Algo más descansados tras dormir de lujo durante nuestra primera noche en Eslovenia, con la mente fresca tras la paliza del primer día, toca decidir qué excursión realizar de entre las aconsejadas por Matiaz. Parece que vamos a tener buen tiempo durante los dos días completos que estaremos por Kranjska Gora, con lo que la climatología no es un factor decisivo. Finalmente, animados por haber descansado bien y por las ganas de pisar esas praderas alpinas que rodean la casa, optamos por realizar una sencilla ruta de senderismo hasta la cascada de Tamar, también conocida como Nadiža. Al menos, vamos a intentarlo, hasta donde lleguemos, porque este punto es especial, al ser el surgimiento o nacedero del río Sava Dolinka, que luego se convierte en el río Sava, que con sus 221 kilómetros por tierras eslovenas, es el río más largo de Eslovenia.
Conducimos el coche hasta Rateče, donde giramos a la izquierda para adentrarnos en uno de los valles glaciares que descienden desde el corazón de los Alpes Julianos, estamos en la región de Alta Carniola.
Senderismo en familia en los Alpes Julianos
Ruta de senderismo en los Alpes Julianos: ascenso a la cascada y refugio de Tamar
Tras remontar un par de kilómetros cuesta arriba, llegamos a una explanada donde a mano derecha, sólo hacemos que ver trampolines de esquí, uno tras otro, de diferentes tamaños, para todos los gustos. Estamos en Planica, un valle muy conocido en el mundo de los saltos de esquí, donde se celebran diversos campeonatos muy reconocidos, y donde los trampolines tienen fama por permitir realizar saltos verdaderamente largos. Se acerca un tipo al coche y nos comenta que vamos a entrar en el Parque Nacional de Triglav, con lo que tenemos que pagar una entrada de 2 € por aparcar el coche. No problem, nos da el ticket y aparcamos el coche en las inmediaciones, ya que no se puede continuar en coche. Es martes y estamos prácticamente solos en el aparcamiento.
Trampolines para saltos de esquí en Planica, cerca de Kranjska Gora
Matiaz nos comentó que había dos rutas para ascender desde Planica hasta la cascada, que se encuentra situada en una bella explanada del valle glaciar de Tamar, donde también hay un refugio de montaña; una discurre por el bosque, en zona más sombría, y al ser un sendero, no era transitable con la sillita de la niña. Izaro podría hacer parte de la ruta caminando, sin sillita, pero luego sabemos que se va a cansar y nos la va a pedir. Con la otra ruta de ascenso, más abierta y por pista, no las teníamos todas con nosotros, pero lo íbamos a intentar, así que partimos con sillita. De hecho, la ruta inicial empieza asfaltada, pero nada más llegar al letrero de entrada al parque nacional, vemos que hay que cruzar un pedregal por el que en época de deshielo tiene que bajar un enorme torrente de agua.
Cauce de río seco que hay que atravesar para iniciar la ruta de senderismo
Con la peque caminando, cruzamos el cauce seco del río y enfilamos la pista de la izquierda, dejando a mano derecha la pista y sendero que va a través del bosque. La pista comienza con una pendiente bastante sostenida, y avanzamos malamente con la silla, a trancas y barrancas, por una esquinita y sin la peque encima. Pero hay tramos en los que hay mucha piedra suelta, piedra grande, nada de gravilla, y llevar la silla se convierte en un infierno, llegando un punto en el que es imposible tirar hacia arriba con nuestra sillita trotera. ¿Bajar al coche es la solución? No, mejor practicar el sillita-cuneting, modalidad deportiva olímpica entre las familias que practican el slowfamilytravel. ¿Que cómo se juega a esto? Es fácil, entre unos árboles y matorrales de un lado de la pista, Miguel esconde la sillita, sin que quede muy a la vista, ganándose algún que otro arañazo mañanero. Cuando la peque ve que la sillita ha desaparecido del equipo, le decimos que se ha estropeado y que se la hemos dejado a los animales del bosque (osos, pájaros, el lobo y compañía) para que la arreglen. Ante su incredulidad, tenemos que insistir varias veces cada uno, y es que Izaro, la sillita estaba muy-muy estropeada ;-).
Pista de ascenso desde Planica al refugio de montaña Planinski Dom Tamar
Aunque parece convencida, tras terminar el primer repecho, la peque pide sillita, y en su defecto, ‘aupas’. Llevamos sólo un cuarto de hora caminando, pronto empezamos, pero ésta es capaz de plantarse aquí. Los hombros del aita se vislumbran como una solución temporal, y en medio de un calor alpino que ya empieza a apretar, continuamos cuesta arriba remontando el valle de Tamar, con la peque más feliz que un regaliz masajeando la cabeza de su padre.
Senderismo en familia en los Alpes Julianos
Buscamos algunos txokos a la sombra para descansar, y aprovechamos algún llano y bajada de la pista para hacerle entender a la peque que tiene que caminar un rato, que al aita le duele la espalda, y que luego, más adelante, se le volverá a subir a su transporte privado particular. En algo menos de hora y media llegamos a una explanada verde rodeada de moles calizas, algunas de ellas, todavía con abundante nieve. Las indicaciones para ir a la cascada de Tamar nos llevan hacia la derecha, dándonos de bruces con un pequeño riachuelo que desciende alegremente entre verdes pinos.
Las primeras aguas del río Sava Dolinka, en los Alpes Julianos
Son las aguas de extrema pureza del río Sava Dolinka, recién surgidas de una oquedad cuyas entrañas y acuíferos parecen no tener fin, en medio de una enorme pared caliza, muy cercana a la frontera italiana.
Gélidas aguas de extrema pureza del río Sava Dolinka
A este peculiar surgimiento y riachuelo también se le conoce con el nombre de cascada de Nadiža, aunque el nombre del valle, Tamar, prevalece en las indicaciones. Estas primeras aguas, que se las tragará la tierra algún kilómetro valle abajo para volver a surgir en un nuevo manantial, forman junto con el Sava Bohinjka, el río Sava, el río más largo de Eslovenia, importante afluente del Danubio, al que entrega sus aguas en Belgrado.
El ruido de la cascada se oye de fondo, tiene que bajar mucha agua. Siguiendo el río por su margen izquierdo, damos con una orilla más ancha en la que se puede bajar al lecho, y desde donde ya se ve, de frente, la larga y desordenada cascada. ¡Sí que está arriba sí!
Cascada de Nadiža o Tamar, nacimiento del río Sava Dolinka
Miguel no se puede quedar así, así que decide investigar por su cuenta, emprendiendo un empinado ascenso por una ladera en la que parece no haber ningún camino marcado. Consigue llegar hasta una enorme placa de nieve que bloquea el acceso a la otra orilla, y a pesar de realizar alguna tentativa por el bosque de la orilla izquierda, no hay ningún camino, y el terreno es complicado.
Cascada de Tamar o Nadiza
Vuelta para abajo, qué pena. Vemos descender algunos senderistas por la orilla derecha del río, y tras preguntarles, nos comentan que el ascenso hasta el surgimiento y salto de agua, hasta Nadiža, es bastante complicado, muy empinado, imposible para ir con la peque. Hablan especialmente del último tramo, que debe ser bastante malo, y al que se llega tras una dura subida de 20 minutos desde el lecho del río. Se hace tarde y hay que dar de comer a la peque. Miguel se queda con las ganas de ver la magia de Nadiža desde cerca, pero el slowfamilytravel vuelve a imponer sus horarios, las prioridades son las prioridades.
Por una bucólica pradera que bien podría parecer la Suiza alpina, llegamos a Planinski Dom Tamar, el refugio de montaña de Tamar. Situado a 1108 metros de altitud, es una gran casona de madera donde además de camas, se ofrece comida y bebida, en una estupenda terraza que muchos chiringuitos de playa ya quisieran.
Planinski Dom Tamar, refugio de montaña en el valle de Tamar
La peque come allí su puré, mientras los aitatxos comen allí los bocadillos que se han traído preparados desde el apartamento, con una buena y merecida cerveza de medio litro, tonterías las justas.
Un buen bocadillo, premio a una ruta de senderismo en familia por los Alpes Julianos
Es curioso que en este punto remoto, sea posible captar junto a la entrada al refugio una débil señal de red WIFI abierta; incluso tienen helados, el postre preferido de la peque durante estas vacaciones. Corremos el riesgo de que a la peque se le pase la hora del sueño mientras bajamos, y no hay sillita, por lo que sin mucho detenimiento, nos ponemos en marcha hacia abajo. La bajada se hace más fácil, y aunque dudamos si volver por el sendero del bosque, volvemos a bajar por la pista de subida, por terreno árido, el sol aprieta. A tramos, la peque camina, pero está cansada, y los hombros vuelven a ser un soporte vital. Hacemos una parada para capturar una pequeña rana que cruza la pista en el momento equivocado. Izaro alucina cuando el aita se la muestra en las manos. Nos daríamos cuenta a posteriori que este juego de la caza de la rana tendría como contrapartida perder la tapa del objetivo de la cámara, que se debió quedar por allí :(.
Rana en la ruta de senderismo desde Planica a Planinski Dom Tamar
En el último tramo, la peque da algunas cabezadas encima del aita, está a punto de quedarse dormida. Pero de repente, el aita se adelanta, pone la mano en su oreja, escucha atentamente y transmite a la familia que ha recibido un importante mensaje: son los animales del bosque, que al parecer, han conseguido arreglar la maltrecha sillita, y nos la han dejado en el mismo sitio. Efectivamente, allí está, entre los matorrales, en un sitio más complicado de lo que pensábamos, por lo que la recuperamos y traemos la silla de vuelta al camino. La peque está alucinando y camina mirando continuamente a la sillita, y también a su alrededor…¿en busca de los animales ‘salvadores’? 😉
Tras cruzar de nuevo el pedregal, divisamos ya los trampolines de esquí, y más abajo, nuestro coche, bajo el tórrido sol. Bajamos rápido en coche hasta Rateče, porque si vamos hasta Kranjska Gora, la peque se queda dormida en el coche. En Rateče, ya en su sillita ‘mágicamente arreglada’, le damos un paseo y se duerme rápida y plácidamente. Mientras, sus padres, en la terraza de un bar cerca de la señal de stop más maravillosa del mundo, se toman algo tranquilamente, pensando qué hacer por la tarde.
Rateče, una puerta de entrada privilegiada a los Alpes Julianos
Cuando la peque despierta, en medio de un calor infernal, damos una pequeña vuelta por Rateče, un pequeño pueblo de montaña que no tiene mucha más historia que su iglesia y sus curiosas casas de estilo alpino. Los inviernos tienen que ser muy duros en este valle que hace de frontera entre Italia, Eslovenia y Austria.
Iglesia de Rateče
Manantial de Zelenci, el bucólico afloramiento del río Sava Dolinka
A este pueblo se le conoce como la puerta de acceso a Planica y a Tamar, pero también por un paraje natural singular que tiene bien cerca, en la carretera que va hacia Kranjska Gora. Hablamos de la reserva natural de Zelenci, lo que se considera como el afloramiento, manantial o nacimiento oficial del río Sava Dolinka. ¿Cómo, otro nacimiento? Sí, todo tiene una explicación: realmente el primer afloramiento se da en el surgimiento o cascada de Nadiža antes visitado y mencionado, pero tras recorrer un pequeño tramo por el valle de Tamar, el río se sumerge en las profundidades de la tierra, para junto con otras aguas, aflorar en este punto conocido como el lago de Zelenci. Un lugar del que tampoco habíamos oído hablar, pero que Matiaz nos recomendó, especialmente por su fácil acceso. Guiándonos por el mapa, enfilamos en coche la carretera desde Rateče hacia Kranjska Gora, parando a mano derecha, junto a un bar, a los dos kilómetros. Tiene que ser éste el punto de acceso, extremo que nos confirma el encargado del bar y restaurante según salimos del coche.
Bar-restaurante y acceso al manantial de Zelenci
Por un sendero de gravilla y varias pasarelas de madera, perfectamente accesible y transitable con sillita, caminamos entre frondosos árboles, y también entre mosquitos y algo de olor a agua estancada.
Tras un paseo de 5 minutos, llegamos a uno de los nacimientos de ríos más bonitos que hemos visto en nuestras vidas. En realidad, es un pequeño lago o manantial rodeado de una exhuberante vegetación, cuyas aguas transparentes tienen una profundidad aproximada de 2 metros. Las aguas filtradas arriba en la montaña, por un fenómeno geológico asociado a deslizamientos y depósitos de antiguos glaciares, se filtran y almacenan bajo tierra para emerger en este punto, por unos pequeños agujeros en forma de cráter a los que denominan ‘ventanas de agua’.
El manantial de Zelenci o afloramiento del río Sava Dolinka, paisaje de postal
El paisaje, con los Alpes Julianos como telón de fondo, es ¡de postal! Este nacimiento, a nivel de colores, a nivel de fotografía, lo tiene todo. Se dice que muchos artistas, especialmente pintores, han buscado inspiración en este punto, siendo un rincón predilecto para muchos naturalistas, algunos de los cuales no dudan en calificar este sitio como uno de los rincones naturales más bonitos de Europa. Además, es una reserva natural importante, y los carteles indican claramente la fauna que habita en la zona, con algunos animales en peligro de extinción. Nosotros sólo conseguimos avistar un par de peces que disfrutaban nadando plácidamente de la calidad de vida que tienen en este paraje natural. Desde la cabaña de madera a la que se accede por unas escaleras, y donde se explica mediante paneles interpretativos esta curiosa formación, las diferentes tonalidades del agua, motivadas por los diferentes materiales del fondo, se aprecian todavía mejor.
Los colores del agua y el paisaje que rodea al nacimiento del río Sava Dolinka
Hasta donde sabemos, el baño está prohibido, pero no nos pudimos resistir a probar el agua, con manos y pies, incluida la peque, para constatar de que está alpinamente fría, al emerger a una temperatura de entre 5 y 6 grados.
Da pena irse, es un sitio en el que podrías quedarte embobado durante mucho tiempo, repitiendo fotografías, una tras otra, estamos ante una maravilla natural, un ‘must’ de Eslovenia. Pero nos hemos dejado el trípode en el coche (aconsejamos llevarlo para la típica foto de familia) y la peque se empieza a mosquear con los mosquitos e insectos que campan a sus anchas en el segundo afloramiento del Sava Dolinka.
Paisajes alpinos de postal en el nacimiento del río Sava Dolinka
Qué ver en Kranjska Gora: paseo de verano por la estación de esquí
Vuelta al coche, donde en una mesa del estratégico bar del aparcamiento, tomamos algo y damos de merendar a la peque. Desde este punto, en 5 minutos nos plantamos en Kranjska Gora, donde en vez de ir al apartamento, para aprovechar bien el día andarín que tenemos, decidimos dar un pequeño paseo por el pueblo. No se ve mucha gente, hace calor, pero la sensación de tranquilidad que emanan las calles de esta localidad y estación de esquí alpina es claramente palpable.
Centro peatonal de la estación de esquí de Kranjska Gora
El ritmo de vida es tranquilo en verano en Kranjska Gora
Una altiva iglesia en el centro del pueblo, un área peatonal adoquinada, casas con arquitectura típica de montaña, con tejados inclinados, y el río Pišnica, cuyas aguas descienden por un lateral del pueblo. Se ve mucho hotel, apartamentos y comercio, donde predominan las tiendas de deporte, enfocadas principalmente al esquí y a los deportes de montaña.
Río Pišnica a su paso por Kranjska Gora
El segundo incidente tecnológico del día viene cuando vemos por la calle unas niñas con una especie de pequeño hamster en sus manos. Esto llama la atención de Izaro y nos acercamos para acariciarlo, momento en el que la cámara resbala del maltrecho hombro de Miguel y golpea el sueño. Parte de incidentes: Filtro abollado con una raja muy seria en un lateral del cristal, ¡benditos filtros! La raja permite sacar fotos en horizontal sin que se vea el rayón, pero en las fotos en vertical, no hay manera. Hay que comprar un filtro, y sonreir a la peque, que ha podido acariciar el gracioso animalejo de marras…
Casas pintorescas en la estación de esquí de Kranjska Gora
Kranjska Gora no tiene en sí, y hasta donde nosotros pudimos comprobar, nada especial, así que cansados por esta primera jornada de montaña en los Alpes Julianos, nos metemos en una panadería para comprar un poco de pan para cenar, y de paso, comer un burek en Eslovenia por primera vez ;-). Nos desplomamos en el apartamento, unos en la ducha, otros en el sofá. Ha sido un día intenso por esta región alpina, una región que poco tiene que envidiar a otras zonas de los Alpes suizos, franceses, italianos, o austriacos. De hecho, aunque habíamos oído hablar de los impresionantes parajes naturales de Eslovenia, y a pesar de saber que había montañas muy altas, no pensábamos que en este primer día íbamos a ver tan increíbles paisajes de alta montaña, ni de lejos.
Información práctica:
- Alojamiento que recomendamos en Kranjska Gora: Vijolica
- Otros alojamientos en Kranjska Gora
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- Guía de viaje de Eslovenia de Lonely Planet
- Ruta Planica-Planinski Dom Tamar:
- Tiempo aproximado: 1h-1h 30 minutos
- Dificultad: Ninguna, aunque hay cierta pendiente y conviene recordar que esto es alta montaña, con todo lo que ello conlleva, especialmente con cambios bruscos de tiempo y formación de tormentas.
- Desnivel aproximado: 200 metros.
- Aparcar el coche en Planica cuesta 2 € por coche.
- Se recomienda llevar ropa cómoda y bota de montaña o zapatilla de trekking.
- No ‘realizable’ con sillita/carrito de niños.
- Se recomienda llevar agua y protección solar.
- El acceso al surgimiento de Nadiža es sólo apto para gente experimentada y bien preparada para caminar en alta montaña, en ningún caso con niños.
- Ruta ideal para recorrer en bicicleta de montaña.
- Sirven bebidas y comidas en el refugio de la explanada.
- Ruta a la laguna y reserva natural de Zelenci.
- Tiempo aproximado: 5-10 minutos desde el aparcamiento junto a la carretera.
- Dificultad: Ninguna. Accesible con sillita/carrito de niño
- Sirven bebidas y comidas en el bar-restaurante del aparcamiento
- Excursión realizada en Junio del 2014, durante nuestro viaje de 18 días por Eslovenia
- Mapa con los puntos de interés de las dos excursiones
Saludos!
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Hay algún rincón feo en este país? Todo me parece precioso.
Saludos.
Hola Miguel! La verdad es que lo dudamos, o está muy pero que muy difícil de ver, escondido de la visión del visitante. Creo que este primer gran viaje con la peque nos va a dejar un recuerdo imborrable, espero que vosotros también disfrutéis a tope. SaludoX!