Hay dos cosas que siempre hago en cualquier viaje a Madrid. Sea un viaje en clave de ocio o por motivos de trabajo, hay dos visitas gastronómicas que se han convertido en imprescindibles para mí en la capital del oso y del madroño. Hablamos de placeres castizos y sencillos, nada de altos vuelos, que disfruto durante mis periplos madrileños, donde ya nunca falto a la cita con el clásico bocadillo de calamares y con la cocina casera del restaurante La Sanabresa, uno de los sitios más auténticos y económicos para comer un menú del día bueno y barato en el centro de Madrid, cerca de Antón Martín. ¿No te lo crees? Anda, siéntate conmigo a la mesa.
Índice de contenido
Un restaurante clásico con raíces zamoranas que siempre está lleno
Bueno, en realidad te vas a sentar conmigo y con una pareja de japoneses que devora platos como si no hubiera un mañana; con dos abuelos madrileños que se juntan allí para comer todos los días; con un grupo de dicharacheros italianos que visitan por primera vez Madrid; con una cuadrilla de obreros que trabajan en una obra cercana y apenas tienen una hora para comer; con una madre y un hijo que comparten mesa y reflexiones familiares; y con un guía turístico que hace las delicias del grupo de americanos con el que viaja cuando pide un par de botellas de Ribera del Duero. Vaya fauna, ¿no? Si a todo esto añades un vasco al que le gusta comer bien, la escena podría parecer un chiste, pero lo cierto es que ésta es una escena habitual en La Sanabresa restaurante.
No pueden faltar en la escena los clásicos camareros sorteando mesas dispuestas de forma algo caótica, cual partida de Tetris nivel 17, rudos a la vez que entrañables y muy serviciales. Camareros que conocen a gran parte de su clientela habitual; camareros que chapurrean el inglés justo para explicar a los turistas extranjeros lo que lleva ese plato que le acaban de señalar en la carta (perfectamente traducida al inglés). Aquí conviven en perfecta armonía gente local y turistas (una pasada de turistas asiáticos), supongo animados por las buenas reviews y opiniones que atesora el restaurante en sitios como Tripadvisor o Google Maps. Comanda y capitanea con soltura la sala un señor de bigote que conoce su negocio mejor que Messi las escuadras de las porterías. Se le ve buena gente.
En este local con decoración de hace décadas se come y se cena pronto. Esto no significa que tienen horarios nórdicos o franceses, pero ir tarde a comer en La Sanabresa puede significar tener que esperar un rato a que se libre alguna de las concurridas mesas. Por norma general, la gente come rápido y suele tener una rotación de mesas muy alta, incluso doblan turno de comidas, pero no es un sitio en el que la espera sea agradable; nada más entrar al local, te topas prácticamente con una barricada de mesas llenas de gente disfrutando de los platos tradicionales de la cocina sanabresa. De hecho, es habitual ver a gente esperando fuera, una vez han dejado anotado el nombre, para que les avisen.
Menús del día en La Sanabresa: tipos y precios
La Sanabresa ofrece diferentes tipos de menús y carta, opciones para todos los gustos, colores, nacionalidades y bolsillos. Los que más triunfan son los clásicos menús del día, un interminable surtido de primeros, segundos y postres con el que te puedes poner como un Pepe. En realidad hay dos menús del día: uno de 10 € y otro de 11 €. Tremenda diferencia, ¿eh? En el primero tienes 16 primeros para elegir, y más de 12 segundos platos donde perderte. Son platos muy sencillos, sin grandes pretensiones, pero tú me dirás en qué otro sitio encuentras esta variedad por ese precio. Con postre, pan y bebida incluida nos vamos a los 10 €. Personalmente no me arriesgaría con el vino de la casa de este menú, pero lo dicho, no se puede pedir más.
Y por only one euro more, es decir, por la escandalosa cifra de ¡11 €! damos un pequeño salto de calidad en los menús de La Sanabresa. Se repiten prácticamente los mismos 16 entrantes del primer menú, pero a nivel de segundos platos, tenemos cerca de ¡20! opciones para elegir, donde destacan algunos platos potentes de carne, y una variedad de pescados que quizás no te esperabas en un sitio así.
Verás platos tradicionales típicos de cualquier menú del día, pero te prometo que siempre habrá algún plato que llame tu atención, que te apetezca probar, en la larga lista de opciones de estos dos menús económicos. Algunos segundos platos, especialmente los de carne, por calidad y por cantidad, bien podrían ser dignos de otro tipo de menús más elaborados.
Uno de los mejores menús del día en Madrid
Otra de las características diferenciales de La Sanabresa es que sirven menú del día, y el resto de menús que ofrecen, tanto de día como de noche. ¿Que te apetece cenar un señor menú del día? No problem. Trabajan sin descanso en hacer feliz, sin trampa ni cartón, a la gente que les visita, ofreciendo los mismos platos sean las 14 o las 22:00 horas. No problem con los horarios.
Uno de los platos que destacaría del menú del día de 10 € son las berenjenas rebozadas a la miel. Se ve que es una de las especialidades de la casa, porque no dejan de sacar platos y platos. Láminas finas de berenjena, bien rebozadas en aceite, y con un ligero toque dulce de miel. Un señor plato, diferente, que bien podría ser para compartir, porque con el rebozado y el aceite, corre el riesgo de saturar al comensal.
Los segundos platos del menú de 10 € puede que se queden algo cortos. No tienen ni punto de comparación con los del menú de 11 €, que son señores platos, pero tenía capricho de las berenjenas rebozadas, ¡qué le vamos a hacer! Opté por unas albóndigas caseras en salsa. Más ricas de lo que su apariencia visual pueda decirnos, llevan la típica salsa con ligero toque a vino blanco. Están ricas, pero como digo, creo que hay otros platos más interesantes en este menú, por ejemplo, el clásico lacón a la gallega o las berenjenas rellenas.
Admito que no pedí las berenjenas rellenas por vergüenza, por cambiar un poco de alimento base en el segundo plato. En fin, lo de siempre: hay que confundirse para saber qué pedir en próximas ocasiones. Menos mal que una sencilla pero arreglada crema catalana de postre intermedió en el conflicto culinario.
Comer a la carta en La Sanabresa: platos sencillos y precios económicos
Más allá de estos dos menús de 10 y 11 €, disponen de un menú especial de 18 €, que tiene ya cierto nivel. Sin embargo, más allá de menús prefijados, La Sanabresa es un sitio en el que comer a la carta es muy económico, por lo que muchas veces, por muy poquito más, comes lo que te apetece y sales el triple de contento. Es lo que normalmente suelo hacer yo. Es más, la lista de platos, tanto en primeros como en segundos, es interminable y los precios de la carta de La Sanabresa son muy asequibles, impensables en otros locales del centro de Madrid.
Como buenos oriundos de la meseta castellana, manejan bien las carnes, la caza y los platos de cuchara, perfectos para meter algo de calor en el cuerpo durante el frío invierno. Personalmente soy muy fan de la sopa castellana que preparan en este restaurante cerca de Antón Martín, en la zona de Huertas. La sirven bien caliente (déjala enfriar un pelín), con bien de pan, con huevo y con buenos tropiezos. El precio lo veis mejor luego, en la foto de la cuenta. De cine.
Carta de vinos sorprendente: protagonismo para los vinos de Toro y Ribera del Duero
Disponen de una carta de vinos bastante maja, con un notable hueco para los vinos de Toro y Ribera del Duero. Hay referencias más clásicas en la línea Rioja, pero la selección es amplia y funcionan mucho con botellas de 3/8, medida perfecta si vas a comer solo. Decidí arriesgar con un Ribera del que no había oído hablar, y cuyo precio no era desorbitado. Probé un Carramimbre Roble, un vino tinto del mismísimo Peñafiel que lo tienen como ‘vino recomendado de la casa’. Vaya sorpresa más agradable. Y vaya precio más majo que tiene la botella pequeña.
Cocina casera tradicional con guiños a la cocina sanabresa
Un vino perfecto para acompañar una fría noche de Enero a base de sopa castellana y ¡rabo de toro! Otro plato que me encanta, y que en este casa, bordan. Qué guiso más rico, ¡por Dior! Yo le hubiera escurrido algo la grasilla sobrante (como veis, ocurre con algunos platos), pero la ración es generosa y el sabor te transporta a esa cocina casera tradicional, mitad sanabresa, mitad castellana, que a buen seguro se trabaja con más mimo y pasión que muchas nouvelles cuisines. Los guisos de las abuelas de antes. Todos los platos principales suelen ir siempre acompañados de algún tipo de guarnición, en este caso, patatas fritas caseras.
Con una sopa contundente y un plato de guiso o carne de este estilo, acompañado con un poco de vino, has cenado mejor que cualquier marajá o jeque árabe. Rozando la gula extrema, pensaba decantarme por una tarta de queso para culminar el festín, pero ante la clásica pregunta de si es casera, me dicen que no la hacen ellos, que se la hacen fuera. Sinceridad ante todo, otra de las loables cualidades de este local y de sus amables camareros. Si tienes dudas, pregúntales, nadie mejor que ellos para orientarte y ayudarte a decidir. Me marco por tanto un ‘pasapalabra’, pasando al café solo y al chupito de orujo blanco casero; “del pueblo del jefe” me dicen. Qué cracks. Digestivo perfecto para bajar la copiosa cena. ¡Viva el pueblo del jefe!
Mientras pido la cuenta, vuelvo a mirar a mi alrededor. Es lo que tiene comer solo, que tienes tiempo para observar el contexto gastronómico. Veo parejas de enamorados, familias con niños, gente mayor, guiris de múltiples nacionalidades, cuadrillas de amigos y gente que viste traje y abrigo caro; también se percibe mucho cliente habitual de la casa, gente a la que se le saluda de forma especial, porque frecuenta el local y se le conoce muy bien. Hay una curiosa fusión de gente dispar en este local, una combinación de personas y clientes que da buena espina.
Dónde comer bien y barato en el centro de Madrid
Lo único que no me hace mucha gracia es la estrechez de paso entre algunas mesas, y las servilletas de papel, nada adecuadas para platos principales con los que es habitual ensuciarte las manos y los morros más de la cuenta. Lo del mantel de papel es entendible si pensamos en las manchas, pero limpiarse en una servilleta de papel muy simple, por tercera vez, cuando está ya deshilada en trillones de pedazos, resulta incómodo y poco higiénico. Es por comentar algo anecdóticamente negativo mientras traen la cuenta. Se mira de refilón y se paga con tarjeta sin titubeo alguno.
¿Qué opinas tú tras ver la cuenta? Los precios de los platos que he comido a la carta me parecen de auténtico escándalo. Me refiero a precios escandalosamente asequibles. Quizás sobra el detalle de cobrar el pan, que tampoco es que sea una maravilla y viene bastante justito para las maravillas de salsas y untes que dispensan en este humilde gastrotemplo. Si ese precio se dividiera e incluyera directamente en los precios de los platos degustados, probablemente este comentario dejaría de existir. ¿No crees que sería una fórmula mejor, y más justa?
Dejo propina, me levanto de la mesa, me despido educadamente de mi camarero y salgo del local con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Hace cuánto no te ocurre esto? Se lo curran y se lo merecen. ¡Qué bien se come siempre aquí, da gusto volver una y otra vez!
Ya has leído las razones por las que me gusta el restaurante La Sanabresa, con sus menús, su carta y sus precios; y también algunas cosas que no me gustan tanto de este sitio castizo y tradicional. Pero siendo objetivos, es muy difícil encontrar en la actualidad un sitio como éste donde comer un menú del día barato en el centro de Madrid. Es un sitio pequeño y ciertamente vintage que es lo que es y da lo que da, pero desde luego no se puede negar que trabajan con mimo la cocina casera, sin florituras, y que con un trato directo y cordial, dan lo mejor de sí para que la gente salga contenta de este restaurante que mira de reojo a Sanabria.
Llevan años brindando a los comensales platos típicos de la cocina sanabresa y de la meseta castellana, y fundamentan su modelo de negocio en esa sencillez, en una enorme variedad de opciones, tanto en el menú del día como en carta, y a unos precios realmente competitivos. Esa conjunción hace que el menú del día en La Sanabresa esté considerado como uno de los mejores menús del día en Madrid. No significa que sean imbatibles pero desde luego son muy difíciles de batir.
Si estás buscando restaurantes donde comer cerca de Antón Martín, en la zona de Huertas, te recomiendo que le des una oportunidad y lo pruebes. No estás en Sanabria por lo que no exijas peras al olmo; tan solo siéntate, abstráete de ciertos detalles y disfruta de un buen rato gastronómico a muy buen precio. En pocos sitios comerás tan bien, de calidad y de precio, como en La Sanabresa restaurante en Madrid. Y si vas, no dudes en dejarnos un comentario contándonos qué tal ha ido tu experiencia. ¡Gracias!
Valoración @Lonifasiko: 4,2/5
Información práctica:
- Dirección: Calle Amor de Dios 12, 28014 Madrid
- Teléfono: +34 914 29 03 38
- Se aconseja reservar mesa con antelación para grupos. Si se va sin reserva, se recomienda ir pronto, tanto a comer como a cenar.
- Precios menús La Sanabresa: tienen un menú del día de 10 €, otro de 11 €, y un menú especial de 18 €.
- Parada de metro más cercana: Antón Martín.
- Artículo basado en 2 gastroexperiencias de diferente formato disfrutadas en Enero del 2018:
- Menú de 10 €.
- Comiendo a la carta: 19,35 € con lo descrito en la segunda parte de este artículo.
- Se puede pagar con tarjeta.
Información para completar tu experiencia en Madrid:
- Alojamiento en zona Huertas
- Hostales sencillos y económicos que te recomendamos cerca (porque los hemos probado)
- Cupón descuento en alojamientos Airbnb (si es tu primera vez)
- Free tour por Madrid (pagas al final la propina que consideres)
- Actividades y visitas guiadas especiales en Madrid
- Alquiler de coches en Madrid
- Vuelos baratos a Madrid
- Contrata tu seguro de viaje desde aquí.
On egin!
Ah! No olvides que también puedes seguir nuestras aventuras a través de nuestros perfiles en Twitter, Facebook, Google+, Instagram y Pinterest. ¿Mucho estrés? Sí, nosotros también confiamos en que no aparezcan más redes sociales ;-).
Madrid, ese lugar en el que aún quedan sitios con cierta autenticidad en los que no ha llegado la moda del blanco roto y decoración nórdica…
No lo conocía. Muchas gracias por el descubrimiento, Miguel. Habrá que ir a conocerlo…
Aupa Zigor! Conociéndote un poco, personalmente te veo más en otro tipo de restaurantes ;), pero como dices, la palabra que mejor describe este sitio es ésa: autenticidad. Son como son, cocinan como cocinan, y lo presentan como lo presentan; de una forma sencilla, alejándose de decoraciones y teatrillos culinarios artificiales. ¿Para qué? Hay gente a la que un restaurante así le puede poner de los nervios, y hay otra gente, como a mí, a la que le parece auténtico, incluso simpático si me apuras. Puede que el refrán de ‘Zapatero a tus zapatos’ lo inventarán aquí, en La Sanabresa. No dejes de avisarnos y de dejar tus impresiones, cuando te pases por allí, que seguro que tienes muchas ganas de Madrid. Eskerrik asko Zigor, un fuerte abrazo!