Veníamos maravillados de nuestra ruta en coche por el interior de Eslovenia, incluso de la carísima visita a la famosa cueva de Postojna. En un viaje muy cómodo, prácticamente todo por autopista hasta la ciudad de Koper, nuestro primer contacto con la costa eslovena fue la visita a Portorož. En nuestra humilde opinión, no podíamos haber tenido peor entrada, peor primera impresión. Es más, podemos afirmar que de ahí en adelante, todo fue infinitamente mejor. ¿Quieres saber qué nos pasó y cuál fue nuestra experiencia en este conocido enclave de turismo y fiesta en Eslovenia, a orillas del Adriático?

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Turismo de sol y playa en Eslovenia
Portorož, junto con el vecino municipio de Lucija, se sitúa en la parte más al suroeste de la costa de Eslovenia, lindando tímidamente con tierras croatas. Es un destino turístico muy famoso para los propios eslovenos y especialmente para el turista que viene de Italia buscando un destino de playa ligeramente más barato. No nos gustan las analogías, pero podríamos decir que Portorož es muy similar a lo que puede ser un Benidorm, un Salou o un Torremolinos en España.

Hoteles muy orientados para el turismo familiar, centros comerciales repletos de tiendas de ropa de firma, un largo paseo marítimo con cientos de heladerías, casinos, clubs donde suena la música dance más actual y terrazas en primera línea de playa donde los tragos, cortos y largos, cuestan una pasta gansa. Siendo generoso y rápido, ése es el resumen de lo que te vas a encontrar en esta destino de veraneo conocida en italiano con el nombre de Portorose.

Todo ello hace que el alojamiento en Portoroz, que no es un municipio muy grande, sea bastante caro, tanto hoteles como apartamentos. En nuestro caso, finalmente conseguimos a través de Airbnb un apartamento en una colina sobre Lucija, que como decíamos, es un municipio que vive a la sombra de, literalmente pegado a, la archifamosa Portoroz.

Nos alojamos en una típica casa de Istria con unas vistas espectaculares sobre la bahía y el mar. Una ubicación donde necesitas coche para moverte sí o sí, a 5 minutos del puerto deportivo de Portoroz. Dar con la casa fue toda una odisea pero la experiencia mereció la pena, ya que fue un gran “campamento base” para descubrir desde aquí toda la costa eslovena.

Portoroz Marina y paseo por la bahía de Lucija
Aparcar en verano a lo largo del interminable paseo marítimo de Portoroz es harto complicado, y muy caro. Nuestra recomendación es aparcar en una explanada existente cerca de Portoroz Marina, todavía en suelo de Lucija, en una zona donde hay un gran supermercado, camino al camping de Lucija. El aparcamiento en esta zona es gratuito, mientras que en la avenida del paseo marítimo, se impone la temible ley del parquímetro. Desde allí, pasaremos junto a los canales del puerto deportivo de Portoroz, y en tan sólo 10 minutos andando llegaremos hasta el centro de este reputado destino vacacional.

Toda la bahía de Lucija-Portoroz, sin excepción alguna, está habilitada para el disfrute del ocio de sol y playa. El término “playa” es relativo aquí, porque a lo largo de la franja costera, hablamos de un paseo marítimo peatonal donde la gente, ante la evidente falta de espacio y de zonas de arena, extiende la toalla… donde puede y como puede.

Menos mal que junto al paseo, en segunda fila, hay varias zonas verdes bastante amplias, donde se concentra la mayoría de gente que busca captar a toda costa los preciados rayos de sol.

Visitar Portoroz con niños: Playa y relax
Tras preguntar a varios viandantes si había una playa de arena y zona de baño, nos recomiendan caminar hasta la zona central de la bahía. Para nuestra sorpresa, entre dos embarcaderos o espigones artificiales, vemos una delgada franja de arena que no llega a los 2 metros, literal, bañada por las inocentes aguas del Mar Adriático.

Una de las razones para elegir la zona de Portoroz como campamento base fue precisamente la de ser un destino orientado al turismo familiar y su teórica playa de arena, porque algo habíamos leído al respecto. Bien, pasada la sorpresa y desconcierto inicial, constatamos que así son las playas en Portoroz. Eso sí, estamos en una bahía natural y artificialmente protegida en el golfo de Pirán, por lo que las aguas son muy tranquilas, algo sucias, sin olas ni peligro alguno, escenario perfecto para que jueguen los niños en la orilla, a su aire. Todas las zonas de baño están perfectamente delimitadas a lo largo del paseo marítimo, franjas en las que además hay servicio de socorrista.

La influencia italiana es obvia en estos lares, y no sólo a nivel de gastronomía. En primera línea de playa del paseo, renombrados clubs extienden sus terrazas chill-out y zonas privadas de hamacas y sombrillas, sobre una arena más artificial que el canal de Panamá. Familias de pasta y cuerpos tostados descansan sus posaderas mirando de reojo a la plebe que pasea y extiende sus toallas sobre el triste suelo de cemento.

Haciéndonos los locos, nos atrevemos a entrar en una de estas zonas privadas, y con todo el morro del mundo, extendemos la toalla sobre la arena y dejamos todos los trastos en una esquina, de forma bastante discreta. Nadie se molesta ni nadie nos echa el perro. Para goce y disfrute de Izaro, esto nos permite darnos con tranquilidad el primer chapuzón en el Adriático. ¡Misión conseguida!

Salir de fiesta en Eslovenia
De vuelta en la toalla, vemos que las zonas verdes aledañas al paseo se están llenando de toallas donde grupos de chavalería, chicos y chicas de entre 13 y 20 años máximo, conversan, poco, y beben, mucho. Son las doce del mediodía.

De repente, una música atronadora nos sobresalta y nos expulsa de ese estado de bienestar y relax que a veces sentimos tumbados en una toalla. Para cuando nosotros hacemos el amago de abrir un ojo y mirar en dirección al origen de la música, la chavalería se ha ventilado el poco vodka que quedaba y está bailando al ritmo de los hits techno-trance del verano. ¡Vaya locura!

Nos hemos equivocado de día. Es sábado, y al parecer, los sábados de verano en Portoroz tienen mucha fama entre la chavalería. Fama y peligro, en el buen y en el mal sentido. Estamos en mitad de la zona de fiesta, ¡nosotros, con treinta y pico tacos y una cría de 2 años! Ajo y agua cerveza, a base de experiencias de este tipo se aprende.
Beach party en la Portoroz más “canalla”
La fiesta en Portoroz va adquiriendo diferentes tonalidades a lo largo del día: los DJs no se cortan en hacer retumbar los bafles hasta decibelios insospechados y los jóvenes siguen dándole al botellón cosa fina; hormonas juveniles a punto de ebullición y niveles de concentración de alcohol en sangre por las nubes.

Música a todo trapo, alcohol y un muelle que incita a tirarse al agua. Para refrescarte o para abrirte la cabeza, depende de ti. Vemos mucha gente haciendo tonterías y nos toca ver a los socorristas en acción, que sacan del agua, medio inconsciente, a un chaval de metro noventa. El pobre no se tenía en pie.

Se ve que hay bastante desfase y descontrol por estos lares los fines de semana de verano. Es como si todos los jóvenes de la zona se reunieran en Portoroz los sábados, con el único (¿?) objetivo de emborracharse en formato “fiesta en la playa“, lucir sus cuerpos de gimnasio y con un poco de suerte, pillar cacho. Sí, somos padres y definitivamente nos hemos hecho mayores.

Dónde comer en Portoroz: Restaurante Fritolin
Cruzamos la avenida que bordea la bahía y nos sentamos a comer en el restaurante Fritolin, un conocido restaurante de la zona en el que conviene reservar mesa.

Recomendación personal del chico que nos ha alquilado el apartamento. Lo local funciona, go local!

Con especialidad en pescado fresco y mariscos, Fritolin ofrece cocina marinera a precio comedido. Probamos calamares, lubina y mejillones, acompañados de vino blanco de la casa, de la variedad Malvasía. Sin ser un gran festín, comimos bien, y desde luego, bien de precio para estar donde está.

Terraceo y buena vida a orillas del Adriático
Con el buche lleno, pasamos el resto de la tarde en nuestro improvisado “txoko” en la playa, a remojo en el agua y en un parque infantil de la zona. No hay forma de echar una cabezada con la música de fondo, que hoy sábado viene de regalo en Portoroz. Tras degustar un rico helado y mirar con envidia alguna terraza VIP en la que se sienta “gente de bien”, caminamos por el paseo marítimo hacia Lucija, a medida que el estruendo del house disminuye y la media de edad se eleva considerablemente.

Éste ya no es nuestro rollo, si es que algún día lo fue. Lección del día: Si quieres estar tranquilo en familia, puede que no sea muy buena idea ir un sábado de verano a la playa en Portoroz. Ahora bien, si eres (muy) joven y buscas dónde salir de fiesta en Eslovenia, no se nos ocurre un sitio mejor; a la vez que peor. Eso sí, mejor que tus padres no vean el desfase y circo que allí se monta, porque visto desde fuera, desde el prisma de unos jóvenes padres, nos pareció espeluznante y preocupante a partes iguales.
Izaro, no vayas nunca por favor un sábado de verano a Portoroz. Mejor vente con nosotros un lunes a pasear desde Portoroz Marina hasta el final de la bahía, o vete un miércoles a tomar el sol tranquila en una hamaca. Da igual que sea en una playa privada. Eso lo paga el aita; el desfase que vimos aquel sábado, no.
Información práctica:
- Vuelos baratos a:
- Alojamiento en Portoroz-Lucija
- 30 € de descuento en tu primera reserva en Airbnb al registrarte a través de este link.
- Visita realizada en Junio del 2014, durante nuestro viaje de 18 días por Eslovenia.
- Mapa con los puntos de interés de Portoroz.
SaludoX!
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En septiembre viajaremos a Eslovenia con nuestro hijo de 4 años. Nos está resultando de mucha ayuda todos vuestros comentarios, experiencias, fotos…..Hoy hemos aprendido dónde no ir….Portoroz ni lo pisamos!!! En la costa pasaremos un día/noche, tenemos alojamiento en Koper….la idea es visitar Kóper y Piran y ya poner rumbo hacía el interior…..
Hola Pilar! Muchas gracias por tus palabras, nos alegra que la info que tenemos sobre Eslovenia te esté resultando útil :). Si desde luego vais a hacer solo una noche en la costa eslovena, como bien comentas, mejor ni pisar Portoroz y centrarse en Piran, la ‘perla’ de la costa eslovena. Koper también nos gustó, el centro histórico y el palacio tienen su encanto, no así la parte del puerto industrial. Que sepáis que nos dais mucha envidia con vuestro viaje a Eslovenia :), guardamos muy buenos recuerdos de ese viaje en familia. Gracias y saludos!