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Cabañas de Gaztainuzketa, buen yantar y desconexión rural en los confines de Gipuzkoa

Las cabañas son más coquetas por fuera que por dentro


De nombre impronunciable para la gente de fuera de Euskadi, allá en los confines de la Gipuzkoa que se hermana con la provincia de Araba, unas cabañas rurales de montaña subsisten cual aldea gala las duras envestidas del turismo de masas. Con una pócima secreta a base de una ubicación poco conocida a la vez que envidiable, unas buenas instalaciones y una comida que alucinaría al mismísimo Obélix, las cabañas de Gaztainuzketa (Gaztainuzketa Mendi Etxeak en euskera) podrían hospedar y deleitar a la más exigente de las legiones romanas.

Gloriosos y verdes despertares

Cabañas de madera en el bosque

Es un complejo rural que pasa desapercibido, y tampoco ayuda demasiado la señalización en la carretera principal. La de años habremos pasado nosotros camino de La Rioja por el puerto de Arlaban o por el puerto de Gatzaga, sin habernos ni siquiera preguntado qué habría al final de ese desvío que se interna misterioso entre la masa forestal. El misterio se desvela apenas un kilómetro carretera arriba, cuando la lengua de asfalto sale del frondoso bosque y desemboca en un parking.

Cabaña central y recepción del complejo Gaztainuzketa

Varias cabañas de madera que parecen sacadas de un cuento infantil salpican un claro del rico bosque de árboles autóctonos. Si no nos equivocamos, son 6 cabañas de diferentes tamaños y ocupaciones que se articulan alrededor de una cabaña central, que ejerce de centro de recepción de visitantes, bar y restaurante.

Al lado de esta cabaña, la atracción infantil que hará las delicias de los peques de la casa: una tirolina. Aviso para navegantes: una vez la prueban, los niños entran en bucle infinito y cuesta horrores sacarles de aquí. Estáis avisados.

Juegos tradicionales que molan

Si los niños son muy pequeños para montarse sólos, no te escondas padre aventurero, la tirolina es de buena calidad y aguanta pesos pesados. I promise…

Tirolina a prueba de bomba

Dormir en Gaztainuzketa Mendi Etxeak

Una vez cogidas las llaves en la recepción, subimos por unas escaleras hasta nuestra cabaña rural. Es una construcción muy sencilla, tanto por fuera como por dentro, que puede albergar entre 4 y 6 personas.

Qué chulada por fuera, ¿no?

La nuestra tenía 2 habitaciones, una con cama de matrimonio y otra con dos camas individuales.

No busques lujos
Detalles, los justos

Fuera de las habitaciones, un espacio común, cómodo y amplio, con un sofá-cama muy sencillo, dos sillas y una TV de pantalla plana.

Espacio amplio y cómodo

Completa este espacio la zona de cocina-comedor. Al pasar sólo una noche, no utilizamos la cocina ni ningún utensilio de la misma, pero por lo que pudimos comprobar, la cocina estaba más o menos bien equipada. Mobiliario sencillo y espartano, algo trotado, al igual que las camas, pero es que no podemos olvidar que estamos en unas cabañas rurales en el bosque.

Espacio sencillo pero amplio

A pesar de ser primeros de Mayo, hacía todavía bastante fresco, por lo que los dueños del recinto habían dejado el sistema de calefacción activado para cuando llegamos. El peculiar sistema de calefacción consiste en una estufa rusa, que se caracteriza por mantener el calor durante largos periodos de tiempo a base de leña. Si es que lo no se vea y aprenda viajando…


¡Nunca habíamos oído hablar de las estufas rusas!

No tuvimos que echar más leña durante nuestra estancia, aquello mantenía buen bien el calorcito, y la casa estuvo a muy buena temperatura durante toda la noche. Creo que todos nos hicimos en nuestra mente la película de estar allí en invierno, alimentando la estufa en buena conversación y compañía, rodeados de nieve.

Leña al mono…¡que es de Rusia!

Restaurante Gaztainuzketa en Leintz-Gatzaga (actualmente cerrado)

Como decíamos, la cabaña central hace las veces de bar-restaurante, donde te preparan un desayuno típico de casa rural. Pan recién tostado, un estupendo bizcocho casero, galletas y magdalenas, zumo de naranja recién exprimido, mantequilla y mermelada de calidad, y por supuesto, un buen café.

¿Para qué quieres un mega-buffet=

Desayunar en este plan es un auténtico placer, tampoco hace falta un desayuno buffet pantagruélico para comenzar el día con energía y visitar el ecomuseo de la Sal en Leintz-Gatzaga.

Pequeños placeres de fin de semana

El restaurante es un local muy sencillo, muy en la línea del resto de cabañas del complejo rural de Gaztainuzketa. Tiene una pequeña barra y varias mesas de madera, tanto en el interior como fuera. En época estival, comer en la terraza tiene que ser un auténtico lujo.

Esas mesas y terracita en verano…

Nosotros comimos en el comedor de dentro, un pequeño recinto donde caben entre 6-8 mesas de comensales. Por estar donde está, pensábamos que para nada sería un sitio muy concurrido, pero ya antes de cenar comprobamos que mucha gente de la zona, especialmente de Eskoriatza y Leintz-Gatzaga, se acerca hasta este entorno tranquilo para tomar algo y disfrutar de la naturaleza. Al ser la zona de barra pequeña, había bastante ruido de fondo, pero uno se abstrae de ello cuando le sirven una buena cerveza que da el pistoletazo de salida oficial a un fin de semana rural en Debagoiena.

Gentío, ambiente y animación

Es una pena que en la barra no haya pintxos como tal, o no te preparen algo para picar al momento. Bueno, casi mejor, así vamos con más hambre a cenar. Esperábamos una carta corta, incluso una carta cantada por el mismo camarero, pero la carta y propuesta gastronómica del restaurante Gaztainuzketa sorprende. Vemos platos combinados y una amplia carta, pero optamos por un menú especial de 25 € que nos recomienda el atento camarero, que a la vez es una de las personas que gestiona las cabañas rurales en Leintz-Gatzaga. Es probable que también preparen bocadillos bajo demanda.

Sencillo y práctico, ¡es una cabaña!

Preguntamos si tienen algo para la peque, a la que le apetece cenar ‘sopita‘. Tras comentarlo con cocina, raudos y veloces nos preparan una sopa de cocido con fideos, bien rica.

‘¡Sopita!’ que diría Izaro

Nosotros comenzamos fuerte, con un señor plato de fritos variados como primer entrante. Madre mía, qué platazo, ¡esto resucita hasta al abuelo de Carpanta!

Foodporn casero del bueno

Pasamos a otro entrante de campeonato, una ensalada de chipirones y almejas. Bendita y sencilla exquisitez, con unos txipis a la plancha y almejas de rechupete, buena materia prima.

Buena armonía marinera

¿Carne o pescado? Laura opta por la opción de pescado del menú, mientras que yo le llevo la contra. La gastronomía es como el matrimonio, o eso dicen. La merluza al pil-pil con almejas es mundial, con un pescado cuya finura y sabor, con una salsa bien ligada, podría seducir incluso al mismísimo Astérix.


Esas almejas, esa salsa…¡y qué tajadón de merluza!

Dando buena cuenta de una botella de sidra natural bien fresca, el entrecot a la plancha que sacan culmina con buena nota los segundos platos.

Txotx!

Unas pocas patatas fritas panadera y un pimiento rojo para darle un toque de viveza acompañan una carne de calidad, perfectamente cocinada en su punto. ¡Es que esta carne no necesita mayor acompañamiento ni florituras! Uno de los mejores entrecots que he comido en los últimos tiempos. No lo intenten en sus casas, nunca queda igual que en una buena plancha de restaurante.

Buena carne, sin demasiadas tonterías

Entre los postres caseros que incluye el menú, no pueden faltar las míticas natillas caseras y una deliciosa tarta de naranja, especialidad de la casa, ¡muy rica!

A pesar de estar a punto de reventar, estos postres merecen un huequillo en nuestros bien entrenados estómagos. La sentencia gastronómica es clara: Gaztainuzketa es una más que interesante opción para comer en Leintz-Gatzaga. Cocina vasca sin grandes alardes, con buen género, toque muy casero y mucho mimo.

Home-made natillas forever and ever!

Gaztainuzketa Mendi Etxeak se antoja como un lugar ideal para desconectar un fin de semana del mundanal ruido y estrés que nos atosiga en el día a día; una diferente y divertida forma de aislarse y perderse entre hayedos, “lejos” de la ciudad.


Cabañas de juguete, de cuento.

Podrás desaparecer del mapa, descansar y comer como un rey, practicar senderismo, y por encima de todo, los niños se lo pasarán pipa. Con unas instalaciones sencillas, sin grandes e innecesarios lujos, las cabañas rurales Gaztainuzketa en Leintz-Gatzaga son una opción económica e ideal para gente que busca tranquilidad, descanso y diversión en familia en la comarca de Debagoiena, 

Izaro con airbag de serie, es decir, su padre

Bien cerca de Vitoria-Gasteiz y de poblaciones de Gipuzkoa como Arrasate, Bergara o Eibar, la ubicación para explorar desde Leintz-Gatzaga los diferentes rincones de Debagoiena u otros puntos de Euskadi es bastante buena. Ni qué decir que el entorno natural y la tirolina juegan un papel fundamental a la hora de entretener a los peques de la casa, dejando comer y descansar tranquilos a los adultos. El día que monten algún columpio o parque infantil adicional que complete la oferta de entretenimiento para niños, ¡no habrá quien saque a los niños de las cabañas rurales y restaurante Gaztainuzketa!

¿Te has alojado alguna vez en una cabaña en el bosque? ¿Dónde fue? Nos ha gustado el ‘rollo’ y nos gustaría conocer otras opciones similares, ¡anímate a contarnos tu experiencia!

Valoración @Lonifasiko: 4/5


Gracias a Debagoiena Turismo y Turismo Gipuzkoa por darnos la oportunidad de disfrutar de las cabañas rurales de Gaztainuzketa.


Información práctica:

Saludos!



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