Nos habían hablado de él y una celebración de cumpleaños era la excusa perfecta para probar un nuevo espacio gastronómico de cierto nivel. Desde hace unos meses, el Restaurante Ergo en Miranda de Ebro rondaba las primeras posiciones de la gastroagenda de sitios especiales en los que sentarse a disfrutar de la buena gastronomía. Dicho y hecho. No se hable más. Allá que nos fuimos a probar uno de los mejores restaurantes en Miranda de Ebro, con la idea de desvelar el origen de su misterioso nombre, y por descontado, con el pantagruélico objetivo de disfrutar de su atractiva propuesta gastronómica. Pensamientos filosóficos incluidos, te aconsejamos que tomes asiento y valores tú mismo, al final del artículo, si Descartes, autor del ‘cogito ergo sum‘, entre plato y plato, debe o no reformular su mundialmente conocido planteamiento gastronómico filosófico.
Índice de contenido
Un nuevo y diferente espacio gastronómico entre los restaurantes en Miranda de Ebro
Situado cerca de la mítica zona de la estación de tren de Miranda de Ebro, el restaurante Ergo asoma discretamente su propuesta culinaria en una tranquila calle que fácilmente puede pasar desapercibida. Menos mal que tenemos nuestras propias armas, cierto sentido de la orientación, y por encima de todo, ganas e ilusión por comer bien en Miranda de Ebro.
A media altura de la calle de la Charca asoma discreto un local con cierto aire moderno. Junto a la puerta de entrada, un pequeño txoko con aire chill-out, muy bien aprovechado para el espacio que hay, nos da la bienvenida.
Quien fume o quien se quiera airear tomando un café, ya tiene su propio espacio. Ahora bien, os aviso de que el tesoro está dentro.
Decoración minimalista y ambientación perfecta
Cambia el ambiente según cruzas la puerta de entrada, accediendo a un amplio y amable recibidor, con una especie de barra a mano izquierda. Se agradece que te reciben en un espacio tan agradable, como se hace en los sitios de categoría.
Porque la experiencia gastronómica debe comenzar desde que entras en el local, no solo cuando te sientas en la mesa. Estamos en un espacio moderno, con una ambientación minimalista que invita al disfrute. Aquí empiezas a adivinar que es muy difícil que las cosas vayan mal en un sitio así. Son guiños. Sensaciones. Percepciones. Son detalles.
Al hacer la reserva, habíamos comentado que íbamos con una niña de 5 años. No tienen un menú infantil como tal, pero tienen muy en cuenta a la gente que acude a comer en familia, con niños. Tuvieron el detalle de preguntarme por teléfono si queríamos que prepararan, con antelación, algo ‘especial’ para ella; también nos ofrecieron la opción de prepararle media ración de algún plato más ‘simple’, por ejemplo, medio solomillo a la plancha; para no complicarnos y disfrutar, excepcionalmente solicitamos si podían preparar unos simples macarrones con tomate.
Solucionado el tema de la peque, echamos tranquilamente un ojo a la carta y al menú degustación del restaurante Ergo. Estamos en un sitio especial, y por ende, el menú degustación es especial. Hay propuestas que nos llaman mucho la atención, y el precio de 45 € (bebida aparte) parece más que correcto. Sin embargo, se nos ha ido irremediablemente el ojo hacia algunas opciones que ofrece la carta.
Aparcamos el menú degustación para una futura ocasión y optamos finalmente por la carta; corta e intensa, da gusto leer una carta de autor, moderna y especial. Cuesta decidirse entre tanta delicatessen, por eso pedimos, sin vergüenza alguna, consejo a Rocío, maître del restaurante Ergo, quien nos aconseja gustosamente.
Carta de vinos fresca y alternativa –by ‘Jungui’-
Decididas las viandas, concentramos nuestra atención en la carta de vinos del local, obra de José Ignacio Junguitu -conocido como ‘Jungui’-, un tipo que sabe de vinos más que el propio Baco, y quien ha sido el ‘culpable’ de que hayamos venido a comer a este moderno restaurante en Miranda de Ebro. Dicho esto, te advertimos de que no vas a encontrar una carta de vinos convencional. Hay alguna referencia clásica -por decirlo de alguna manera-, pero mayormente vas a encontrar una cuidada, alternativa y fresca selección de vinos de diferentes D.O.-s.
Son vinos que conjugan muy bien con un restaurante moderno de este calibre. Hablamos de vinos para un comensal valiente, sin miedo a probar cosas nuevas. Y como siempre, dada la proximidad de Miranda de Ebro a La Rioja, nos parece todo un acierto salirse de la ‘riojitis’ extrema y huir de la veneración de los clásicos riojanos a la que nos tienen acostumbrados muchos restaurantes de la zona. Tentados por algún que otro Garnacha, finalmente viajamos a Toro de la mano de ‘Matsu El Recio‘. Muy potente -como muchos vinos de Toro-, con mucho cuerpo, redondo, de los que deja huella y recuerdo en el paladar. Espectacular. Seguiremos indagando en la saga Matsu, que de primeras, es una bodega que nos ha hecho mucho tilín.
De cara al maridaje, tampoco hubiera pasado nada si hubiéramos optado por un vino blanco, que los había, y bien interesantes, especialmente alguno fermentado en barrica al que ya le hemos echado el ojo.
Dónde comer en Miranda de Ebro: experiencia gastronómica desde el minuto cero
De entrada, nos sorprenden con un aperitivo que viene en forma de paleta de pintor. Aparte de la exquisita presentación, no es sino una especie de fumé de marisco en formato solido, con diferentes notas en forma de emulsiones. Un profundo e intenso sabor a mar en formato no líquido. Esto comienza muy fuerte, ¡nos gustan este tipo de sorpresas!
Con ganas de compartir y probar de todo, damos comienzo a la fiesta de los entrantes, con guiños al mar (¿o al río?) y a la tierra. Viajamos primero al medio líquido, por medio de un plato que llamó mucho nuestra atención en la carta: salmón marinado en 2 horas, con emulsión de almeja y eneldo. ¡Vaya nivel de ahumados, vaya calidad de producto! Plato generoso, con un salmón elegantemente complementado con toques de almeja y un notable pero divertido acompañamiento de eneldo, que no enmascara, sino viste.
Volvemos a tierra firme con una yema de huevo Gorbea, quinoa guisada y papada ibérica. Emplatado lujurioso, e individual, para un segundo entrante que habla por sí solo. Rompe la yema y deja que la mezcla de productos y sabores explote en tu paladar. Notarás la potencia del sabor de la papada. Por cierto, vaya una primera vez para probar la famosa quinoa. Me temo que nunca volverá a ser lo mismo.
Cocina moderna que no olvida raíces ni tradiciones
Nos plantamos en los segundos con una placentera sensación, acrecentada al ver que Izaro, que se ha comido su plato de macarrones entero -sin rechistar-, dibuja entretenida, con un papel y unas pinturas que le han proporcionado. Lo decíamos antes: son detalles, kid-friendly en este caso.
No os descubro nada nuevo diciendo que Laura es una mujer de entrantes; comería y cenaría a base de entrantes; más si son platos tan ‘berezis‘ (especiales en euskera) como los que ofrece la carta de Ergo Restaurante. Por ello, no es de extrañar que decida marcarse unas alcachofas confitadas con foie a la plancha y crema de cebolla. Alcachofas tiernas, mimando siempre origen del producto, y un grandioso ‘cover‘ de foie a la plancha, sobre base de una ligera y untuosa crema de cebolla. La combinación funciona, y sabe a gloria. ¿Quizás demasiado foie para mi gusto? “Nunca es demasiado” contesta Laura en referencia al foie.
No había confianza -porque nunca antes habíamos estado-, pero dejé a elección de la maître mi segundo plato. Los detalles y la actitud de las personas hacen que confíes o no en la gente. Me gusta probar platos de caza mayor, y estuve muy tentado de pedir el ciervo asado a baja temperatura, quizás con ganas de rememorar nuestra gastroexperiencia en el restaurante Lasa de Bergara. Sin embargo, conocido ese plato y su sabor, Rocío me animó a probar un plato muy especial que bordan en el restaurante, un plato de tinte tradicional y rural que elevan a arte culinario. Seducido por la idea -y por la confianza que ya me empiezan a transmitir-, finalmente me animo con unas manitas de cerdo, trufa y albaricoque, con raíz de apio y salvia.
Ahora es cuando os complico el asunto admitiendo que era la primera vez que probaba manitas de cerdo. ¿Una decisión arriesgada? Que si son muy especiales, que si no a todo el mundo le gustan, que si son muy gelatinosas… Fuera prejuicios, ¡viva el riesgo gastronómico controlado! Envueltas en una textura crujiente por fuera, las tres manitas de ministro están realmente sabrosas, y no tienen ningún tipo de desperdicio, para comer ‘a lo señorito’. Da gusto perder la virginidad ante un plato tan logrado. Exquisito manjar.
Rubén Osorio, pasión y creatividad en la cocina
Tras degustar este plato y ver con la delicadeza y profesionalidad que atienden y tratan al comensal, os puedo asegurar que se puede confiar ciegamente en las recomendaciones de las personas que configuran el equipo de Ergo Restaurante, comandados por el cocinero Rubén Osorio. Rubén, un trotamundos de curiosas raíces, ha encontrado en Ergo un espacio donde dar rienda suelta a su innata pasión y creatividad gastronómica. Él y su equipo se afanan en darle una vuelta de tuerca a los productos y tradiciones que nos rodean, con el único y complicado objetivo de que cada cliente que pasa por su sala disfrute de una auténtica gastroexperiencia.
Y como no todos los días se cumplen 38 años, nos lanzamos a la piscina de los postres, descartando algunas opciones gracias -de nuevo- a las detalladas explicaciones y consejos de Rocío. Somos bastante clásicos en tema postres, aunque la conjugación de miel y queso, con naranja y polen que nos presentan, alegra la vista y el paladar hasta a la persona más avinagrada del mundo. Qué presentación y qué gran combinación de sabores y texturas. Un postre sencillo pero al mismo tiempo, muy trabajado. ¡Chapeau!
Acompañamos el momento con una copita del siempre rico vino dulce Ochoa -un vicio-, y terminamos con un café que sirven con un acompañamiento a modo de detalle.
Después de comer tan bien y de sentirnos tan sumamente bien tratados, no hay ningún problema en aconsejarte sobre dónde comer en Miranda de Ebro. Tampoco lo hay en pagar una cuenta que no se puede pagar todos los días. Os aseguramos que la grata experiencia gastronómica vivida en el restaurante Ergo en Miranda de Ebro bien lo vale.
[Bonus track] Nuestra libre reformulación gastronómica del ‘cogito ergo sum‘ de René Descartes
‘Ergo’, como nombre de restaurante, resulta peculiar. Ciertamente misterioso. ¿Vendrá de ‘ergonómico’? ¿Alternancia de iniciales en torno a ‘Experiencia Gastronómica Rubén Osorio’? Sea como fuere, nosotros nos hemos animado a hacer la siguiente reflexión creativa, a ver qué os parece: ‘Ergo‘ significa ‘por lo tanto’ en latín. ‘Cogito ergo sum‘. Te sonará de cuando ibas al instituto, ¡maldito René Descartes! Sí, fue él quien formuló, en latín, esa gran frase asociada al pensamiento más racional. Traducida a castellano habitualmente como ‘pienso luego existo‘, o de forma más exacta como ‘pienso, por lo tanto, soy‘, son muchas las teorías y corrientes filosóficas que han derivado o se han basado en ella. ¿Situados?
Al hilo de este desvarío, y después de vivir la experiencia Ergo, nos atrevemos a decir que si Descartes viviera en el siglo XXI, donde los foodies con smartphones son legión, no dudaría en reformular su famoso ‘cogito ergo sum‘ por un ‘cogito Ergo manducare‘; es decir, ‘pienso luego como‘, que a nuestra humilde forma de entender se podría derivar hacia un ‘pienso luego sé dónde comer‘. ¿Para qué toda esta paja mental? Para argumentar, de forma irracional, que si andas buscando sitios especiales para comer en Miranda de Ebro, sitios donde disfrutar, pienses un poco y vayas a Ergo restaurante. La experiencia no te defraudará.
Ten en cuenta que Descartes era filósofo, y que a nosotros nos gusta comer y beber bien. Por lo tanto -ergo-, nada puede salir mal en el restaurante Ergo en Miranda de Ebro. Y es que ya nos lo advirtió el amigo ‘Jungui’. ¡Gracias equipo, eskerrik asko!
Valoración @Lonifasiko: 4,9/5
Información práctica:
- Página web
- Dirección: Calle la Charca 10, 09200 Miranda de Ebro (Burgos)
- Teléfono: (+34) 947 109 134
- Reserva mesa en Ergo Restaurante vía email
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- Cierra los martes
- Precio (con todos los platos aquí comentados): 111 €
- Se aconseja llamar para reservar mesa, especialmente en fines de semana, puentes y festivos.
- ¿Por qué no completar la experiencia quedándote a dormir en Miranda de Ebro o alrededores?
- Gastroexperiencia disfrutada en Abril del 2017.
- Mapa con la ubicación del Restaurante Ergo en Miranda de Ebro
On egin!
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Zorionak compañero! Descripción extraordinaria y que propicia el plantarse YA MISMO en Miranda. De hecho… ¡qué te crees que vamos a hacer! Nos lo comentó el propio Jungui en su día y dentro de poco andaremos por ahí un grupito de Gourmands.
Aupa Aitor! Deseando leer vuestras experiencias, pero estoy convencido de que vais a disfrutar un montón, más si vais de la mano de ‘Jungui’, gran artícife de la carta de vinos y de que nosotros hayamos pasado por allí. Ya me comentaréis qué tal. Eskerrik asko por el comentario!