Pocas localidades tan pequeñas albergan tanto patrimonio histórico-artístico, concentrado y de renombre, como Comillas en Cantabria. Quizás en alguna otra galaxia. Pero el arte y know-how comillano va más allá; el turismo en Comillas reside en conjugar este sublime patrimonio con maestría y naturalidad, como nadie lo hace, con la brisa del Cantábrico, con las tradiciones, con sus gentes y con el entorno rural.
Comillas no admite comillas simples ni comillas dobles. Comillas es punto y aparte. Comillas es un capricho infinito.
Qué ver en Comillas (Cantabria): ruta modernista
Comillas es Cantabria. Y aunque suene a bilbainada, Cantabria es Comillas. Un fin de semana en Comillas nos ha bastado para comprobar de primera mano que gran parte de la esencia de Cantabria está concentrada en un perfume de lujo llamado Comillas Infinita. Esto es una afirmación muy seria, algo de lo que no todas las localidades cántabras pueden alardear.
En la difícil tarea de recomendarte qué ver en Comillas, empezaremos diciendo que Comillas tiene muchos atractivos turísticos, especialmente a nivel de patrimonio. Ojo, no lo decimos para agobiarte, sino más bien todo lo contrario, para tranquilizarte; y es que los principales lugares de interés en Comillas están muy concentrados en el principal núcleo de la localidad.
Lo mejor de Comillas es que está todo muy a mano. En muchas ocasiones, incluso sin quererlo, te vas a topar con monumentos que van a llamar tu atención y curiosidad. Así, con un sencilla ruta y paseo que admite sin problemas cierto nivel de improvisación, vamos a intentar descubrirte gran parte de los atractivos que encierra esta conocida localidad cántabra. ¡Vamos allá!
Palacio de Sobrellano
Antonio López y López, primer Marqués de Comillas en título otorgado por Alfonso XII, decidió construir en su Comillas natal una residencia de verano donde descansar y mirar con templanza al Cantábrico. Indiano hábil en los negocios, quizás lo que buscaba era soñar e idear nuevas rutas comerciales para los buques de su importante compañía trasatlántica.
Residencia de verano, sí. Ríete tú de los famosetes que se compran islas y construyen fastuosas mansiones en Miami.
Ya le gustaría a muchos de ellos sentarse al calor de una de las 13 chimeneas modernistas que tiene el palacio de Sobrellano, jugar al billar con la alta alcurnia que frecuentaba la casa, o contemplar la luz que entra por las fantásticas vidrieras de un salón pensando para recepciones de calibre real. Joan Martorell, Cristóbal Cascante y compañía se lucieron. Nunca mejor dicho.
Si el edificio de estilo neogótico llama la atención por fuera -y se postula para rodar alguna que otra película de terror-, el interior es simplemente soberbio; dicen que no queda mucho de todo lo que hubo allí dentro, pero se respiran aires de nobleza y ostentación por toda la estructura ortogonal del palacio. Imprescindible la visita guiada por sus espacios interiores, donde guías como Mariana, te contarán de forma entusiasta mil y un detalles y anécdotas de la casa y de la vida del marqués. No te vamos a contar todos los chascarrillos aquí, ¿no? 😉
Capilla-panteón de Sobrellano
No contento con su residencia de verano, el Marqués de Comillas ordenó construir una capilla junto al palacio de Sobrellano. Apenas 50 metros separan este edificio en el que no cualquiera podía escuchar los oficios religiosos de la época.
De nuevo, es el interior de este monumento el que deja atónito a cualquier visitante. Impresionante juego de luces de las caprichosas vidrieras, altura y volumen, diseño de mobiliario en madera de un joven Antoni Gaudí -como primer encargo de Güell-, y una girola engalanada con tumbas y panteones de la familia del marqués, coronados muchos de ellos por esculturas modernistas que inquietan con sus detalles de realismo extremo.
Bajo el subsuelo, los misterios de una cripta sellada por una faraónica y preciosamente tallada losa de metal. La capilla y panteón del Marqués de Comillas es una pequeña catedral en toda regla.
Universidad Pontificia de Comillas
Otro de los emblemas de Comillas. Situada en una privilegiada ubicación que marca claramente las distancias, las dimensiones del conjunto de edificios que forman la universidad de Comillas son descomunales.
Un entretenido ascenso por unos impolutos jardines conduce a una universidad que no destaca actualmente por los grados que imparte o por la cantidad de alumnos que tiene, pero que sí puede sacar pecho a nivel arquitectónico.
También tuvo mucho que ver en su construcción el Marqués de Comillas y su especial conexión con los arquitectos catalanes más vanguardistas de la época. En esta obra volvió a funcionar la misma dupla de arquitectos que en la construcción del palacio, a la que se unió Lluís Domènech i Montaner. Vaya tridente de genios modernistas.
No dudaron en dejarnos muestras de su esmerada técnica y visión en puertas donde confesar pecados capitales, techos y suelos de diferentes materiales y escaleras en arcada que desafían las leyes de la arquitectura gravedad.
Por el momento, en la visita guiada a la Universidad de Comillas solo se puede visitar una muy pequeña parte del edificio universitario, pero los detalles que se ven durante el breve recorrido son dignos de visionarios de la arquitectura modernista que desafiaron sus propios conocimientos y capacidades. Fueron capaces incluso de ponerle el cascabel al gato. Que ya es decir.
El Capricho de Gaudí en Comillas
Seguimos con arquitectura excéntrica de vanguardia en una de las obras más singulares de Gaudí, una de las pocas que realizó el arquitecto fuera de su Cataluña natal. Habría que destacar muchas curiosidades sobre El Capricho de Gaudí, una vivienda convertida en icono turístico de Comillas, pero empezaremos diciendo que ni su nombre real es ‘Capricho de Gaudí’, ni fue un capricho del propio Gaudí.
En realidad su nombre es Villa Quijano, y fue ordenada construir por Máximo Díaz de Quijano, un indiano que amasó una inmensa fortuna y tuvo la mala suerte de disfrutar de esta vivienda tan solo unas semanas.
El capricho fue por tanto de Máximo, quien tenía un gusto especial por la música y por la naturaleza; de ahí que Gaudí decidiera decorar la casa con cientos de girasoles y continuos guiños a partituras musicales y corcheas que desmontan cualquier directriz de arquitectura convencional.
La música suena incluso al abrir algunas ventanas de la casa, todas ellas diseñadas con precisos mecanismos que siguen funcionando perfectamente. En sus diseños de mobiliario interior, Gaudí demostró que la genialidad y la innovación no estaban reñidas con la practicidad.
Estatua del Marqués de Comillas
Tendrá sus muchos detractores, pero lo cierto es que Antonio López, más allá de los espectaculares monumentos que ahora forman parte del notable patrimonio de la villa y de convertir a Comillas en sitio de veraneo real, de la alta nobleza, hizo infinidad de cosas por su Comillas natal.
El pueblo se lo ha querido agradecer y le ha rendido homenaje con una estatua que no duda en mirar a la bahía de Comillas, en la misma ubicación desde la que mostró al Rey Alfonso XII el enorme potencial de su compañía, con un ejercicio de maniobras del primer buque español con casco de acero.
Cementerio modernista de Comillas, morada de “El Angelote”
Asentado sobre la colina originaria y fundacional de la actual Comillas, ya quisieran muchos pueblos tener el cementerio de Comillas.
Guarda cierto parecido con el de Luarca (Asturias), otro gran ejemplo en la cornisa cantábrica que desmitifica la fealdad, el miedo y el mal fario general que se atribuye a estos lugares donde reina el silencio.
Morir con vistas al mar, en un cementerio con semejantes panteones, y bajo la protección del ‘Ángel Exterminador‘, popularmente conocido como ‘El Angelote‘, no está al alcance de cualquiera. Sirva este punto de la ruta modernista en Comillas como muestra de que los cementerios pueden ser lugares agradables y bonitos para visitar.
Puerta de los Pájaros en Casa Moro
La arquitectura de Gaudí es caprichosa, con continuos guiños a la naturaleza, y en el caso de las casas, personalizadas en extremo hacia los gustos del propietario. ¿Que al dueño de la casa le gustan los pájaros? Pues nada, para completar su impresionante mansión, Gaudí le diseña una puerta con tres entradas: una para personas, otra para vehículos, y otra, ¡para pájaros! Así surgió la portada de Casa Moro, popularmente conocida como la Puerta de los Pájaros de Gaudí. Nada se interponía en los azotes de genialidad de este arquitecto brillante y rupturista.
Fuente de los tres caños
Nunca una fuente, exceptuando la mítica Fontana di Trevi en Roma, generó tanto revuelo y atracción en Cantabria. Otra incursión del modernismo catalán que estrecha lazos entre dos comunidades autónomas que tienen más en común de lo que piensan. Lluís Domènech i Montaner decidió salirse de lo convencional y ornamentar hasta límites insospechados esta fuente que elevó a monumento, en homenaje a Joaquín del Piélago, responsable de la canalización y traída de aguas a Comillas.
Un lujo disfrutar de su arquitectura y de la fresca agua potable que de ella emana. De nuevo, la arquitectura y lo práctico, unidos de la mano. Un punto de atracción infalible si te animas a visitar Comillas en familia.
Qué hacer en Comillas: turismo, gastronomía y tradiciones
Dejamos la Comillas patrimonial y modernista para adentrarnos en una Comillas menos conocida pero no menos interesante. Te mostramos lugares de interés y tradiciones para que tengas claro qué hacer en Comillas más allá de visitar sus espléndidos monumentos.
Conjunto histórico de Comillas
Si nos alejamos de la zona marítima hacia el interior, Comillas cuenta con un pequeño pero coqueto casco histórico declarado conjunto histórico-artístico. Da gusto perderse por sus calles empedradas.
Es un noble viaje al pasado por calles, corros y plazas, un paseo de altura por el antiguo ayuntamiento, por las casas solariegas blasonadas e incluso con una iglesia, en honor a San Cristóbal, que fue construida por el pueblo en represalia a una impopular decisión episcopal para con una comillana. Ojo con la fuerza y el carácter del pueblo comillano.
Todavía es posible ver algunos ejemplos de arquitectura montañesa que sobreviven estoicamente a los tiempos modernos, transportándonos hacia esa Cantabria rural, infinita y ancestral que tanto nos gusta.
Hoy, estas históricas calles aparecen salpicadas de interesantes tiendas de ropa y complementos que miran de reojo al turista, de bares donde sirven tapas y vinos, y de tiendas gourmet donde cualquier foodie se podría perder entre productos delicatessen típicos de Cantabria como las anchoas, los sobaos y el orujo de Liébana.
Comillas, tierra prolífica en indianos
No solo hay monumentos en Comillas. En Comillas hay infinidad de casas que llamarán tu atención. Entre ‘casoplones’ donde se celebran bodas ‘top’ y palacios donde se han rodado un montón de películas, hay que destacar muchas casas de indianos en Comillas. El movimiento indiano tuvo especial relevancia en Comillas, al igual que en el valle de Karrantza o en ciertas zonas de la vecina Asturias.
El Marqués de Comillas fue uno de esos indianos, hombres en su mayoría que decidieron hacer las Américas para probar suerte y desarrollar nuevos negocios. Al igual que hoy, la cosa no estaba muy boyante en la España de aquel entonces.
No todos los indianos triunfaron cruzando el charco, pero los que volvieron tras amasar cierta fortuna, eran conocidos por sus contribuciones en clave de labor social hacia los habitantes de Comillas, con el consiguiente aporte financiero para construir iglesias, colegios, etc.
Eso no quita que siempre quisieran dejar claro su status. Así, muchos de ellos no dudaron en construirse fastuosas casas de indianos en Comillas. Muchas de ellas son todavía hoy reconocibles en el entramado de la localidad. Una muestra de ello es la Casa Ocejo, una llamativa casa situada en el principal cruce de la localidad, una mansión que Antonio López ordenó construir para su madre, y que sirvió de residencia veraniega para los reyes Alfonso y María Cristina.
Puerto y faro de Comillas
Comillas siempre será un pueblo lleno de tradiciones con sabor a mar. También es cierto que con los nuevos tiempos, y debido a su dureza, cada vez son menos los barcos que se dedican profesionalmente a la pesca, de continuo, en Comillas. El coqueto e inteligentemente bien abrigado puerto de Comillas no tiene espacio para demasiados barcos, pero sigue conservando una esencia y un aire especial al que las chipironeras y otros barcos particulares parecen aferrarse.
Las vistas de 360º desde el pequeño pero resultón faro de Comillas siempre son agradables, con la larga playa en primer término y las tres colinas al fondo, origen del nombre del municipio.
Comillas pueblo ballenero
Al igual que otros muchos pueblos marineros del Cantábrico, como por ejemplo Orio y Mutriku en Gipuzkoa, o Puerto de Vega en Asturias, la pesca de la ballena fue una actividad muy importante durante mucho tiempo en Comillas. Era un animal muy preciado, especialmente por la grasa que contenía, que se utilizaba para un sinfín de actividades y oficios.
Incluso un capricho de la naturaleza quiso que un afloramiento rocoso en un lateral de la playa, cercano al puerto, tuviera la forma perfecta para tumbar al cetáceo una vez muerto y remolcado a puerto, de cara a proceder a su despiece. Es lo que se conoce como la ‘piedra de la ballena‘.
Comillas fue un importante pueblo ballenero, e incluso tuvo un edificio conocido como ‘La Casa de la Ballena’ donde la grasa del animal se transformaba en aceite. El destino ballenero de Comillas estaba escrito, al igual que el de muchos ‘atalayeros’ o arponeros comillanos que tanta fama adquirieron durante los siglos XVII y XVIII.
Ermita y mirador de Santa Lucía
Esta humilde ermita es una de las mejores atalayas para contemplar la línea costera y la playa de Comillas. En cómodo paseo desde el paseo marítimo o desde el casco histórico de la localidad, su ubicación no es fruto de la casualidad.
Siguiendo con el relato ballenero, no queda otra que imaginarse esta altiva zona como punto de avistamiento ideal de ballenas, atalaya desde la que el ‘atalayero’ divisaba el animal y daba la orden de partir a las embarcaciones encargadas de la captura del cetáceo. La labor del ‘atalayero’ era clave, y por ello se llevaba siempre la mejor parte de la ballena.
Ruta costera: tranquilo paseo junto al mar
Desde el mismísimo puerto de Comillas parte una ruta costera que nos descubre una perfecta sinfonía de verdes y azules.
En un cómodo y sencillo paseo, bien señalizado y con paneles interpretativos, es posible acercarse hasta la punta de la Moría, un pequeño saliente que divide la zona del puerto de los escarpados acantilados que descienden vertiginosamente desde el barrio de Trasvía.
Extracción de “oca” (alga marina)
Para quien quiera, esta ruta de senderismo balizada continua, pero merece la pena detenerse en la zona frente al cementerio, donde en otoño, podremos ver la extracción semi-artesanal de “oca”, un alga marina que se recoge y procesa para diferentes fines, desde farmacéuticos hasta gastronómicos, en esta zona del Cantábrico. Se pueden ver tractores, poleas y artilugios mecánicos que se utilizan para esta curiosa tarea. De oca en oca y… alga que me toca.
Gastronomía tradicional, fusión entre el mar y la montaña
De gran tradición marinera, el pescado fresco y el buen marisco están asegurados en Comillas. También la carne, ya que la localidad está rodeada de verdes prados donde pasta el preciado ganado de Cantabria. Comillas dispone de un montón de restaurantes donde la parrilla cobra especial relevancia, tanto para carnes como para pescados. Con esta forma de cocinar los alimentos, no hay trampa que valga si el producto no es de primera calidad. Lo saben casi todos los restaurantes, y son muchos los que apuestan por ello.
Dónde comer (bien) en Comillas
Entre las opciones a nivel de restaurantes en Comillas, queremos destacar:
- las zamburiñas y el rabo de ternera relleno de queso de cabra del restaurante La Aldea, con una atención cercana, muy agradable y profesional;
- la perfecta ambientación, junto a la playa, del restobar Sí Querida;
- los garbanzos con bogavante (¡vaya sorpresa!) y la lubina salvaje en la estupenda terraza del asador La Fragua;
Cocido comillano
Mención aparte para el cocido comillano que sirven, de momento en exclusiva, en el restaurante El Galeón de Rubárcena. Si el cocido montañés se ha convertido en todo un símbolo gastronómico de Cantabria, su variante hermana, el cocido comillano, merece un reconocimiento al lado de la mismísima estatua de Antonio López y López.
Probablemente sea uno de los platos de cocido más sabrosos que he probado en mi vida. Afirmo esto, muy conscientemente, después de haber degustado recientemente la famosa olla podrida burgalesa. Que sabemos de potajes, vaya. Cuidemos y potenciemos los platos típicos y las recetas con productos locales, es lo que nos hace únicos y diferentes a otros sitios.
Playa de Comillas
Inevitable no hablar del enorme arenal que preside la bahía de Comillas. Es sin duda otro de los grandes atractivos turísticos de la localidad, algo por lo que Comillas lleva recibiendo año tras año a tantos veraneantes ávidos de Cantábrico.
Es una playa ideal para caminar y disfrutar con marea baja, con rocas que afloran y forman pequeñas ‘piscinas’ que deja la marea alta, para deleite de los más pequeños de la casa. Tú eliges dónde meterte, con cuidado, al agua; no como antes, cuando la playa de Comillas estaba dividida por una línea que separaba la ‘playa del pueblo’ con la -mejor- zona de playa reservada para la nobleza de la época.
Marcadas formaciones de tipo flysch jalonan el lateral derecho de la playa, con unos espectaculares acantilados al fondo, dirección Santillana del Mar.
Turismo rural en Comillas
A pesar de ser una localidad que se identifica con su notable patrimonio modernista y su vocación de destino veraniego de sol y playa, Comillas tiene una cara muy desconocida que conserva esa esencia rural y ese carácter ancestral tan típico en todo Cantabria.
Queda camino por recorrer para dar a conocer este tangible y enorme intangible comillano, pero sin duda alguna, el turismo rural en Comillas tiene su propio espacio y se puede combinar perfectamente con diferentes actividades de turismo activo en la zona. Te lo demostramos en un periquete.
Barrio de Trasvía: arquitectura montañesa
Cambiar de barrio para cambiar de perspectiva. Ascender hasta el barrio de Trasvía es cambiar de mundo. Aquí nos olvidaremos de arquitectos modernistas y nos centraremos en pasear por un barrio de eminente carácter rural donde todavía se conservan preciosos ejemplos de arquitectura montañesa. Ésta es la Cantabria que echabas en falta, ¿a que sí?
Ojo, tampoco en este barrio faltan obras de carácter social del Marqués de Comillas, pero sí es verdad que barrios de Comillas como Trasvía, Rubárcena o Ruiseñada conservan gran parte de la esencia y origen de esa Comillas tan rural y necesaria.
Mirador del Parque Natural de Oyambre
Entre una carretera que parece querer conducir hacia las últimas casas del barrio de Trasvía, nos asomaremos a una inigualable balconada natural hacia el Parque Natural de Oyambre, espacio natural de gran valor medioambiental que comparten varios municipios de la zona. La fama relativa a este espacio se la lleva en muchos casos la vecina San Vicente de la Barquera, pero lo cierto es que el mejor mirador del Parque Natural de Oyambre, está en el barrio de Trasvía. Comillas 1 – San Vicente 0.
Tenemos apuntado volver en verano para disfrutar de la zona conocida con el nombre de ‘El Remanse’, esa zona donde el agua dulce se mezcla con el agua salada, donde tan pronto estás en una playa abierta al Cantábrico como en un arenal interior en plena ría de La Rabia, también conocida como ría del Capitán. Cómo envidio estas corrientes de agua que desembocan de forma libre y caprichosa en arenales abiertos. Es algo que echo de menos en Euskadi, donde hemos ‘domesticado’ los ríos en exceso.
Marismas de Ríoturbio
Es precisamente esta corriente de agua de El Capitán la que nos conduce tierra adentro con el objetivo de difuminarse entre los valles y la masa forestal que engalana el Monte Corona. Agua y tierra se funden en un humedal conocido como las marismas de Ríoturbio, un espacio natural muy rico en biodiversidad donde es posible contemplar numerosas especies de aves, anfibios y pequeños mamíferos.
La zona de Ríoturbio no se decide hacia qué lado tirar, funciona al son de las mareas. Ésta es la verdadera esencia cántabra, una zona próxima al mar que invita a la desconexión rural y a la práctica de turismo activo en contacto directo con la naturaleza.
Turismo activo en Comillas
Esa cercanía entre mar y montaña hace que la zona de Comillas lo tenga todo para la práctica del turismo activo. Porque no todo va a ser tumbarse a la bartola en la playa, comer marisco, visitar monumentos y subir fotos a Instagram. Habrá que mover un poco el body, ¿no?
Rutas de senderismo en Comillas: Monte Corona
Aparte de la ya mencionada ruta costera, si preguntas por un paraje natural o zona de esparcimiento en Comillas, el 90% de sus amables habitantes te recomendarán el monte Corona. Por algo será. Para no confundir a los que somos de asociar la palabra ‘monte’ con cima de montaña, diremos que el monte Corona es un extenso espacio natural compuesto por diferentes colinas, valles y bosques, es decir, un ecosistema y pulmón verde accesible, entre otros, por diversos barrios de Comillas.
Ermita de San Esteban
En su punto más central se ubica la ermita de San Esteban, desde donde se obtienen unas vistas alucinantes del entorno, tanto hacia la vertiente costera como hacia las primeras estribaciones de los Picos de Europa.
La mejor forma para descubrir con calma toda esta zona es realizar alguna de las rutas de senderismo balizadas que te indicarán en la propia oficina de turismo de Comillas.
Dependiendo de tu estado físico y tiempo disponible, hay rutas más o menos largas, orientadas a diferentes públicos, pero en general, nos dio la impresión de que tanto la ruta del monte Corona como la ruta de San Esteban son bastante asequibles, transitando por caminos y pistas de tierra en buen estado, sin grandes pendientes ni demasiada exigencia física. Quien dice senderismo en Comillas… dice rutas BTT en Comillas. Por ejemplo, la pista de ascenso a San Esteban es el típico camino ideal para hacerlo en bicicleta de montaña.
Rutas a caballo por Ruiseñada
¿Y por qué no descubrir el medio natural que rodea a Comillas, tranquilamente, a lomos de un caballo o una yegua? El centro ecuestre Troya, en el barrio de Ruiseñada, ofrece paseos y rutas a caballo en Comillas, otra forma sostenible de conocer la zona.
Allí, en una pequeña finca familiar, Sylvia nos mostrará su amor y conocimiento por estos nobles animales y se empeñará en que niños y adultos den un agradable paseo en caballo por las inmediaciones. No importa que no hayas montado nunca a caballo o que incluso les tengas cierto respeto, normalmente por la altura.
Nosotros fuimos con ciertas dudas, pero tanto el pony que montó Izaro como los caballos que montamos Laura y yo, estuvieron en todo momento súper tranquilos y obedientes. Guiados y ayudados en todo momento por Sylvia y por Virginia, ataviados con casco, pudimos disfrutar de un paseo seguro, divertido y relajante hasta la ‘fuente de las hadas’.
Allí, como manda la tradición en las salidas con niños, Izaro se bajó del lomo de Caillou, y pidió un deseo mientras bebía agua de la fuente mágica; un deseo de los que no se puede contar, porque si lo cuentas, no se cumple. Por cierto, ¿qué habrá pedido nuestra pequeña exploradora? ¿Nos lo contará algún día? ¿Quizás cuándo se cumpla su deseo? Who knows… De momento lo que sí nos ha pedido es volver a Comillas, y volver a dar un paseo con Caillou ;).
Eso es lo bonito de esta propuesta de turismo activo: que permite disfrutar del entorno natural de forma sostenible; que invita a aprender sobre el mundo de los caballos; y sobre todo, que incita a jugar, a soñar, algo fundamental cuando viajas con niños. Estos ingredientes hacen sin duda que el paseo a caballo con hípica Troya merezca mucho la pena si decides visitar Comillas con niños.
Comillas Infinita
No nos hemos inventado nada. Comillas lo tiene todo: espectacular patrimonio histórico-artístico, un precioso casco viejo empedrado, una inmensa playa, un coqueto puerto pesquero, costumbres y tradiciones, buen comer, turismo rural, actividades de turismo activo… ¿Crees que te hemos dado suficientes razones, ya, para visitar Comillas en Cantabria?
Con lo visto y lo experimentado, nosotros no tenemos dudas. Estamos convencidos de que Comillas puede ser Capital del Turismo Rural 2018 sin problemas. Sin despeinarse. En realidad, Comillas podría optar a ostentar la capitalidad de cualquier cosa que se le antojara. Y que se ande con ojo Santander. Porque Comillas puede ser capital de lo que quiera. Cómo y cuándo quiera.
Tras contarte con pelos y señales qué ver y qué hacer en Comillas, como buenos embajadores comillanos (perdón Comillas por tomarnos esta licencia y titulo), te animamos desde aquí a pasar un fin de semana en Comillas para comprobar in situ todos los atractivos de la localidad. Verás que no hemos exagerado nada. Y de paso, tú decides si Comillas merece o no el título de capital del turismo rural 2018. Por nuestra parte, y sintiéndolo mucho por la competencia, no hay color. Comillas es infinita. Comillas es punto y aparte.
Notas de agradecimiento: Gracias por la amabilidad, hospitalidad e interés de todas las entidades, empresas, guías y personas con las que nos hemos cruzado en algún momento durante nuestro fin de semana en Comillas. Hemos disfrutado mucho, hemos aprendido un montón de cosas con vosotros y habéis hecho que nos sintiéramos como en casa.
Agradecimiento especial y un abrazo muy fuerte para María Luisa Aguilar, comillana ‘de pro’ que ha ejercido de estupenda guía local, y que nos ha sabido enseñar y contar mejor que nadie los secretos de su querida Comillas. No podíamos haber tenido una mejor anfitriona.
Acción de promoción turística llevada a cabo gracias a EscapadaRural y el área de turismo del Ayuntamiento de Comillas con motivo de la iniciativa Capital del Turismo Rural 2018.
Información práctica:
- Página oficial de Turismo Comillas
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