Lonifasiko

7 años en el ring: ¿Seguimos en la pelea?

Albania es la nueva joya de los Balcanes. Y ¿por qué no?


Puntualicemos el titular. “¿Seguimos en la pelea?” no es una pregunta abierta que busca lanzar una señal de alarma y recabar apoyos, fuerza y ánimos para decidir si seguir o no con este blog de viajes y gastronomía. Siento decirte que esa batalla está librada hace tiempo, y que la respuesta es un rotundo ‘sí’. Siempre hacia adelante. El tema, justo en el momento en el que esta bitácora cumple siete años de andadura, es muy diferente. Algo que requiere poner el freno de mano, reflexionar, y atacar una serie de cuestiones vitales que rodean al proyecto Lonifasiko.com.

Tras 7 años escribiendo, ¿es hora de atacar? ¿Atacar qué? ¿Atacar a quién?

Siete años de aventuras viajeras y gastronómicas

Como os decía, por todo lo que nos ha dado este espacio web convertido en una especie de marca (quién lo iba a decir…), las razones para tener un blog y seguir alimentándolo, sea al ritmo que sea, siguen estando hoy más vigentes que nunca.

El blog nos ha proporcionado muchas alegrías y sorpresas

La pregunta del titular tiene trampa y no está dirigida a buscar respuestas en el exterior (aunque se agradece cualquier opinión o comentario al respecto), sino que tiene un marcado carácter retórico. Va más bien en el sentido de pararme a reflexionar e identificar en qué pelea está realmente este blog; o por qué objetivos (si es que hay alguno) pelea este blog hoy, y cuál será su campo de batalla en los próximos meses y años.

Siempre armado para nuevas batallas. Soy de Eibar. Soy armero.

Y con ello, dónde estoy yo, Miguel; y dónde estamos nosotros, como familia, ya que independientemente de que yo sea la cara más visible y principal editor, al fin y al cabo, Lonifasiko – Viajes y Gastroexperiencias es un proyecto de familia que “sufrimos” los tres. El blog es desde hace tiempo como otro miembro de la familia más, otr@ hij@ más.

El blog no aparece en la foto, pero forma parte de esta familia eibarresa

La historia se repite y se acentúa. No es cuestión de venir aquí a llorar ni a buscar consuelo público, pero lo cierto es que este año me está costando horrores publicar artículos y reportajes, tal y como me gusta que salgan: niquelados.

Trabajo artesano, como el de los “precisos” que fabrican en Ubrique

Los factores son los de siempre, por eso no quiero aburriros con excusas baratas. Ha habido mucho trabajo de fondo (del que no se ve) en el blog y se han ido retocando muchos artículos para darles un aire más actual, para hacer más agradable la lectura… y otros se han remodelado prácticamente enteros porque estaban hechos unos zorros. Es lo que tiene ser perfeccionista y sentir vergüenza cuando empiezas a leer ese artículo tuyo del 2014 que tan bien posicionado está en los buscadores. Vaya churros escribía cuando era joven. Hay que joderse. Shame.

El blog arrancó en 2012, pero compartimos nuestros viajes en la red desde 2008

Mucho más que un hobby

Es lo que hay. Aunque quizás no nos los terminamos de creer ni de asimilar, hace ya algún tiempo que este blog dejó de ser un mero hobbie. Le dedico mucho tiempo y es verdad que a base de sangre, sudor y lágrimas, los resultados están empezando a llegar y el blog genera ya ciertos ingresos residuales. Nada para echar cohetes ni para regalarte una buena botella de vino.

Tranqui, no son nuestras ganancias, y tampoco es mucho dinero.

Sin embargo, admito que veo todavía lejos el salto hacia la profesionalización exclusiva de esta actividad. Es un salto muy complicado, requiere muchísimo (más) trabajo, toda la valentía del mundo y es un proceso que se ha de realizar de forma gradual. No es cuestión de lanzarse a una piscina vacía desde el trampolín superior y encima, sin bañador.

¿Saltamos?

Quizás ése es el error que estoy cometiendo. No tener muy claro hacia dónde quiero ir, hacia dónde quiero llevar realmente el proyecto Lonifasiko.com. El corazón me dice una cosa. El maldito pensamiento racional, tu sentido de la responsabilidad, el hecho de ser padre y todos esos rollos que te inculca “el sistema”, me dicen otra. Es difícil navegar en aguas pantanosas.

“El Sistema” siempre impone

La vida personal y profesional muta y evoluciona. Los blogs de viajes y los blogs de gastronomía también mutan y evolucionan. Los blogs que intentan hibridar estas dos temáticas, también. Ha habido muchos cambios en estos últimos siete años; no sólo a nivel de blogs, redes sociales y herramientas, sino también en la forma en la que nos comunicamos, buscamos y consumimos información en la red.


Vivimos en la era de la sobre-información, de la infoxicación

Y tengo la sensación de que esto es sólo un adelanto de todo un huracán de cambios culturales y tecnológicos, hábitos de vida y ocio, que vamos a ver y experiementar en nuetras propias carnes, en nuestra forma de relacionarnos, en los próximos años.

Cambios que impactarán en la forma de relacionarse, especialmente entre los más jóvenes

Es lo de siempre: adaptarse o morir aplastado por un saurópodo. O se pone toda más carne en el asador, o saldremos de nuevo con hambre de esta barbacoa anual. Por si hay vegetarianos o veganos en la sala, quien dice carne, dice tiempo y trabajo a destajo.

Adaptarse o morir. Las nuevas tecnologías avanzan  un ritmo vertiginoso.

La sensación de ser útil y de ayudar a la gente

Tengo Tenemos un blog con el que me consta que hemos ayudado a mucha gente en los últimos años: gente que se ha animado a viajar/salir (más) con niños; gente que nos escribe pidiendo información para viajar a Albania y que vuelve maravillada por este país; gente que nos da las gracias porque han hecho nuestra ruta por Eslovenia y les ha gustado un montón…

Nuestro viaje por Albania sigue despertando mucha curiosidad e interés

Gente que te para por la calle para decirte que le ha gustado tu último artículo; gente que ha ido a comer a ese restaurante que hemos recomendado recientemente; gente que escucha las escapadas que propongo en la radio; gente que nos envía Whatsapps pidiendo consejos sobre dónde ir, qué ver o dónde comer.

Nos gusta recomendar restaurantes. Es algo que la gente agradece muchísimo.

Por no hablar de personas y entidades del mundo del turismo que muestran interés y/o cuentan con nosotros para dar a conocer sus destinos, productos y servicios. Es algo que nos enorgullece, y que  también implica trabajo y responsabilidad. Parece que algo estamos haciendo bien.

Enorgullece que agentes y entidades del mundo del turismo se interesen por tu trabajo

Digo gente, pero en realidad son personas de carne y hueso que directa o indirectamente, en un sentido u en otro, han dejado su huella, aportando e interactuado con este medio independiente que busca recomendar, sugerir, inspirar, animar, encaminar, dirigir, mover… de algún modo, ahorrar tiempo, facilitar la vida y la toma de decisiones al lector, por medio de una opinión libre y un punto de vista muy personal. ¿Le gusta este enfoque a todo el mundo? No. Es más, no pretendemos que Lonifasiko.com guste y toque la fibra de todo el mundo. Es imposible y además, sería una señal de haberse convertido en otro blog plano más, en un blog mediocre y sin personalidad.

La importancia de diferenciarse y de tener personalidad propia

La responsabilidad de recomendar

Que sepas que en ocasiones nos invade un sudor frío de responsabilidad al tener que recomendar un país, ayudar a perfilar un ruta y posible itinerario de viaje, sugerir un hotel económico en la playa, una excursión factible con niños o un restaurante para comer “en plan bien”. Hay veces que conocemos a la persona que nos lo pregunta; otras veces, no, es como una recomendación “a ciegas”.

¿Buscas sitios para comer? Quizás podamos ayudarte con nuestro mapa de restaurantes

Pero esa confianza que la gente deposita en nosotros, en nuestros planes de viaje y recomendaciones enogastronómicas, es algo que no deja de sorprendernos; es algo que en cierta manera, por el sentido de la responsabilidad, y la confianza o cercanía para con la gente en muchos casos, incluso llega a abrumarnos. ¿Y si tienen una experiencia negativa?

La responsabilidad de recomendar puede llegar a abrumarte

No lo vamos a negar, nos lleva mucho tiempo redactar los artículos, seleccionar y editar las fotos, contestar emails y mensajes privados… pero también es verdad que todo ello, especialmente la interacción con personas como tú, lector asíduo u ocasional de Lonifasiko.com, a través de cualquier canal, nos sigue sacando una sonrisa.

Sonríe más a menudo. Es gratis.

Y tener la sensación de ser útil y de estar ayudando a alguien es algo fantástico. No paga la hipoteca ni las facturas de la luz y el gas, pero mola ver que tu información ayuda; que tus fotos inspiran; que tus consejos facilitan; que tu punto de ¿humor vasco? entretiene y saca una sonrisa; que compartir tu experiencia evita situaciones desagradables o provoca experiencias placenteras.


Experiencias memorables

Provocar sensaciones placenteras y arrancar sonrisas debería ser una asignatura troncal en la vida diaria de las personas. En este mundo que tanta gente se encarga de corromper y de teñir de gris todos los días, lograr algo así ¡es la leche! Simplemente por este hecho, todo lo que hacemos aquí cobra sentido.

Qué poco cuesta sonreír y provocar una sonrisa

Luego, hay gente agradecida, y hay otra gente que “si te he visto, no me acuerdo”. Pero como digo, tras siete años al pie del cañon, la balanza sigue inclinándose claramente hacia el lado positivo, con la percepción de estar haciendo algo bonito y productivo por la comunidad, por personas que nos leen desde diferentes puntos del planeta Tierra.

Experiencias y momentos inolvidables por el mundo

Algunas empresas tienen responsabilidad social corporativa (aunque sea de cara a la galería). Nuestra humilde contribución a la sociedad va en la línea de compartir bajo el paraguas de esta marca, a través de diferentes medios, los lugares, personas, experiencias y restaurantes del mundo que hemos tenido la suerte de conocer. Somos muy afortunados y es una forma de devolver todo lo que la vida, los viajes e Internet nos han dado.

Los Balcanes, uno de nuestros destinos favoritos en los últimos años. ¿Qué tendrán?

Al fin y al cabo, estamos compartiendo una forma de viajar y de ver la vida. ¿Es la única? Para nada. ¿Es la mejor? Ni de coña. Pero es nuestro propio estilo, nuestro estilo propio, y nos sale desde dentro, viaje tras viaje, sin querer. Son sensaciones y detalles que se repiten y que de alguna manera nos identifican. Nuestra forma de viajar, nosotros, no pretendems gustar a todo el público. Sería absurdo y poco fiel a nuestros principios. Guste más o guste menos, somos como somos, somos nosotros, y así te lo contamos en este blog.

¡Por muchos más viajes, experiencias y momentos memorables!

¿Y ahora qué?

Resumimos todo el análisis previo con el siguiente turno de preguntas y respuestas:

Show me the money!

Por el momento no tengo una respuesta clara, decidida y contundente a esa última pregunta. Y ahí está la clave y el origen de muchos de los miedos, curvas, vaivenes, resbalones, silencios y “problemas” que asolan a esta bitácora.

Las curvas del blogging

Dicho de otra manera, siguiendo con el simil de la pelea:

Marcar una estrategia

Lo bueno es que el quid de la cuestión está aislado y que reflexiones personales cómo ésta nos ayudan a identificar las cosas que hacemos bien, las cosas que hacemos mal, y las cosas a las que quizás no les estamos prestando la debida atención.


Trabajo minucioso y milimétrico

Mientras, el planeta Tierra sigue girando y la vida sigue. La gente viaja, la gente come y la gente utiliza cada vez más Internet. Para todo. Nos ha tocado vivir en una jungla digital, que por un lado está llena de nuevas oportunidades, pero por otro, también tiene sus trampas. Tan pronto como haces un click en Internet aparece un aspirante a crítico gastronómico, dos canales de cocina sobre el guacamole, tres nómadas digitales que dicen trabajar desde Bali, cuatro winelovers que no han visto un roble en su vida, cinco bloggers de viajes que lo han dejado todo para vivir viajando (pobres…) y trescientos siete “instapollas“. Es la complicada fauna de la jungla. La biodiversidad digital.

Vivimos en la era del postureo

Así está el panorama en la red de redes. Cada vez cuesta más que te vean. Cada vez cuesta más que te lean. Vivimos a merced de los algoritmos, que más que auto-aprender, parecen querer aislarnos y darnos la información tergiversada personalizada y censurada mascada, para tenernos entretenidos, que no informados.

El entretenimiento 2.0, la nueva droga del siglo XXI

Así, no queda otra que diferenciarse y estar alerta constantemente, a fin de no chocar contra un iceberg y hundirse, cambiando de rumbo y de objetivos cuando la situación lo requiera.

Si hay que cambiar de rumbo algún día, se cambia

Quizás no te he dicho nada nuevo con este post. O quizás sí. Muchas veces los detalles viajan entre líneas. Lo cierto es que tenía ganas de compartir contigo y con el resto del mundo estos pensamientos desordenados que asolan mi cabeza tantas veces.

Y por supuesto, quería celebrar y aprovechr para decirte que tú eres parte de estos siete años de singladura: gracias por estar siempre ahí, al otro lado; por leer nuestros contenidos; por compartir aquellos artículos que consideras interesantes; por dejarnos un comentario en el blog; por interactuar con nosotros en las redes sociales; en definitiva, por ayudarnos con este proyecto.

Parar, observar, analizar y reflexionar. Algo cada vez más necesario.

Por si tenías alguna duda o por si no te ha quedado claro tras leer semejante “chapa”: sí, seguimos en la pelea. Eso por descontado. Y tú, ¿estás dispuest@ a pelear junto a nosotros, al lado de un blog que a veces viaja sin un rumbo ni objetivo destino prefijado?

Con “b” de “barro”, con “b” de “blog”. Sigamos peleando.

Saludos!



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