Mucha gente desconoce que grandes firmas del mundo de la moda fabrican sus complementos y artículos de marroquinería en Ubrique, a las puertas de la sierra de Grazalema. No es casualidad que hayan elegido a esta localidad gaditana como sede artesana de sus artículos de lujo. La industria de la piel nació, evolucionó y sigue innovando a día de hoy en las empinadas calles de esta conocida población del interior de Cádiz. Visitar el museo de la piel de Ubrique es la mejor manera de conocer este vivo legado y rico patrimonio, un emotivo y orgulloso viaje en el tiempo. Made in Ubrique, ¡a mucha honra!
Índice de contenido
Ubrique, a caballo entre dos importantes parques naturales de Andalucía
Por algo construyeron los romanos la antigua ciudad romana de Ocuri en un cerro cercano a la actual población de Ubrique. La situación geográfica de la localidad gaditana es envidiable. Inmejorable. Ubrique vive a caballo entre dos importantes parques naturales de Andalucía: el Parque Natural de los Alcornocales y el Parque Natural de la Sierra de Grazalema. Quién pudiera, ¿verdad?
Cada espacio natural aporta sus bondades y particularidades a nivel de condiciones climáticas y recursos, pero hay dos elementos o características especiales inherentes a esta tierra, que unidas al ingenio y al tesón ubriqueño, hicieron florecer a Ubrique a partir del siglo XVIII: hablamos del tanino del alcornoque y del agua -con gran cantidad de calcita- que circula por las entrañas subterráneas de Grazalema, preciado líquido que mana a través de las más de 100 fuentes que hay contabilizadas en Ubrique.
Fue a finales de 1700 cuando se descubrió que estos dos elementos producían, de manera natural, una reacción química perfecta para transformar las pieles crudas de los animales en cueros de magnífica calidad.
La curiosa terminología ubriqueña: precisos, petaqueras y tenerías
La magia de la química tropezó entonces con las necesidades de la época, con aquello que se necesitaba para trabajar en el campo, en el día a día. Todo empezó con la fabricación de un ‘preciso’. Pero, ¿qué es un preciso? Es una especie de pequeña cartera de cuero en la que se guardaba ‘lo preciso’. ¿Qué era lo preciso en aquella época? Lo justo y necesario para poder hacer fuego en cualquier situación y momento: un eslabón de hierro y una piedra. ¡Así surgió la chispa!
A la fabricación de precisos de Ubrique le siguieron las ‘petacas’, lo que se puede calificar como el primer artículo comercial made in Ubrique, ya que se vendió en muchos rincones del mundo. No nos referimos a las petacas que conocemos hoy en día, en las que se lleva algún tipo de bebida alcohólica, sino una especie de ‘saquitos’ que se utilizaban para guardar el tabaco de liar, colgados a la altura de la cadera.
Qué tiempos aquellos, ¿verdad? Así nació el apelativo de ‘Ubrique, el de las petacas‘. Había tanta demanda en aquella época, que muchos ubriqueños y ubriqueñas se especializaron y se convirtieron en ‘petaqueros y petaqueras’.
‘Patacabra’, todo un símbolo de Ubrique
Muchas de las pieles crudas de los animales eran rudas y difíciles de trabajar, de ahí que la creatividad ubriqueña, ante la necesidad de trabajar de forma más óptima, eficiente y cómoda (dentro de lo que se puede), no tuvo más remedio que crear, con los recursos naturales de la zona, sus propias herramientas de trabajo.
La primera innovación llegó en forma de ‘patacabra’, todo un símbolo en Ubrique. La patacabra era fundamental para trabajar en el curtido de pieles, una herramienta que se fabricaba y se personalizaba para cada trabajador. Tal es la importancia de esta herramienta, que muchas personas mayores de Ubrique la guardan en sus casas con mucho cariño y celo, como recuerdo y testigo de su intensa vida laboral. Otras la pasaban de generación en generación, cediendo el testigo a manos menos curtidas en el duro menester de trabajar la piel.
Con el fervor que profesa el pueblo hacia esta herramienta convertida en símbolo y objeto de culto, el museo de la piel de Ubrique cuenta con un detallado inventario y espacio dedicado a las ‘patacabras jubiladas’. Cuentan actualmente con más de 150 patacabras diferentes que la gente del pueblo ha ido donando desinteresadamente a este espacio museístico.
También llegó la idea de teñir pieles y cueros, ¿por qué no? De ahí surgieron las ‘tenerías’, casas de Ubrique dedicadas a teñir la piel. Si el curtido de la piel se realizaba con taninos y con agua grazalemeña, para el proceso artesanal del teñido se utilizaban las ‘agallas’ (un tipo de infección que sufren los alcornoques, que tiene pigmento natural) y vinagre.
El entorno proporcionaba toda la materia prima y recursos necesarios para esta industria artesanal emergente. Así, Ubrique no tardó en crecer y en orientarse hacia la fabricación artesana de cueros como base para la confección de diversos artículos de marroquinería y complementos.
Visitar el museo de la piel de Ubrique: un viaje en el tiempo
Maribel Lobato ha sido quien ha ‘parido’ este museo. El parto de la criatura ubriqueña no ha sido nada fácil, pero se puede afirmar que los más de 9 meses de gestación del proyecto museístico han merecido mucho la pena.
Maribel fue una de las pocas personas en dar la voz de alarma al ver que gran parte de la historia y patrimonio peletero de Ubrique estaba empezando a caer en el olvido con el paso del tiempo: ‘casas-fábrica’ que cierran sus puertas, complementos otrora característicos que se dejan de fabricas por falta de demanda, maestros en el arte del curtido de la piel se empiezan a jubilar… ¿Qué hacer? ¿Olvidar, renegar de tu pasado, del germen de tu presente?
Convencida de su origen y de sus raíces, asumió el reto, con tintes de batalla personal, de abrir un humilde espacio que recogiera, conservara y pusiera en valor el mundo de la fabricación de artículos de piel y cuero. Los oficios más tradicionales de la localidad, el motivo por el cual Ubrique fue y es conocido en el mundo entero, lo merecían.
Ha tenido que remover Roma con Santiago para conseguir un espacio permanente donde exponer los diferentes objetos y materiales que ha ido rescatando durante los últimos años, pero lo ha conseguido. Ubrique debería hacerle un monumento a esta mujer cuyo tesón, vitalidad y pasión no tienen parangón.
Esa energía la transmite y la contagia Maribel durante la visita guiada por el museo de la piel. En un coqueto espacio situado en el antiguo convento de los capuchinos de Ubrique, se agolpan, de forma ordenada y estudiada, cual testigos vivientes, todo tipo de artículos de marroquinería, pieles de animales, telas, máquinas, cuadros, utensilios y herramientas, fotografías, etc.
Se puede visitar el museo de la piel de Ubrique por libre, pero desde luego, hacerlo de la mano de quien lo ha parido, de quien conoce todas las historias y anécdotas que encierran esas pequeñas joyas, es un auténtico lujazo.
Las curiosidades que atesora el recorrido por el museo son múltiples: desde contemplar la cartera más grande del mundo (que no fue fabricada en Bilbao), que pesa 250 kilos y mide 2 metros de altura…
…hasta alucinar cuando te cuentan que los primeros pasaportes del mundo se fabricaron en Ubrique. Eran de piel. Y es que no viajaba cualquiera, como ahora. Curioso comprobar que muchos viajes realmente comenzaron en este recóndito lugar del interior de Cádiz.
Artículos made in Ubrique: piel de calidad y costura de alta precisión
Nos cuentan que hoy en día Ubrique rara vez trabaja directamente en la transformación de las pieles en cuero, sino que las pieles se traen de otras parte del mundo. La industria de la piel en Ubrique se ha especializado con el paso de los años y está ahora orientada a la confección de complementos y marroquinería de cuero y piel.
Se ha dado prácticamente carpetazo a los años en los que se aprovechaban y se trabajaban pieles de todo tipo de animales: avestruces, ranas, carabú, cocodrilos, pieles de trucha de los ríos de la zona… hasta patas de pollo para hacer elegantes correas de reloj. Por supuesto, con predominancia de la piel de vaca y de cabra. Fascinante comprobar la biodiversidad peletera de la época.
Quien dice cocodrilo, dice lagarto. Para trabajar estas pieles tan arrugadas, había que mojarlas y estirar mucho. Bastó un poco de humor gaditano para crear otro término y oficio ubriqueño: los estiradores de lagartos.
Antiguas máquina de coser salpican el espacio museístico, pero el valor diferencial, el verdadero arte de los artículos made in Ubrique estaba en coser a mano. Antiguamente se cosía con pelo de cerdo, duro y resistente, y en artículos de máxima calidad se llegaban a contar ¡11 puntadas en 1 centímetro! ¡Cómo para dejarte la vista! Hoy es el día en el que artesanos de todo el mundo vienen a preguntar, a comprobar y a intentar aprender del know-how ubriqueño en esta materia.
La ingente creatividad y los épicos viajes comerciales para vender los productos que se fabricaban aquí pronto empezaron a dar fama y prosperidad a Ubrique. Hubo bofetones, puertas que se cerraron y probablemente algunas desgracias, pero el tesón y la necesidad de seguir innovando y diversificando había convertido ya a Ubrique en toda una referencia a nivel mundial.
El ingenio y la elegancia de las mujeres de Ubrique: el boom de los bolsos
¿Qué artículos de cuero y piel no se fabricaban en Ubrique? Se empezaron a fabricar y vender maletas, zapatos, carteras porta-documentos para identificar al ganado… Y entonces, un buen día, los astros gaditanos se alinearon y llegó el boom de los bolsos. Todo empezó con los bolsos ‘de cachitos‘. Y es que las mujeres de Ubrique fueron la envidia de muchas mujeres de la época por los elegantes bolsos que portaban en su día a día.
Eran bolsos confeccionados a mano en casa, en el poquísimo ‘tiempo libre’ que tenían, hechos a base de ‘cachitos’ de piel y cuero, sobrantes, que iban recogiendo del suelo de las fábricas en las que trabajaban. La creatividad personal a la hora de juntarlos no tenía límites y daba lugar a auténticas virguerías de complementos para mujer.
Se ve que las famosas ‘macuteras’ de Gibraltar quedaron prendadas del porte y la elegancia de las mujeres de Ubrique y sus bolsos ‘de cachitos’. Este incipiente negocio empezó con simples trueques, pero la fama de estos bolsos adquirió tal dimensión entre la clase alta de la sociedad -anglosajona- que la industria peletera de Ubrique tuvo que poner en stand-by ciertos menesteres y bascular su oferta hacia la confección de bolsos y complementos similares. La creatividad y la innovación, una vez más, vino de la mano de las mujeres ubriqueñas. Conmovedora y curiosa historia que resalta el papel clave que tuvo la mujer en el desarrollo de la actual Ubrique. Women power!
Personalización de artículos y grandes firmas del mundo de la moda
¡Ubrique fue pionera en tantas cosas! También a la hora de personalizar bolsos, algo muy en boga ahora en la ropa y complementos de grandes firmas de la moda. Conviene recordar un nombre en este sentido. Aquello sí que fue innovación y no lo que se hace ahora. Ella fue una de las pioneras en este ámbito: Ana Campos.
Los tiempos, la industria artesanal y los medios han evolucionado, pero lo cierto es que el boom de los bolsos, y de otros artículos de marroquinería en general, se mantiene y sigue dando de comer en la actualidad a muchas familias ubriqueñas . Es más, vista la calidad de los productos made in Ubrique, son muchas las grandes firmas de la moda para las que se confeccionan artículos en Ubrique: Loewe, Louis Vuitton, Carolina Herrera… y otras muchas que no se saben o no se quieren decir, por temas de cláusulas de confidencialidad. Telita con Ubrique.
La experiencia de fabricar un ‘preciso’ de Ubrique en un viejo taller artesanal
La visita al museo no sería lo mismo sin la experiencia de conocer y sentarse a trabajar, a aprender, en el pequeño taller artesanal que dirige el maestro Paco Solano.
No hay sitio para mucha gente, pero el taller escenifica a la perfección lo que a buen seguro se vivió en muchas casas y lonjas de Ubrique durante muchas décadas.
Siguiendo sus precisas indicaciones, incluso el visitante más ‘manazas’ (como yo) podrá confeccionar su propio ‘preciso’ en cuestión de pocos minutos.
Es un bonito recuerdo para cualquier persona que viene a pasar el día y hacer un poco de turismo en Ubrique.
Eso sí, con especial mención para los niños, para quienes fabricar su propia ‘carterita’ donde guardar ‘lo preciso’, es decir, sus tesoros más valiosos, les hará una ilusión terrible. Un perfecto broche final a una visita auténtica y conmovedora para comprender la importancia de la industria de la piel a los pies de la Sierra de Grazalema.
¿Te imaginabas algo así, tan grande, tan preciso, tan conocido a nivel mundial, en Ubrique? Visitar el museo de la piel de Ubrique es sin duda la mejor manera de descubrir el rico patrimonio ‘industrio-artesanal’ que atesora la localidad gaditana. Quién te lo iba a decir, allí en un remoto lugar del interior de Cádiz, ¿verdad?
Por supuesto, por encima de industrias y grandes firmas mediáticas, hay que destacar sobremanera la calidad humana y humilde de sus gentes; personas anónimas de carácter emprendedor que a base de mucho trabajo y esfuerzo, con una capacidad de innovación y reinvención envidiable demostrada a lo largo de los años, ha colocado a Ubrique en el mapa mundial de la moda.
Salvando los casi 1000 kilómetros de distancia que los separan, los paralelismos con mi Eibar natal y su camaleónica industria armera son más que evidentes. Perdonad este link emocional autóctono, pero desde ya, sé que mi conexión con Ubrique será siempre especial. Y tengo claro lo que recomendaré a cualquier persona que me pregunte qué ver y qué hacer en Ubrique. Gran parte de ‘culpa’, la tiene Maribel.
Emociones al margen, confío en poder ver algún día la marca Made in Ubrique en complementos y marroquinería de alta gama; como sello de garantía de calidad, como label que refrenda la historia de un pueblo gaditano creativo y luchador, como firma que pone voz a gente humilde y trabajadora que se ha sabido reinventar a sí misma una y otra vez. Hecho en Ubrique, y ¡a mucha honra!
Visita realizada en Octubre del 2017 gracias al blogtrip o viaje de promoción turística ‘#cadizintensamente – #MagicCádiz‘ organizado por Turismo de Cádiz.
Información práctica:
- Dirección: Av. Herrera Oria, 10 – 11600 Ubrique (Cádiz)
- Teléfono: (+34) 670 24 52 29
- Página web
- Cierra los lunes.
- Precio de las entradas al museo de la piel de Ubrique:
- Menores de 18 años, entrada gratuita.
- Mayores de 18 años: 3 €.
- Taller para fabricar el preciso: 5 €.
- Consulta los horarios y todos los precios de las entradas, aquí.
- Puedes comprar bolsos made in Ubrique aquí.
Todo lo que necesitas para completar tu visita/experiencia:
- Te recomendamos comer en el restaurante La Divina, en la localidad de El Bosque.
- Alojamiento en Ubrique
- Descuento en alojamientos Airbnb (si es tu primera vez)
- Alquila un coche desde aquí para recorrer la zona a tu aire
- Vuelos a los aeropuertos más cercanos:
- Ruta por los pueblos blancos de Cádiz
- Otras excursiones en Cádiz
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Saludos!
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Excelente reportaje. Es muy interesante como producen las pieles, les dan color y forma.
¡Muchas gracias Gema! Es un sitio lleno de historia, con mucho encanto, y lo mejor de todo es cómo te lo cuenta todo Maribel, ¡se nota que está orgullosa de sus tradiciones y de su pueblo! ¡Qué importante son las personas a la hora de contar historias y transmitir! Si se pudiera complementar la visita al museo con la visita a una fábrica de piel de la localidad, donde se vean in situ esos procesos que comentas, podría ser la leche; a mí desde luego, ¡me encantaría! Gracias por el comentario Gema, saludos!
Es que todos salimos todos de allí totalmente impresionados de la forma en que Maribel vive todo lo que la piel representa en Ubrique.
Una suerte que se decidiese por montar su museo y nosotros de haberlo podido visitar junto a ella para saber de primera mano como se hacían los bolsos de cachitos.
Un abrazo
Buenas Jose Manuel, ¡cuánta razón llevas! La importancia de visitar un museo, un monumento, un lugar, de la mano de un buen guía, de una persona que sabe transmitir y lo vive con pasión. Es algo que cada vez lo valoro más. No hay nada como una buena visita interpretada, llena de historias, anécdotas y curiosidades. Maribel se merece el museo y se merece un monumento en la plaza de Ubrique. ¡Qué gusto da encontrarse con gente así en la vida, chapeau! Gracias por el comentario, un abrazo!
Hola Miguel
En primer lugar, un placer conocerte en persona y disfrutar unos días conociendo la sierra de Cádiz.
Tengo que decir que hay museos y museos, y este en especial me ha gustado mucho, además de su interesante historia, como lo cuenta Maribel y la pasión que pone en cada uno de sus palabras, y sus ojos se refrescan con orgullo de este lugar.
Un abrazo.
Bo
Hola Bo! Placer recíproco, ha sido un lujazo recorrer esta parte no demasiado conocida de Cádiz y descubrir lugares como Ubrique, y en especial, este museo. Se nota que Maribel lo ha ‘parido’, y desde luego, puede estar bien orgullosa de lo que ha creado, poniendo en valor ese patrimonio industrial-artesano que hace a Ubrique famoso en el mundo entero. Nos vemos en algún lugar del mundo, Bo.
Un abrazo!
Este ultimo mes me di una visita por cadiz y sin duda este es un destino que es imprescindible de visitar ya que nos muestra el porqué la marroquineria esta tan relacionada con lo que es la historia de Ubrique. Me gustaría recomendar esta página donde venden artículos de excelente calidad en base a los principios de la marroquineria ubriqueña: Belltowerspain