar a numerosos puntos de Italia, como por ejemplo Villa San Giovanni o Regio di Calabria, localidades situadas en la mismísima “puntera” de Italia.
Las autopistas de Sicilia también tienen en Messina un punto de encuentro importante, ya que la autopista de pago AP-9, que realizar el trayecto Palermo-Cefalu-Messina, se transforma a partir de este punto en la autopista AP-7 dirección Taormina-Catania-Siracusa, una vía que es gratuita. A partir del estrecho de Messina, también se cambia de mar, pasando de disfrutar de los colores del mar Tirreno al Mar Jónico en tan solo unos kilómetros de distancia.
Aunque no sea una referencia turística, Messina tiene catedral, tiene monumentos y tiene muchos kilómetros de playas hacia ambos lados. Quién sabe, más allá de su estratégica localización geográfica, a Messina quizás haya que aprender a mirarla de forma adecuada.
Milazzo: punto de embarque hacia las islas Eolias
Milazzo es otro punto que merece especial atención geográfica en la isla de Sicilia. ¿Por qué? Por cuatro grandes motivos: es una zona del mar Tirreno que tiene buenas playas; al final de la península se encuentra la famosa piscina de Venere; tiene una notable fortaleza de la época española.
Y por encima de todo, Milazzo es una ciudad conocida por ser el punto de embarque más cómodo y habitual para cruzar a las Islas Eolias, ese misterioso archipiélago volcánico del noreste de Sicilia.
Sí, Milazzo es esa puntiaguda lengua de tierra que dejas a mano izquierda cuando circulas desde Palermo hasta Messina, Taormina o Catania por la ruta más rápida, por la autopista. Si estás buscando cómo o desde dónde cruzar a las islas Eolias, Milazzo es la respuesta adecuada. Fin de la discusión.
Y hasta aquí llega nuestra guía de viaje de las ciudades más importantes de Sicilia para visitar. Seguro que nos hemos dejado alguna ciudad con encanto en el tintero, pero hemos querido incluir las principales ciudades de la isla, las más reseñables turísticamente hablando, las ‘imperdibles’.
Como decíamos, Sicilia es una isla muy extensa, con mucho para ver, y con una gran cantidad de ciudades y pueblos relativamente grandes, que por patrimonio y por su elevado número de habitantes, hay que tenerlos en cuenta en cualquier viaje a Sicilia. Esperamos que esta lista de lugares de interés te ayude a planificar mejor tu ruta en coche por Sicilia, la isla más grande del Mediterráneo. Buon viaggio!
Si echas en falta en esta lista -totalmente subjetiva y personal- alguna ciudad o localidad turística que consideras imprescindible, no dudes en dejarnos un comentario con tu propuesta de ciudades que ver en Sicilia. Grazie mile!
Disclaimer:
- Esta lista es totalmente subjetiva y en ella se han incluido tanto localidades que tienen categoría y título oficial de ciudad (como mi Eibar natal), como importantes pueblos turísticos de Sicilia que son relativamente grandes. La línea que separa ciudades de localidades con un importante número de habitantes es más delgada y ambigua que nunca en Sicilia.
- Esta lista personal está basada en la experiencia de haber recorrido Sicilia en coche durante dos semanas y en el posterior trabajo de documentación, especialmente sobre aquellas ciudades menos ‘turísticas’ que no se han visitado en ese viaje.
- Las fotos de Flickr utilizadas tienen licencia permisiva con el uso comercial de las mismas.
Información práctica:
- Vuelos baratos a Sicilia. Principales aeropuertos de la isla:
- Si buscas alojamientos especiales, diferentes a lo habitual, te recomendamos echar un vistazo a la selección de alojamientos con encanto en Sicilia que ofrece ShineSicily, grandes conocedores y auténticos especialistas en viajes a Sicilia.
- Por ejemplo, en la zona de Ragusa, nosotros nos alojamos en Casina di Grotta di Ferro, un alojamiento de ensueño, donde la experiencia fue maravillosa.
- Otros alojamientos en Sicilia
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- Alquiler de coches en Sicilia.
- Tours, excursiones y actividades chulas en Sicilia. Nos han llamado especialmente la atención y tienen comentarios muy positivos de los usuarios que las han disfrutado:
- Si te gusta comer bien –> Selección de restaurantes donde comimos durante nuestra ruta en coche por Sicilia (lista de Google Maps).
- Guía de viaje de Sicilia (Lonely Planet)
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Saludos!
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¡Gracias por el artículo! Estaba pensando en Sicilia para una escapada y me ha dejado toda la info super clara. La verdad que Italia es preciosa y nunca tenemos suficiente jaja
Hola Patri! Sicilia os va a encantar, es como un micro-país dentro de Italia, con todo lo bueno de Italia, y con aditivos sicilianos auténticos, y no sólo a nivel gastronómico. Tened en cuenta que la isla es grande, por lo que dependiendo de cuántos días tengáis para esa escapada, te recomendamos concentrarte en una zona concreta, sin pegarte demasiada paliza en coche, o lrgar la estancia ;). Es una isla que merece mucho la pena, y de la que volverás completamente enamorada. Grazie e saluti!
Muy completo! nos lo guardamos en Marcadores ya mismo que el año que viene tenemos planeado un súper viaje por esas tierras 🙂 🙂 🙂
Hola chicos! Muchas gracias por vuestro comentario. Esperamos que la info os sea de utilidad, al menos, para saber qué es lo que vais a poder encontrar, a grandes rasgos, en las principales ciudades de Sicilia. Ese ‘súper viaje’ suena muy interesante, y Sicilia es una tierra a la que merece dedicarle un buen tiempo (2 semanas mínimo), para verla y empaparse con calma de todo lo mucho que tiene. Cualquier cosa, no dudéis en volver a pasaros por aquí para comentarnos, a ver si poco a poco vamos publicando otros artículos de este viaje. Gracias y saludos!
Con semejante reportaje fotográfico ( muy chulo por cierto ) entiendo que si no hay fotos desde el Etna es que no subisteis. Nosotros subimos desde Nicolosi e hicimos noche en el refugio Sapienza. El paisaje a medida que vas subiendo se hace oscuro, parece que te acercas a Mordor. Desde el refugio ( que todo se ha de decir le quita un poco el encanto al lugar ) puedes subir con un funicular hasta los 2500 metros, incluso más arriba con unos camiones todoterreno, aunque nosotros optamos por el funicular. A medida que subes el paisaje impresiona más, es todo negro, pura desolación. Si alguien se anima, sobre todo id bien equipados porque incluso en verano es una zona bastante fría y con bastante viento. Informaos bien antes de ir porque este diciembre hubo una erupción y no se como estará la zona.
Hola! Gracias por el comentario y por esta interesante información sobre la visita al Etna. El Etna no podía faltar en nuestro viaje por Sicilia, pero sinceramente, no lo hemos incluido en este reportaje, que está íntegramente dedicado a ‘ciudades sicilianas’, no a otros parajes naturales ni monumentos de la isla. A ver si sacamos tiempo para contar nuestra experiencia en un reportaje específico sobre el volcán en activo más grande de Europa, ya que tenemos muchas cosas buenas y algunas malas que contar al respecto. Gracias y saludos!