Cruzar un puente sobre un río y trasladarte a un mundo de valores, tradición, experiencia, humildad, convicción, trabajo, innovación e ilusión. Y os preguntaréis: ¿Dónde leches habrán estado estos esta vez? ¿Habrán cruzado algún puente hacia alguna isla de start-ups, algún barrio que se ha reconvertido en polo de empresas de base tecnológica?
No, hemos cruzado un puente sobre el río Butrón, en terrenos de la localidad de Gamiz-Fika, en el entorno más rural de la comarca de Uribe. Allí, frente a un caserío remodelado, de los que nos gustan, sale a recibirnos Luis Azillona. Se percibe desde el puente ese carácter de hombre bonachón que cada vez menos gente tiene; en la distancia corta, con el simple hecho de darte la mano y escucharle hablar, se confirma lo percibido: buena gente, muy vasco, arraigado a la tierra, de los que se gana la confianza de la gente enseguida, por su carácter y forma de ser.
