Galicia tiene fama de ser una región de España donde ‘se come bien‘. Y nuestra familia, tiene fama de ser una familia viajera vasca a la que le gusta comer bien allá donde vaya. Estos dos ingredientes gastronómicos se juntaron con alevosía y nocturnidad durante el pasado verano, cuando disfrutamos de dos semanas de vacaciones, y muy buen tiempo, en la comarca de O Barbanza, concretamente en Boiro, provincia de A Coruña. Como no podía ser de otra manera, el día previo a venirnos de vuelta a Euskadi, decidimos darnos un pequeño gran homenaje gastronómico, allí mismo en Boiro, sin andar moviendo el coche para nada.
Durante nuestras dos semanas por la zona, no vamos a ocultar que habíamos visitado y comido en bastante sitios, especialmente en restaurantes de la zona de Arousa Norte, por lo que íbamos ya con una idea bastante bien formada de lo bien que se come en esta región, y por analogía extensible, en Galicia. Sin embargo, tras ser aconsejados por una mujer en una playa de Cabo da Cruz y chequear el mencionado restaurante en Foursquare, no tuvimos ninguna duda de que teníamos que reservar nuestro último cartucho foodie para el Restaurante Asador Arume. ¿Disparáis con nosotros al siguiente plato? Juramos por Juan Mari Arzak que la experiencia merecerá la pena…
Pulpo Arume, productos de primera calidad en el Restaurante Asador Arume
Al entrar en el local, se pasa por la zona de barra, ya que el restaurante también ejerce la función de bar, donde se puede tomar algo y picar unas raciones en unas mesas que tiene allí dispuestas. Tras dormir a la peque dando un paseo fuera, y preguntar al camarero por nuestra reserva de mesa, nos invitan a recorrer un largo pasillo que desemboca en una primera zona del restaurante.
Exterior del restaurante asador Arume de Boiro
La sorpresa aquí es ya potente, ya que esperábamos un sitio más pequeño, pero nos damos cuenta de que el restaurante es grande, sitio propicio para grandes celebraciones, incluso bodas. La primera zona de mesas que divisamos está todavía vacía y necesita de luz artificial, por lo que nos conducen amablemente al fondo de un amplio salón comedor, situado en una especie de altillo, dos escaleras, sobre el de nivel más bajo.
La amplitud es una característica a destacar en el comedor del Asador Arume
Amplitud, comodidad, silencio, y mucho espacio visual sobre el resto del restaurante, el rincón en el que estamos es ideal para estar tranquilos y disfrutar. Tenemos una amplísima mesa para los dos, una mesa sencilla, sobria pero elegante, espaciosa, y con sitio de sobra para aparcar la sillita de la peque. Se alternan aleatoriamente las mesas redondas con las cuadradas, techos y sillas de buena madera en contraste con la fría piedra de las paredes, es un sitio bonito, muy acogedor.
Sencillez y elegancia en las mesas del Restaurante Asador Arume
Un atento camarero nos trae la carta en seguida, muy amplia y variada en opciones. Como era de esperar, hay numerosa presencia de pescados y mariscos de la ría de Arousa. Nos gusta el enfoque, es una clara apuesta por el producto autóctono y local, ése que saben manejar y cocinar tan bien en Galicia. Hay bastantes platos que llevan la coletilla ‘Arume’, o algún otro adjetivo misterioso de la casa, por lo que os recomendamos preguntar al camarero por sus ingredientes, preparación y presentación, os dará la información con todo lujo de detalles. Tras mareas al camarero, para variar, con varias preguntas sobre dos o tres platos con los que teníamos dudas, nos lanzamos finalmente a la piscina. Teníamos intención de llenar nuestra piscina a base de algún blanco de uva Godello, uva que nos ha enamorado este verano y que desde aquí vuelvo a recomendar probar a mi amigo Ignacio Izquierdo. Casualidad, a pesar de la extensa carta de vinos, hemos ido a dar con la referencia que no tienen, vaya. No se acaba el mundo, llenamos la piscina de albariño Martín Codax, una apuesta tradicional pero segura, de una bodega que es santo y seña de la D.O. Rías Baixas.
Albariño Martín Codax, apuesta segura, santo y seña de la D.O. Rías Baixas
Mientras celebramos y brindamos por unas geniales vacaciones en familia y degustamos las primeras notas de ese caldo con nombre de trovador gallego, nos sirven al centro, para compartir, uno de los dos primeros entrantes. Podríamos crear una fanpage denominada OctopusLovers, y es que hemos de admitir que el pulpo nos va, nos pone mucho. Nuestra elección fue Pulpo Arume, que traducido al lenguaje de los mortales, significa pulpo a la parrilla, aderezado con pimentón. La cantidad de tentáculos que poblaban el plato era considerable, y el grosor de dichos tentáculos, nos llamó poderosamente la atención. Un pulpo bien hermoso del que dimos cuenta como unos campeones, ya que a pesar del grosor, la carne estaba en su punto, tierna, y con un sabor a parrilla genial, con la puntilla del pimentón, un ingrediente que asociamos a todo buen pulpo que se precie, ya que le aporta un toque y una gracia especial.
Pulpo Arume, calidad de la ría de Arousa con un toque de parrilla
A pesar de que nos tomó nota un camarero, luego durante la mayor parte de la comida nos atiende otro, muy atento, majo y servicial, aunque excesivamente acelerado, tanto en movimiento como hablando, para nuestro gusto. Comentamos este pequeño detalle porque no nos gusta que un camarero ande continuamente revoloteando sobre nuestra mesa para ver si hemos terminado o no el plato. Sabemos que es importante y que el objetivo de esto es sacar el siguiente plato en el momento justo, pero para eso, basta una vuelta y una mirada, no tres, ni cuatro, ya que sólo se consigue incomodar al comensal y meterle presión para terminar. Además, somos de los que nos gusta comer tranquilos y deleitarnos con los platos, aprovechando bien el producto, también la salsa y el condimento.
Después de este primer pedazo de entrante, para respiro del camarero, viene y nos ponemos ya con el siguiente entrante, unas almejas a la marinera que sirven en una generosa bandeja alargada. También estaba la opción de haberlas pedido a la plancha, pero al haberlas degustado ya con anterioridad durante nuestro viaje, decidimos cambiar, previa pregunta sobre ‘a la marinera’, ¡hay que experimentar y probar cosas nuevas!
Almejas a la marinera, buen producto con una salsa de chuparse los dedos
La ración es muy hermosa. Las almejas no son muy grandes, especialmente si las comparamos con las almejas que habíamos visto en otros restaurantes de la zona en días pasados, pero hay que alegar en su defensa que no eran para poner a la plancha, para lo que se suelen reservar las más grandes y mejores. Tamaños aparte, estaban bien sabrosas, y se comen bien a gusto, pero sin duda a ellos contribuye lo que se convierte en la estrella del plato, la salsa marinera Arume style. Sinceramente, la salsa marinera la esperábamos de otra manera, un estilo a una salsa ligera, incluso verde, con cierto sabor marinero. Seguro que la salsa lleva algún toque marino, no sabemos exactamente el qué, pero la zanahoria, el pimiento y el tomate no andarían muy lejos. ¿Resultado? Una salsa para chuparse los dedos, literal, y para terminar con la ración de pan, ante la incredulidad y nerviosismo del camarero.
Estando en plena ría de Arousa, y aún sabiendo que la carne gallega es una de las que más fama tiene de toda España, estábamos obligados a pedir algún pescado o marisco como plato principal. Yo, que no soy de marisco, tras muchas dudas con el pescado, para cambiar, pido Coruxo, un pescado local que el camarero asemeja al rodaballo. Me arriesgo. Yo, que esperaba un pescado entero, de los de quitar la espina y disfrutar, cuando me traen el plato, se me cae el alma foodie al suelo. El pescado, supongo que porque sería una pieza grande, viene ya partido en varios trozos, se aprecia mucha carne, y el acompañamiento con patatas cocidas a un lado, y ensalada al otro, le da enjundia al plato.
Presentación del plato de Coruxo, un pescado autóctono del estilo del rodaballo
Los primeros trozos que pruebo, los más generosos en carne, no hacen sino acrecentar mi pena de no haber pedido otro pescado, un rodaballo mismamente,. Sin embargo, según avanzo con el plato, los siguiente trozos se vuelven mucho más sabrosos, especialmente la zona de la cola. El plato que empezó con mal pie, termina con muy buen sabor y sensaciones, puedo olvidar el shock inicial.
Coruxo, un pescado con carne sabrosa y generosa
En paralelo, Laura opta por no complicarse para su segundo plato, y fiándose de la materia primera que manejan en la zona, decide viajar hacia el mundo del marisco de la mano de dos vieras gratinadas al horno. Las vieras las puedes pedir por unidades, vale 5€ la unidad, un precio muy asequible para la calidad y experiencia que ofrecen. Es un plato sencilo con el que es difícil no acertar, más aún con ese relleno y salsa casera con la que condimentan el marisco, el resultado es exquisito.
Vieira gratinada al horno, con relleno y salsa de la casa, a 5€ la unidad
El sitio en el estómago escasea, pero la carta de postres tiene buena pinta, a priori se percibe bastante toque casero, por lo que no podemos evitar compartir una tarta de queso, nuestro postre talismán, tras asegurarnos el camarero de que es un postre hecho en la casa. A pesar de que a primera vista la pinta es algo artificial, en seguida saboreamos y apreciamos que hay trabajo tras ese postre, y terminamos dándonos un festín de órdago con el postre.
Tarta de queso, uno de nuestros postres preferidos
Antes de terminar el postre, el camarero viene a la mesa y nos espeta muy amablemente un ‘a los cafés invita la casa‘, un gesto que nos sorprende y que valoramos y agradecemos mucho. Es más, tomamos dos cafés y al preguntar por un chupito de orujo blanco para bajar la comilona, nos deja en la mesa la botella de orujo blanco entrelazando un ‘servíos tranquilamente lo que queráis‘. Vuelvo a repetir, un detallazo, un simple gesto que no cuesta mucho, y que todos los sitios en los que pagas por encima de cierta cantidad considerable, deberían tener.
Como habéis podido comprobar, a pesar de algún que otro mínimo detallito mejorable, es un sitio en el que disfrutamos mucho, y al que volveríamos con los ojos cerrados. Quizás no pediría Coruxo, probaría otro pescado más clásico, o carne, o incluso algún rico entrante como segundo plato, why not? A pesar de tener un precio ligeramente por encima de la media de los restaurantes de la zona, se podría decir sin problemas que está más que justificado, ya que el restaurante tiene nivel y renombre, el local es muy acogedor, espacioso y luminoso, y el producto y la cocina, lo más importante, es de primerísima calidad, con un toque especial de la casa en muchos de los platos, con idiosincrasia culinaria propia, como debe ser. No es barato, pero si vas a comer pescado, marisco y similares, en un sitio de cierto nombre, sabes a lo que te atienes. Por ello, desde nuestro humilde punto de vista, nos atreveríamos a asegurar que este restaurante es de los mejores de la zona, con una relación calidad-precio inmejorable, en el que trabajan un género de mucha calidad, cocinándolo a las mil maravillas, y presentándolo con cariño en un estupendo local. ¿Quién da más?
Valoración @Lonifasiko: 4.7/5
Información práctica:
- Página web del restaurante
- Dirección: Avenida Compostela Nº 30. 15930, Boiro (A Coruña)
- Teléfono: (0034) 981 84 88 50
- Precio aproximado de la gastroexperiencia aquí narrada (con cafés y chupito): 35-40€/persona (Agosto 2013)
- Se puede pagar con tarjeta
- Mapa con la situación del Restaurante Asador Arume en Boiro
On egin!
¡Qué pinta tienen ese pulpo y esas almejas! Si las pillo ahora mismo… Un abrazo, familia viajera 😀
Ya te digo Marta, quién las pillara ahora mismo, o incluso a cualquier hora, creo que les podríamos hacer un huequecito fuera la hora que fuera ;-). Te juro que ayer lo pasé mal revisando y subiendo las fotos, mi cena de ayer ya no me supo igual :(. SaludoX!
Si hay una comida por la que pierdo el sentido es por las almejas a la marinera. En cada “casa” hacen su propia salsa y me gusta probarlas allá dónde voy. Pero bueno…..la pinta del pulpo a la brasa es inexplicamente sabrosa!!!!.
Un olé para ese “Coruxo” con apariencia jugosa y para las vieiras de Laura….madre del amor hermoso….qué doraditas!!!!.
España tiene una gastronomía increíble, potente, infinita…. pero quizás sea el amor “pola miña terriña” el que me hace pensar que Galicia y su gastronomía son “el summum”.
Me anoto en platos pendientes para las vacaciones navideñas el pulpo a la brasa!!!! (y una botellita de Mártin Códax, of course).
Un abrazo familia viajera 🙂
Olé también para ese repaso y análisis gastronómico que haces de cada plato, muy acertado! Como decía, no nos imaginábamos las almejas a la marinera de esa forma, pero la salsa estaba sublime, incluso me atrevería a decir que ‘camuflaba y eclipsaba’ algo al producto. Respecto al pulpo, yo siempre había sido de ‘pulpo a feira’, pero desde que hace años probé un ‘polpo grelhado’ en Oporto, siempre que hay oportunidad allá donde voy, el pulpo, si es a la brasa/parrilla, mejor que mejor. Éste estaba realmente fantástico, la foto le hace justicia! Por supuesto, este tipo de comida mejor si va acompañada de un blanquito bien fresquito, ya sea un albariño o un godello, uno de los descubrimientos vitivinícolas de este gran verano.
Por último, es normal que sientas una debilidad especial por tu tierra y su gastronomía, te entiendo perfectamente, te lo dice un vasco que ha visitado Galicia después de 10 años sin ir, y que ha vuelto maravillado, con su paisaje, su gente, y por supuesto, con su infinita gastronomía, Galiza calidade! Te nombro de aquí en adelante ‘gastrocomentarista’ oficial del txoko, muchas gracias por estar siempre ahí, un abrazo muy fuerte!
Llevo años “citándome” en Arume, y doy fé de lo que describís en vuestra descripción de la comida; os puedo asegurar que, en caso de haber pedido carne, tampoco os habría decepcionado. Saludos
Hola! Si nosotros viviéramos en esa zona de Galicia, creo que también seríamos bastante fieles a citarnos en este templo gastronómico, es un restaurante del que guardamos muy buen recuerdo, tanto por la comida, como por lo agradable del local. Y visto tu comentario y que eres ‘experto’, si vamos la siguiente vez, optaremos, sin dudarlo, por probar la carne. Gracias por compartir tu experiencia y consejo, saludoX!