Es muy difícil resumir un país, una región o un destino a través de unas pocas fotografías. Si bajamos un escalón, hasta el nivel de ciudad, tampoco es tarea fácil. Sin embargo, nos gustan este tipo de ejercicios mentales en los que intentar transmitir, de forma visual y resumida, las sensaciones y percepciones que nos ha generado una ciudad.
En esta ocasión, añadimos el factor de realizar este ejercicio ‘en caliente’, es decir, estando todavía en el destino, viviendo nuestras últimas horas en Salónica o Tesalónica, la segunda ciudad más grande de Grecia. Nadie dijo que fuera fácil…
Índice de contenido
Salónica, la segunda urbe más grande de Grecia
Salónica, capital de la región de Macedonia Central, ha sido nuestro primer contacto con Grecia. Tras una brevísima escala en el aeropuerto de Atenas, esta vez hemos podido aprovechar y combinar un business trip a esta antigua ciudad, conocida en griego como Thessaloniki, con varios días libres de turismo.
Con más de 1 millón de habitantes, a primera vista (y a segunda y tercera), Salónica puede parecer una urbe desordenada, mal construída, sucia y caótica que se asoma renqueante al Golfo Termaico, en el Mar Egeo.
En parte, lo es; pero como todas las ciudades y pueblos del mundo, hay que saber recorrerla y mirarla con el objetivo y mirada adecuada. Es más, tras disfrutar de 4 días de turismo en Salónica, podemos decir que esta ciudad, nos ha gustado, nos ha enganchado. ¿Dónde reside su encanto?
Es probable que la primera impresión, dependiendo de en qué zona de la ciudad tengas tu alojamiento, no sea muy positiva. El legado de la crisis en Grecia sigue sangrando y escociendo mucho, especialmente a las clases medias y bajas. Este malestar socio-económico se traduce en ocasiones en dejadez y en numerosas pintadas, muchas de ellas de carácter reivindicativo, en todas las calles de Salónica. El número de pintadas, así como los sitios en lo que están hechas, puede llegar a alarmar al visitante.
Sin embargo, en cuestión de horas, a la par que deambulas sin rumbo fijo por la ciudad, a medida que interactúas con gente local, es probable que tu impresión tienda a reconvertirse en positiva. Poco a poco, pero al menos ya empieza a ser una opinión no negativa.
Y una vez emprendes ese nuevo paseo por alguna zona de la ciudad, o entras en alguno de sus monumentos bizantinos patrimonio de la Unesco, tu visión sobre Tesalónica proseguirá su escalada en el índice de ciudad tourism-friendly.
Historia y museos en Salónica
Si te gusta la historia y los monumentos, especialmente las iglesias, Salónica es tu sitio. Lo dice Alejandro Magno, grande cómo él sólo. Y punto.
Unas horas en el Museo Arqueológico de Salónica hacen las delicias de cualquier buen amante de la Historia, del origen de la civilización europea. Y bastarán para enganchar a gente que no sea muy amiga de ir a museos.
Por 6 €, puedes deambular boquiabierto por este museo durante horas y horas. Es probable que aprendas más Historia en 3 horas que en todas esas clases de Historia aburridas que recibiste en el instituto. Non ti preocupare, pasa hasta en los mejores institutos.
Completa el póker de museos el museo de la cultura bizantina, un recorrido por el impresionante legado del imperio bizantino en tierras griegas. Es lo mínimo que podía tener esta ciudad teniendo en cuenta la cantidad de iglesias bizantinas que tiene Salónica. Son templos ortodoxos con poca iluminación, pero la luz se la dan los miles de ornamentos que cuelgan de todos los lados, y las múltiples pinturas que pueblan techos y paredes. No hay sitio para nada, ni para nadie. Algunas son auténticas obras de arte.
Vida cotidiana y gente de Salónica
En estos templos religiosos, puede que te ‘choque’ comprobar el fervor y la devoción religiosa que guarda todo el mundo. Salónica es muy religiosa. El ‘ritual del beso’ al entrar y salir de las iglesias se repite en todas las iglesias ortodoxas, da igual la edad que tenga el fiel. Es algo que particularmente me impactó bastante.
Christos, un simpático camarero que conocí en un restaurante, me desvelaba el ‘secreto’ de la atracción que empiezo a sentir hacia Salónica: su gente, el carácter abierto de los habitantes de Thessaloniki. Ahí está el truco del almendruco, la clave de que esta ciudad tenga ‘gancho’.
Después de lo visto y lo vivido, coincido con esa afirmación, es más, la subrayo con los mil colores que utilizaba Miró. La gente, en su mayoría, habla inglés (los jóvenes lo hablan a la perfección), y van a intentar ayudarte en todo lo que puedan; localizar un restaurante en el mapa, cómo llegar al punto más alto de las antiguas murallas de la ciudad, etc. Al verte con pinta de foráneo, y cámara en mano, es probable que te pregunten aquello de ‘Where are you from?’. Al contestarles ‘Spain‘, el carácter mediterráneo que une a los dos países se pone sobre la mesa, y la conversación rolará inevitablemente hacia el fútbol primero, y hacia temas económico-políticos después. Siempre es interesante conocer de primera mano, palpar, cuál es el termómetro social de una ciudad y país.
Esa temperatura y feeling nos lo da la conversación con la gente local. En sus palabras, y al contrario de lo que les quieren ‘vender’ los políticos renovados y los medios de comunicación, lo cierto es que la gente sigue padeciendo los efectos de la crisis y no acaba de ver la luz al final del túnel. Para haceros una idea, Theodōros (el de la izquierda) se muestra preocupado sobre cómo Grecia va a devolver a España la pasta que ésta le prestó. Con buena se fueron a ‘casar’…
Salónica es joven, muy joven. De día…, y de noche. 70000 estudiantes universitarios hacen que Tesalónica sea una acogedora y abierta ciudad universitaria. Es curioso pero no se ve demasiada gente mayor en la calle, predomina la juventud, divino tesoro. Especialmente en las zonas más turísticas, la media de edad es alarmantemente increíblemente joven. Uno se siente hasta…¡mayor!
Gastronomía en Salónica
Sin necesidad de conocer otros miles de sitios all around the world, casi podría afirmar que el concepto streetfood nació en Salónica. En esta ciudad, todo es ‘to take away‘. Desde hamburguesas, pan de pita relleno de lo que sea, bougatsa, helados, ensaladas…
No nos olvidemos de su codiciado café frappé, inventado aquí, y de lo que están muy orgullosos. Es una bebida refrescante deliciosa, puro vicio. La gente degusta estas comidas y bebidas en la calle; en terrazas, paseo marítimo, bancos de un parque, pedaleando sobre la bicicleta, en moto, en coche, sentados en las ruinas de las murallas…
Esta buena dosis de take away a la griega desemboca en una percepción de Salónica como ciudad histórica y joven al mismo tiempo, caótica pero llena de vida; una ciudad vibrante, de gentes amables y encantadoras, ideal para pasar 2-3 días descubriendo todos los monumentos y puntos turísticos que tiene. Una ciudad segura, donde en ningún momento, y a pesar de andar por zonas algo degradadas, he tenido sensaciones malas. Para nada, todo lo contrario.
Perfecta para los amantes del streetphotography, a los que recomiendo ir más allá del centro de la ciudad y puntos turísticos, con especial atención a la vidilla y fotogenia del puerto y de las empinadas calles del casco histórico. Sin olvidarnos de los tesalonicenses o tesalónicos (¿suena a Lonifasiko?), es decir, las personas, el verdadero alma de cualquier ciudad, viaje y civilización.
Información práctica:
- Viaje realizado en Abril del 2015.
- Mapa con la ubicación de Salónica.
SaludoX!
Ah! No olvides que también puedes seguir nuestras aventuras a través de nuestros perfiles en Twitter, Facebook, Google+, Instagram y Pinterest. ¿Mucho estrés? Sí, nosotros también confiamos en que no aparezcan más redes sociales ;-).
Tenemos programado viaje por Grecia y Albania, recorriendo estos pasises con auto rentado en Atenas, para recorrer norte de Grecia, luego cruzar a Vlore y Ksamil, pasar por Lefkada y de regreso hacia el sur, cruzar con ferry a Mykonos y Santorini.
Me pueden informar qué compañía me permite retirar auto en Atenas y además otorga auto con tarjeta verde para cruzar frontera a Albania?
Agradezco vuestra información.
Saludo atentamente.
Marcelo M. Toriani