Lonifasiko

8 planes (muy) vascos para combatir el dichoso día de San Valentín


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Si has aterrizado aquí, señal de que eres diferente a los demás. Amas a tu pareja hasta el infinito y el más allá, pero detestas el 14 de Febrero. No estás sólo en este mundo. Es más, formas parte de esa élite de personas que no creen y aborrecen el fatídico día de San Valentín, una fecha que se inventaron unos listos del marketing, prendiendo el germen del consumismo compulsivo y desbocado.

Cansado de tanta tontería romanticona, este año has decidido romper amarras amorosas y realizar una escapada a Euskadi por San Valentín. Y no va a ser precisamente una escapada para conocer los sitios más románticos en Euskadi, sino más bien todo lo contrario. El objetivo de este viaje por Euskadi no es otro que vivir una serie de experiencias para sumergirte en la cultura vasca, huyendo de cualquier suerte de romanticismo artificial. Hoy te recomendamos las experiencias top para descubrir la Euskadi más auténtica. Una Euskadi que sabemos… Te pone a cien. Ready for love?

Ni nintzen aizkolari…

Meterte entre pecho y espalda una buena alubiada con todos sus sacramentos

Gastronómicamente hablando, las alubias no son un plato que destile aire romántico a raudales. La morcilla, el chorizo, la berza y el tocino tampoco contribuyen a que Cupido se ponga a lanzar flechas como un loco por encima de nuestras cabezas.

Hay muchos sitios en Euskadi donde comer alubias. No tantos donde comer unas muy buenas alubias. Nosotros te recomendamos pegarte una mundial alubiada en Casa Garras, en el valle de Karrantza, allá donde Bizkaia hace frontera con Cantabria.

Alubias al estilo de la abuela

El platazo de sacramentos high quality que acompañan las alubias harán que sólo tengas ojos para ellos. Es probable que incluso hasta te enamores. ¿Pareja, qué pareja? Ah, y toda la suerte del mundo con la romántica digestión.

Santos Sacramentos. Amén.

Paseos que se convierten en rutas de ultra-trail

¿Qué te parece si damos un paseo por el parque, cariño? Cogidos de la mano, como hacíamos cuando empezamos a salir. ¿Qué es lo siguiente, invitarte a un helado, comprarte una caja de bombones con forma de corazónregalarte un ramo de rosas? ¿Ves por qué odio los típicos planes ñoños de San Valentín?

En Euskadi no se sale a pasear. En Euskadi nos vamos a dar una vuelta por el monte. El asfalto mata. Además, el gris con líneas blancas nunca ha sido una combinación de colores romántica. Y ya que nos hemos comprado recientemente ropa de trail running por valor superior a 300 € cada uno, salgamos a correr por la montaña.

Con la muerte en los talones

¿Por qué no aprovechar para conocer la Estación de Trail de Euskal Herria, la primera al sur de los Pirineos?

Hay recorridos y rutas de trail para todos los niveles, pero ya puestos, elige una ruta adecuada a tu nivel y estado físico. No te preocupes, vas a acabar con más agujetas que Cupido en sus bíceps el 15 de Febrero.

Descenso a los abismos subterráneos vascos

La oscuridad y el silencio suele ser un momento propicio para estar a solas y disfrutar en pareja. Como plan alternativo y diferente para San Valentín, manteniendo la esencia base de la escena descrita, te invitamos a visitar las diferentes cuevas de Euskadi :). ¿Qué tal un beso fugaz bajo la inquietante mirada de las estalactitas excéntricas de la cueva de Pozalagua? ¿Te apetece un húmedo abrazo, a 13º de temperatura constante, en las galerías subterráneas de la cueva de Arrikrutz en Oñati? Prometemos no ambientar con murciélagos vuestro romántico momento en dichas cavidades.


Un escenario tétricamente romántico

Vivir la experiencia de ser pastor por un día

Hay gente a la que le da por regalar cachorros y mascotas el día de San Valentín. Te dan una caja, y de repente, asoma un lindo animalito, con lacito incluido. Qué mono… Cuando es pequeño. Las dos primeras semanas. ¿Cuánto tiempo va a pasar hasta que te canses de ese perrito de raza pastor vasco que en 2 meses ya ha cogido 8 kilos y tiene más pelo que una oveja latxa? Por no hablar de los destrozos que te ha podido ocasionar en el mobiliario de casa. Deja de utilizar, abandonar y maltratar a los animales, y vive tú la experiencia de ser pastor por un día.

Quería amiga mía…

Cálzate una txapela, agarra una makila y sal a demostrar tus dotes de mando pastoriles. De momento no te vamos a pedir que esquiles ovejas ni que produzcas queso Idiazabal, céntrate en no perder de vista a tus ovejas… Y a tu corderita o corderito. Ojo, dicen que los pastores vascos tienen un punto. Yo no he hablado de qué tipo de punto.

Aprender euskera

Aunque a mí no me lo parece, dicen que el euskera es un idioma poco melódico. Al igual que el alemán, y quizás por el abundante uso de consonantes como la “K” y vocablos como “TX”, “TZ” y “TS”, dicen que el euskera es un lenguaje rudo. Es lo que tiene haber vivido desde tiempo inmemoriales entre valles y montañas, donde cada pueblo y aldea, tenía su propio dialecto. ¿De verdad que el euskera te suena “fuerte”? Valga la redundancia, si lo que de verdad sientes por tu pareja es lo suficientemente fuerte, pero no te atreves a decírselo, te invitamos a que después de beberte unos txakolis, se lo digas alto y  claro; sin balbucear, en euskera: “Asko maite zaitut, laztana”.

¿Cómo se dice…?

Para que no tengas que pagar la matrícula del euskaltegi y sobrevivas en tu viaje a Euskadi, aquí te dejamos un diccionario de bosillo de euskera. Te servirá en tu día a día. Kupido también lo utiliza cuando se va de pintxos en la Parte Vieja donostiarra.

Comer de pie en una sidrería tradicional

Las sidrerías guipuzcoanas pueden tener su toque romántico, pero no lo vamos a negar, lo que mola de ir a comer en una sidrería en Euskadi es el ambiente y el rito del txotx al beber sidra. Por ello, vete a una sidrería tradicional, ésas en las que todavía se come de pie y se saca el plato al centro. La tortilla de bacalao, el bacalao con piperrada y la txuleta se comparten entre los comensales, en tiempo real. Ándate con ojo, no sea que con las ansias de txuleta, alguien te clave sin querer (¿?) el tenedor en tu dedo meñique. Duele, mucho.

Asientos, ¿para qué?

No olvides que nunca te integrarás totalmente en el ambiente hasta que alces tu vaso vacío y grites para toda la mesa: “Txoooootx“. Romántico no es, pero os juro que no hay un grito hacia algo tan apasionado. Sentirás pasión por la sidra vasca. Palabrita.

Cuando haces txotx, ya no hay stop!

Iniciación al surf en la gélida Costa Vasca

Bañarse en un lago helado de Finlandia, en invierno, cuando fuera te espera una buena sauna y un litro del mejor vodka ruso, no tiene ningún misterio. Es más, puede ser hasta romántico, aunque luego no aciertes a salir de la sauna y te cuezas, doblemente. Ahora bien, ponerte un neopreno húmedo, bajar a ‘La Salvaje’ de Sopelana y aprender surf en la Costa Vasca, desafiando el oleaje del siempre revuelto Mar Cantábrico, en pleno mes de Febrero, eso no es moco de pavo. Me río yo de los finlandeses y demás nórdicos.

Te vas a caer de la tabla. Y lo sabes…

Ah, y no vale bañarse en el marco incomparable de la Bahía de la Concha, donde apenas hay olas. Si quieres salir like a machote en el Telediario, como hacen algunos cuando nieva, báñate en pelotas el 14 de Febrero. Al minuto, estás en Youtube. A los dos minutos y medio, tú y tu cuerpo serrano sois virales. A los seis minutos, tu pareja recibe el vídeo por Whatsapp. A los 9 minutos, llamada de teléfono rojo y caras largas. A los 11 minutos y 40 segundos, estás sentado con tu pareja en un despacho de abogados. ¡Cariño, te juro que todo ha sido por culpa de unas botellas de txakoli una apuesta entre colegas!

Presenciar un partido de pelota vasca o una prueba de herri-kirolak

En Euskadi somos un poco rato brutos. Lo asumimos. Como en el caso del euskera, es por el aislamiento entre montañas y tal, ¡juas! Es más, aunque se está perdiendo, los deportes rurales vascos y la demostración de fuerza y pericia forma parte de la identidad y cultura vasca. Por ello, todavía seguimos organizando festivales  y espectáculos de herri-kirolak en Euskadi, especialmente en fiestas y ferias.


Romanticismos, los justos

Si nos ponemos, en Euskadi te quitamos el romanticismo en un santiamén. Haciendo deporte, siendo nosotros mismos: Arrastre de piedra con bueyes, carreras de txingas y chicarrones del norte que  con veintipocos años levantan piedras de más de 200 kilos. Si me quieres de verdad, entenderás que disfrute viendo cómo un aizkolari corta un tronco de haya del tamaño del Bernabeú, ¿verdad, cariño?


“El Haya”

Por si tenías alguna duda, para terminar con la escapada romántica, vayamos a un frontón, disfrutemos de un partido de pelota a mano. Pelotaris con brazos como remos, manos como sartenes, y con una mala leche que les hace lanzar una pelota de cuero contra una pared a más de 100 kilómetros hora. Mientras, el público aplaude o abuchea cada jugada y tanto, con apuestas y piques de por medio, of course.  Para ver pelota vasca, déjate de chorradas y ven al frontón Astelena de Eibar, la catedral de la pelota.

Eman!

Rizando el rizo, ¿por qué no probar a jugar a cesta punta en el Jai Alai de Gernika? Es otra modalidad del mundo de la pelota vasca, más “rara”, más difícil y espectacular. De hecho, los entendidos dicen que la cesta punta es como una baile, con movimientos sincronizados y pasos que deben ir acompasados. ¿Bailamos, cariño?

¿Qué quieres que bailemos?

¿Cómo decíais que se llamaba el santo ése que va proclamando amor a diestro y siniestro? ¿Y el nombre de ese angelical niño que lanza flechas amorosas? Que venga a Euskadi, que venga… Le vamos a enseñar a alzar y lanzar flechas cilíndricas de 150 kilos ;). Kupido III, la nueva estrella del deporte rural vasco. Lo veo.

Disclaimer: En el fondo somos unos románticos, pero empieza a haber tanta tontería en torno a esta historia, que nos hemos animado a realizar esta lista de planes no/poco románticos para disfrutar de San Valentín en Euskadi. Si realizas cualquiera de estos planes, con o sin pareja, no nos hacemos responsables del cabreo ni de las consecuencias, probablemente negativas, que pueda traerte ello en tu relación personal.

No engañes a tu pareja prometiendo una escapada romántica en Euskadi,  su ansiado fin de semana romántico de San Valentín. Siempre es mejor ir con la verdad por delante y confesarle que tienes ganas de vivir como un vasco, estás deseando descubrir la Euskadi más auténtica.

Bocadito romántico donde los haya

En el fondo, y en la superficie, sumergirte en la cultura vasca a través de estas experiencias top en Euskadi no es sino una forma indirecta de demostrar amor eterno hacia tus amigos y pareja. Ay, qué bonito es el amor, ¡hasta en Euskadi!

SaludoX!

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