Por fin te has animado a hacer una ruta por el País Vasco en Semana Santa. Sin embargo, hay algo que te preocupa bastante, y no hablamos precisamente de la insegura previsión del tiempo en el Norte. Te hemos calado: eres el tipo de persona que huye de las aglomeraciones y busca descubrir lo más auténtico de los destinos que visita. Si de verdad te gusta hacer una inmersión en la cultura y respirar la forma de vida local, permítenos sugerirte de forma alternativa una quincena de rincones, excursiones y planes para que tu viaje a Euskadi se convierta en una experiencia memorable. ¡Bienvenida, bienvenido! O como decimos aquí, ongi etorri!
Visitar Euskadi en Semana Santa
Rioja Alavesa
No diga Rioja Alavesa, diga vino de Rioja Alavesa. Con permiso del txakoli, esta región situada a los pies de la Sierra Cantabria y a orillas del río Ebro, en constante coqueteo con La Rioja, es por antonomasia la región del vino en Euskadi.
Se lo han ganado a pulso, con mucho trabajo, pasión y una firme apuesta por la calidad en procesos, productos y experiencias únicas. Podríamos destacar pueblos bonitos como Labastida, Elciego o Laguardia, “capital” de Rioja Alavesa y uno de los pueblos más bonitos de España; puedes visitar bodegas tradicionales de carácter familiar como bodegas de arquitectura de vanguardia; podríamos hablar del dolmen de la Hechicera, de subir al Toloño, del poblado de La Hoya, de comer de fábula en el restaurante Héctor Oribe… ¡Será por planes! Probablemente no haya mejor sitio en Euskadi para celebrar la vida que esta fértil y soleada región que mira con descaro al Ebro. Piérdete por sus carreteras y viñedos, disfruta de las maravillas de este singular y excepcional terroir, y por descontado, no olvides brindar con vino de Rioja Alavesa.
Tolosa
Fue capital de Gipuzkoa y se nota. Sus edificios reflejan años de historia y vivencias en las aguas del elegante río Oria. Los sábados en Tolosa son sinónimo de mercados donde poder comprar los mejores productos y alimentos made in Euskadi: allí se adoran las famosas alubias de Tolosa, el queso Idiazabal, la txuleta a la parrilla, el chocolate y las tejas y cigarrillos de Tolosa. Con la tontería, ya te hemos confeccionado uno de los menús más gourmet y auténticos de la región.
Delicatessen aparte, no hay otro sitio en Euskadi donde se celebran tanto los carnavales, siendo además mundialmente reconocida por su festival internacional de títeres y marionetas, así como por su museo TOPIC lleno de fantasía.
Parque Natural de Urkiola
Difícil entender un viaje a Euskadi sin la visita a uno de los parques naturales del País Vasco más emblemáticos. A caballo entre tierras vizcaínas y alavesas, este parque natural va mucho más allá que la línea divisoria que marca el mítico puerto de Urkiola, con sus redondos 700 metros de altitud. Ahora bien, sí es verdad que este paso natural que separa las cuencas mediterránea y cantábrica es el mejor punto de acceso al corazón del parque. Hablamos de un parque natural que conjuga como ninguno la naturaleza con la espiritualidad, sea de índole religiosa, mitológica o senderista.
Mientras en el santuario de Urkiola se venera la figura de San Antonio, los baserritarras y pastores de la zona rinden homenaje a Mari, Diosa de la mitología vasca que vive en una cueva del monte Anboto; a la contra, muchos senderistas y montañeros prefieren huir de profecías y recorrer la infinidad de senderos que serpentean bajo las abruptas cimas calizas de montañas como Mugarra, Untzillaitz, Alluitz, Anboto, Izpizte u Orixol. Si no te quieres machacar mucho o estás buscando planes con niños en el País Vasco algo más asequibles, atrévete con un corto paseo sin dificultad hasta la cima de Urkiolagirre, uno de los mejores miradores de Urkiola.
Vía verde del Vasco-Navarro (Montaña Alavesa)
Con la importancia que tuvo el ferrocarril vasco-navarro en su época, y lo desconocida que es -más allá de Araba- su posterior transformación en vía verde destinada al ocio y al turismo activo. Nos concentramos aquí en el tramo de vía verde que recorre la desconocida Montaña Alavesa, tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos de Vitoria-Gasteiz.
Con el Parque Natural de Izki como abrigo protector, una buena opción es recorrer el tramo que une las localidades de Maeztu y Santa Cruz de Campezo, capital de estas poco conocidas tierras que tienen un apego especial, por cercanía, con tierras navarras. Especial atención a Antoñana, diminuta villa amurallada junto a la que se ubica en Centro de Interpretación de la vía verde del Ferocarril Vasco-Navarro.
Mutriku
Esta antigua villa ballenera siempre ha vivido mirando al mar. Construida a media ladera, en un precioso caos de casas de colores, la gente dice que Mutriku guarda cierto aire con Cudillero, en Asturias. Nosotros iremos más allá diciendo que Mutriku es un pueblo de dibujos animados. Su casco histórico, repleto de estrechas calles adoquinadas de fuerte pendiente, palacios y casas solariegas con escudos blasonados está declarado conjunto monumental. No es de extrañar. La pesca de la ballena reportó mucha riqueza a esta villa fundada en el siglo XIII, y eso se nota en el rico trazado y ornamentación de este municipio situado en el extremo oeste de la costa de localidad de Gipuzkoa.
Estás en un pueblo marinero, por lo que imprescindible comer buen pescado en Mutriku y darte una vuelta por el coqueto puerto y las piscinas de agua salada de la localidad, ¡desearás volver en verano! A nivel histórico-cultural, te recomendamos visitar el palacio Arrietakua, una joya histórica habitada sin interrupción desde el siglo XVIII, llena de misterio, donde vivió, entre otros grandes ilustres de la época, el científico, marino y brigadier Cosme Damián Churruca. Héroe de la batalla de Trafalgar, fue nombrado almirante a título póstumo, y por descontado, es hijo predilecto de Mutriku, donde también fue alcalde. Considerado como uno de los mejores estrategas marinos, él no tuvo la suerte de disfrutar del nuevo paseo Deba-Mutriku ni de descansar en las maravillosas habitaciones con vistas al mar del Hotel Arbe o del agroturismo Haitzalde.
Bosque de Oma
La divertida y misteriosa obra del pintor Agustín Ibarrola merece una visita en cualquier época del año. Da igual que viajes en pareja, en plan romántico, o estés buscando qué hacer en Euskadi con niños. Todas las modalidades de viajes confluyen en ponerse calzado cómodo y darse un paseo por el bosque ‘animado’ más conocido de todo Euskadi. Disfruta de esta genial obra que convierte el medio natural en un lienzo de fantasía y colores. A la vuelta, pégate una buena alubiada en el restaurante Lezika. Te lo mereces.
Cascada de Gujuli/Goiuri
Ya va siendo hora de que otorguemos a la cascada de Gujuli o Goiuri la importancia que merece, tan solo superada por la fama del relativamente cercano salto del Nervión. En la carretera de montaña que conecta Vitoria-Gasteiz con Orduña a través del Alto de la Barrerilla, el río Oiardo no se anda con chiquitas y se desploma más de 100 metros sobre un circo que él mismo ha horadado durante miles de años. ¿Serán las ganas de entregar sus aguas al río Altube, o serán, como dice la leyenda, las lágrimas de Urjauzi, una persona avariciosa que robó el espejo mágico de la lamia Baigorri? Lo mejor es que te acerques al mirador de la cascada de Gujuli y lo compruebes tú mismo. Invierno y primavera son las mejores épocas para visitar este peculiar salto, ya que el río Oiardo en ocasiones se toma un descanso hídrico en época estival, y claro, la cascada pierde gran parte de su gracia. Cuando el caudal es potente, en días de viento, los lugareños dicen que todavía se escuchan los llantos y lamentos de Urjauzi.
Lekeitio
Lekeitio es sin duda uno de los pueblos más bonitos de la costa de Bizkaia. Señorial y tradicional a partes iguales, posee el típico trazado de los pueblos de pescadores, una señorial iglesia junto al mar que aspira a algo más, y es conocida por la belleza de la playa de Karraspio y la isla de San Nicolás, quienes estrechan lazos cuando baja la marea.
No te olvides visitar por dentro el faro de Santa Catalina, uno de los únicos faros visitables del Cantábrico, testigo de numerosas hazañas y tragedias en la abrupta Costa Vasca.
Para desconectar, si buscas un alojamiento con clase y encanto en Lekeitio, te recomendamos el Hotel Zubieta.
Pasai Donibane
Estar a caballo entre Donostia-San Sebastián y Hondarribia tiene sus ventajas y desventajas. Según se mire. Pasai Donibane (Pasajes San Juan) puede pasar perfectamente desapercibida para el turista medio, que no duda en saltar de los famosos pintxos de Hondarribia directamente a los pintxos de la Parte Vieja donostiarra.
La bocana del puerto de Pasaia es un accidente geográfico difícilmente replicable, un ‘mordisco’ de la Costa Vasca por el que parece mentira que entren cargueros y cruceros de dimensiones extraordinarias. La palabra del día es ‘pericia’.
La misma que tienen las adoquinadas calles y casas de colores de Pasai Donibane para destacar frente a Pasai San Pedro, su villa hermana y al mismo tiempo, eterna rival, especialmente si hablamos de remo. El paseo hasta el final de la bocana es una bocanada de aire fresco necesaria para entender esa Gipuzkoa industrial que se funde con el medio natural.
Ruta de los acantilados entre Sopelana y Punta Galea
La Costa Vasca es orográficamente más accidentada que el interior de Euskadi. Y eso ya es decir. Menos mal que a alguien se le ocurrió la buena idea de acondicionar un precioso paseo peatonal entre la playa de Barinatxe en Sopelana y la zona de acantilados de Punta Galea, ya en el extremo derecho del Abra de Bilbao.
Es una zona de playas muy adecuada para aprender a hacer surf en Euskadi y también para caminar y disfrutar del paisaje. No es un recorrido llano del todo, pero tampoco es exigente, y te aseguramos que las subidas y bajadas se ven ampliamente recompensadas por los impresionante paisajes que podrás disfrutar desde el minuto cero del recorrido. Para los mas aventureros o para la gente a la que le gusta el senderismo, recomendable proseguir la marcha en el otro sentido, desde Sopelana y Meñakoz hasta Barrika, en cuya playa descansa la famosa ‘cola de dragón’, una serie de estratos de rocas de tipo de flysch convertido en obsesión de fotógrafos de todo el mundo.
Valle de Karrantza
Bizkaia cuenta con su propio Far West, un fértil valle de la comarca de Enkarterri que limita con Cantabria y con Burgos. Quizás este hecho de extremos geográficos hace que mucha gente, erróneamente, argumente que el valle de Karrantza ‘es un sitio que queda siempre a desmano’. Craso error. No está tan lejos de Bilbao o de localidades históricas como Balmaseda (donde se celebra un Vía Crucis viviente en Semana Santa), y si buscas tranquilidad, Karrantza es el destino perfecto para una escapada en clave de turismo rural.
Visitar la cueva de Pozalagua, practicar senderismo por el Parque Natural de Armañón y divisar el valle desde el mirador de la Virgen del Suceso son planes que no pueden faltar en un viaje de Semana Santa en el País Vasco. Si viajas con niños, el centro de recuperación de animales de Karpin Abentura es una visita lúdico-didáctica imprescindible. Para comer bien, ni te lo pienses: restaurante Casa Garras. Y para dormir, tampoco te lo pienses: casa rural Gailurretan, un alojamiento del que te enamorarás perdidamente. Ya ves, quizás un único día incluso se te quede corto para visitar el valle de Karrantza.
Ermita de La Antigua
Ubicada en Zumarraga, la ermita de La Antigua está considerada como la ‘catedral de las ermitas vascas’, muy por encima de la famosa ermita de San Juan de Gaztelugatxe. Si la palabra ermita siempre evoca humildes construcciones religiosas de ámbito eminentemente rural, se puede decir que el caso de La Antigua es caso aparte. La belleza de esta colosal ermita, con una espectacular planta interior de madera hace que esté incluida, junto a la Basílica de Loyola en Azpeitia, y Arantzazu en Oñati, en las dos etapas que el Camino Ignaciano realiza por tierras guipuzcoanas. Seas creyente o no, este pequeño gran templo bien merece una visita.
Salto del Nervión
Al contrario de lo que mucha gente piensa, el río Nervión no se hace grande ni importante a su paso por Bilbao, sino que el río Nervión es grande desde su origen. Técnicamente no es su nacimiento oficial, pero sí es verdad que el salto que realiza el río Nervión sobre el cañón de Delika se puede considerar de altos vuelos, una de las visitas imprescindibles en Euskadi.
El intermitente curso del río no siempre tiene agua, pero Semana Santa siempre será mejor época que verano para contemplar esta cascada que se desploma 222 metros de altura desde la meseta de la abrupta Sierra Salvada. ¿Te atreves a asomarte al vacío sobre una plataforma metálica que desafía las leyes -vascas- de la gravedad?
Pantano de Urkulu
No fue tonto quien decidió construir el pantano de Urkulu en este valle entre montañas de la comarca de Debagoiena. Su bucólica localización ha hecho que el objetivo de almacenar y abastecer de agua a localidades del entorno se haya desdibujado hasta convertirse en una zona natural de ocio imprescindible para los habitantes y visitantes de la zona. En bicicleta, en patines, corriendo o caminando, date una vuelta y disfruta del remanso de paz del embalse de Urkulu, puerta de entrada al Parque Natural Aizkorri-Aratz. Para descansar en la zona, la casa rural Gorosarri y la casa rural Urkulu saciarán todas tus expectativas de servicios, cercanía y hospitalidad. Calidad máxima garantizada.
Valle de Atxondo
Difícil encontrar en Euskadi un valle más bonito que el valle de Atxondo. Cual perfume de Chanel nº 5, en este valle de interior formado por Apatamonasterio, Axpe y Arrazola se concentra la esencia de la Euskadi más auténtica. Verdes prados salpicados de caseríos antiguos y modernos, restaurantes de mucho nivel y la vía verde de Arrazola, un recorrido llano y bucólico que nos recuerda el pasado minero de la zona, bajo la atenta mirada de los colosos Anboto y Alluitz. Y con la villa monumental de Elorrio a menos de 5 kilómetros, donde además está el restaurante Guria, uno de los mejores restaurantes de Euskadi donde comer bacalao al pil-pil.
Difícil encontrar una excursión de día en Euskadi más atractiva para hacerla con niños. Bueno, puedes completar la jornada con la experiencia de ser pastor por un día en el cercano barrio de Mendiola. Con eso ya, lo bordas.
Ruta por el País Vasco en Semana Santa
Como habrás podido comprobar, a pesar de ser un territorio bastante pequeño, no es fácil concentrar la tarea de qué ver y qué hacer en Euskadi en tan solo 15 rincones o planes alternativos. Con más o menos éxito, nosotros lo hemos intentado, esperando que estos sitios y excursiones te ayuden a planificar tu ruta por el País Vasco en Semana Santa.
¿Qué te ha parecido esta selección de lugares de interés para disfrutar de la Semana Santa en Euskadi? ¿Ves viable recomendar esta lista para otras épocas del año?
Si tienes alguna propuesta adicional o sugerencia para completar un viaje a Euskadi todavía más memorable, no dudes en compartir tu sabiduría y experiencia a través de los comentarios. Eskerrik asko!
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