[Disclaimer: Estás leyendo un artículo del año 2012, por lo que en todo este tiempo, es probable que la experiencia de obtener y utilizar la tarjeta de embarque móvil haya cambiado y mejorado bastante, subsanando muchos de los problemas que aquí se comentan. Así todo, te invitamos a leer nuestra mala experiencia.]
Suelo, y me gusta definirme, como early-adopter, un adjetivo tecnológico que delata, en pocas palabras, al tipo de persona que no puede estar sin probar un nuevo servicio, aplicación, web, red que haya salido recientemente y a la que se le entrevea cierta utilidad o interés. Lógicamente, esto tiene sus ventajas y desventajas, porque los primeros usuarios, los que abren camino, son los que experimentan con el producto/servicio, lo cual es motivador en sí mismo por disfrutar de esa primicia; sin embargo, son también los más propensos a sufrir errores, bugs y desafíos varios que hacen que la experiencia pueda resultar incluso frustrante.
En este caso, el servicio del que voy a hablar no es que sea la panacea de la innovación, ni por utilizarlo me considero un alumno aventajado, para nada; sin embargo, sí creo conveniente compartir aquí con vosotros las diversas experiencias que he tenido en mis recientes viajes de trabajo en avión, en los que he llevado, o intentado llevar, la tarjeta de embarque en el móvil, un acto que que poco a poco, ayudado por el boom del acceso a Internet a través del móvil, se está generalizando, como debe ser.
Si, llevar la tarjeta de embarque en el móvil es una práctica que suelo realizar con frecuencia. Por una parte, me ahorro la impresión en papel, y mi subconsciente cree contribuir a rapiñar menos oxígeno del cada vez más dañado pulmón del planeta, la Amazonia. Por otra parte, me es muy útil para ir con el tiempo algo más justo al aeropuerto, time is money, para evitar esperas innecesarias, siempre que viajes sólo con equipaje de mano claro. Porque ir de esta manera tan ligerita, con la tarjeta en tu móvil, te evita pasar por el mostrador de facturación, pudiendo acceder directamente al control de seguridad para dirigirte a las puertas de embarque. A priori todo parecen ventajas, ¿no?
Pues bien, si bien he de admitir que he tenido en los últimos años más experiencias buenas que malas con esta práctica, hay varias cuestiones que a día de hoy me desconciertan, y cabrean, con el tema de llevar la tarjeta de embarque en el móvil:
- Cada aerolínea tiene su propio método de envío de la tarjeta de embarque al móvil, no es un proceso 100% universal y uniforme. Tras hacer check-in online (paso previo necesario para obtener la tarjeta de embarque), casi todas las aerolíneas te dan la opción de descargarte las tarjetas de embarque en formato PDF, para que las puedas imprimir. Ok, está bien, siempre las descargo y las dejo a mano por si hay algún problema inesperado, pero decía que vamos a intentar evitar imprimir y talar más árboles, ¿no?
Tras guardar las tarjetas en formato PDF, es cuando los métodos particulares de cada aerolínea comienzan a hacer de las suyas. Casi todas te permiten la recepción de las tarjetas de embarque vía email, viniendo éstas como archivos adjuntos en formato de imagen, que en realidad son códigos QR; otras, te envían un raquítico SMS que incluye un link, al que deberás acceder para descargarte la imagen y código QR de la tarjeta de embarque; algunas proveen los dos métodos de forma gratuita, otras sólo uno. Sinceramente, prefiero la opción de que las tarjetas de embarque vengan como adjuntas por email, lo veo más limpio. Eso sí, sea cual sea el método, a los segundos de terminar el check-in online, descargo y guardo las imágenes en una ubicación fácilmente localizable en el smartphone, más que nada por si en el momento de enseñarlas en el aeropuerto, no dispongo de acceso a Internet, o estando en el extranjero, no quiero pagar unas tarifas abusivas por culpa de nuestro amigo el roaming.
- Problemas de lectura de códigos QR en puertas de embarque. Normalmente en la cola del control de seguridad no suelo tener ningún problema; abro el código QR previamente descargado en mi smartphone, muestro el DNI a la persona que está controlando la cola, acerco el smartphone al lector y…¡luz verde, adelante señor! Hasta ahí, perfecto, pero el problema suele venir a posteriori, en los lectores situados en las puertas de embarque, instantes antes de subir al avión, cuando muchos lectores le dicen a mi smartphone que na-nai de la china, que no es posible leer el código mostrado en la pantalla.
Estos dos puntos confluyen, especialmente el problema con los lectores, en una viaje a Roma realizado hace poco por motivos profesionales, con una aerolínea a la ida, y con otra a la vuelta, con Iberia y Vueling para ser más exactos. A la ida, con Iberia, el problema fue que los lectores, ni en Bilbao ni en Madrid, fueron capaces de leer el código QR que tenía perfectamente abierto en la pantalla de mi smartphone. Ante esto, el personal situado en la puerta esboza el típico ‘sí, está estropeado, últimamente está fallando, a veces suele pasar…‘. Total, que al final el personal de la puerta de embarque se tiene que dejar la vista mirando y apuntando en un papel los diminutos numeritos que aparecen alrededor del código QR. Vuelta al trabajo manual de toda la vida, pero llego hasta Roma sin problemas, que es lo importante.
A la vuelta, tras hacer el check-in online con varios días de antelación al vuelo, Vueling me ofrece la posibilidad de descargar en formato PDF las tarjetas de embarque, que lo hago cómo método de backup, y también de recibir mediante SMS el link de acceso al código QR, nada de envío por email. No problem, recibo de forma instantánea el SMS.
Abro el link y veo un código QR, con cierta información básica como hora del vuelo, destino, asiento, etc. a continuación, por lo que doy por sentado que está todo perfecto.
Tarjeta de embarque en mano móvil, me despreocupo ya hasta el día antes del vuelo, que como uno es un poco segurola, se me ocurre volver a chequear el link del SMS. Es un vuelo Roma-Bilbao de dos trayectos, con escala en Barcelona, pero sólo tengo el código QR relativo al segundo trayecto, ¿y eso?
Tirando de redes sociales, en concreto de Twitter, envío un mensaje directo a @VuelingClients preguntando por esto, y a la mañana siguiente, el mismo día del vuelo, tras preguntarles de nuevo, esta vez públicamente, obtengo respuesta:
Tengo que decir que la atención al usuario a través de redes sociales por parte de Vueling es muy buena, pero sinceramente, el argumento no me convence, nada, por dos motivos: primero, que el aeropuerto principal de Roma no esté habilitado para obtener y leer códigos QR es un tanto extraño; segundo, ¿cómo puedes enviar un SMS con la tarjeta de embarque al usuario, sin notificarle nada acerca de que sólo le envías la tarjeta de embarque de un trayecto, y no de los dos? ¿Qué hubiera pasado si no llego a chequear esto y me presento en el control de seguridad confiadísimo y con el tiempo justito? Considero esto una falta de información al usuario terrible, se tenía que notificar sí o sí, ya sea vía SMS, vía email, o simplemente en la propia web al hacer el check-in online, mostrando un mensaje por pantalla de tipo: “Estimado Sr. Pepito Pérez, por motivos (ajenos) a nuestra aerolínea, sólo le hemos podido enviar la tarjeta de embarque de un trayecto, por lo que deberá imprimir las tarjetas de embarque o acudir al mostrador de facturación“. ¡Qué menos! En serio, si no llego a ser segurola, me hubiese encontrado sin tarjeta de embarque, lo que hubiera significado un sprint de campeonato por toda la terminal de Fiumicino en busca del mostrador de facturación, menuda gracia.
¿Qué hice ante este panorama para evitar tener que pasar por el mostrador de facturación? Talar un árbol del bosque e imprimir las tarjetas de embarque descargadas previamente en PDF, vuelta a la edad de los Picapiedra.
Por tanto, ¿para qué tanto smartphone , acceso a Internet y adelanto tecnológico si luego los métodos no son uniformes, las cosas, léase lectores, no funcionan, y lo que es más grave y primitivo, no se informa debidamente al usuario, quien vive en la inopia y al que las prisas y este tipo de imprevistos pueden jugarle una mala pasada de última hora? Señores tecnológicos de las aerolíneas y aeropuertos, vamos a intentar cambiar este tipo de detalles tecnológicos en favor del usuario y en aras de proveerle una experiencia de vuelo y viaje lo más confortable posible, sin imprevistos de última hora. De hecho, no creo que sea muy difícil, es tan fácil como acordar y uniformizar el proceso de obtener la tarjeta de embarque en el móvil, disponer de aparatos lectores de códigos QR, que funcionen, en todos los aeropuertos y sobre todo, de informar al usuario de todos los detalles, si hace falta, incluso sobreinformar, porque con los vuelos y los aviones, no se juega.
¿Qué opináis sobre este tema, habéis sufrido vosotros también este tipo de pequeños percances tecnológicos que hacen que vuestra experiencia de vuelo no sea tan agradable, o al menos, no satisfactoria al 100%? Animaros a comentarlas por favor, a ver si poco a poco entre todos podemos cambiar este tipo de cosas y facilitamos la vida a los usuarios, y no sólo a los early-adopters, a todos.
SaludoX!
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