[Actualización: Es probable que el acceso al santuario y al restaurante haya mejorado desde la última vez que estuvimos nosotros.]
Quien dice ‘Tarazona‘, dice ‘Moncayo‘; quien dice ‘Moncayo’, dice ‘Santuario de la Virgen del Moncayo’; y quién dice ‘querer comer bien cerca del Santuario de la Virgen del Moncayo’, dice ‘Restaurante Santuario del Moncayo‘. La historia y la cadena es así de simple, aquí no hay ni trampa ni cartón.