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Sobre la desidia en los calendarios de disponibilidad de algunos alojamientos


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A ti, que tienes un hotel rural desde hace tres años y una empresa informática de la región te montó una web sencilla para que tu alojamiento saliera en la primera página de Google cuando alguien busca turismo rural en Gipuzkoa; a ti, que tienes una segunda vivienda en La Rioja, a la que vas poco, y tras escuchar hablar del fenómeno Airbnb, has puesto tu vivienda en alquiler a través de esta plataforma; a ti, que estás jubilado, no tienes web propia y anuncias tu casa rural de dos habitaciones en portales verticales como Toprural, EscapadaRural y similares.

A todos vosotros, y a todos aquellos que ofrecen cualquier servicio de alojamiento a través de Internet en general: ¿Por qué no actualizáis con fundamento y rapidez los calendarios de disponibilidad de los alojamientos que alquiláis? Nos referimos a marcar con claridad las fechas disponibles, las fechas ocupadas, fechas de cierre… Es un paso que desde el punto de vista del turista, se nos antoja clave a la hora de facilitar el proceso de reserva de un alojamiento. ¿Tan difícil es? ¿Tanto tiempo os lleva?

Foto de Gisela Giardino en Flickr (Licencia CC BY-SA 2.0)

Hacemos estas preguntas tendenciosas tras habernos quedado en tierra el puente pasado, por haber andado como siempre, a última hora, y por estar esperando la confirmación de reserva de una persona, que finalmente nos contestaría un escueto “Lo siento pero durante esos días no voy a estar por la zona“. Esto implicaba lógicamente que no nos podía reservar el alojamiento que tan alegremente ofertaba a través de una conocida plataforma. “¿Y por qué ****** no tienes el calendario actualizado?” llegamos a espetar ante la pantalla de nuestro smartphone. Como veis, ésta es la clase de persona que tiene una segunda vivienda, sea suya, de sus padres o de su primo esloveno, y no vive allí de normal. Si tienes esa casa ocupada ese fin de semana, o como era el caso, no vas a estar en esas fechas por la zona, y no ha sido una decisión de hace una hora, lo sabes con antelación, ¿por qué no marcas tu habitación, estudio, loft, dúplex o chalet de lujo con piscina como ‘no disponible’? 


Necesidad de datos de disponibilidad actualizados

Sí, normalmente esto se traduce en acceder a un calendario que te ofrece la plataforma en la que anuncias tu alojamiento, o tu propia web en cuestión, y marcar los días disponibles o los no-disponibles. Estos últimos, en lenguaje viajero casi universal, suelen venir marcados en algún tipo de tonalidad de rojo. De un vistazo rápido, el viajero que está buscando alojamiento mira el calendario, y si ve las fechas que le interesan en rojo, ni lo intenta, asume que está ocupado, o no disponible. Es una forma sencilla de ahorrar tiempo al potencial cliente o huésped, y una forma de que tú te ahorres tiempo al no tener que contestarme a un correo diciendo aquello de “Lo siento, pero no tenemos disponibilidad para esas fechas”. Si te intento hacer una reserva habiendo visto que tienes disponibilidad en tu calendario, pero luego me contestar que no hay disponibilidad, la imagen que generas en mí no es profesional, no es seria. Es probable que no vuelva a intentar reservar nada en tu alojamiento, sorry.

Foto de Jenny Downing en Flickr (Licencia CC BY 2.0)

Este simple hecho e informalidad de no actualizar el calendario de disponibilidad de los alojamientos no sólo se da en Airbnb y similares, sino que para nuestra sorpresa, también ocurre en el sector hotelero, normalmente de tamaño pequeño; y por supuesto, en propietarios de casas rurales que en el 2007 colgaron la descripción y cuatro fotos (de mala calidad) de su alojamiento en Toprural, y que llevan sin actualizar el calendario desde Enero del 2011. ¿Eres consciente de la penosa imagen que da esa “dejadez” al turista, a tu cliente, a alguien que está pensando en dejarse sus euros en tu alojamiento?

Como eres un tipo muy avispado y tienes tu alojamiento ofertado en el sinfín de plataformas, portales y webs de este tipo, me dirás en tu defensa que no puedes andar actualizando los calendarios de disponibilidad en cada plataforma, uno por uno. Vale, en este tema te damos toda la razón, pero nos parece increíble que en el 2015 no haya una solución, tecnológica y sencilla para el usuario de a pie, para solventar este problema engorroso, especialmente en tiempo.

Foto de Dafne Cholet en Flickr (Licencia CC BY 2.0)

Calendario global en la nube

Relacionado con esto, y regalando ideas de negocio (espero algún tipo de agradecimiento en los créditos o un finde gratis a todo trapo en algún alojamiento rural, con calendario actualizado), ¿por qué nadie no ha inventado un calendario global, en la nube, que alimente los diferentes calendarios de todas las plataformas que ofrecen servicios de alojamientos? Así, si no tienes disponibilidad para tu alojamiento, porque lo han reservado, o porque en esas fechas vas a ir tú, sería tan simple como acceder a ese calendario global y marcar esas fechas como no disponibles. Si el resto de plataformas “tirasen” de ese calendario global, esa actualización conllevaría la pertinente actualización, casi inmediata y en cascada, en los calendarios de los Airbnb y Toprural de turno. Sencillo, ¿no?

Foto de Paul Sableman en Flickr (Licencia CC BY 2.0)

Un único y sencillo punto de acceso para la persona que oferta servicios de alojamiento, y calendarios de disponibilidad actualizados para el usuario final, que de un vistazo rápido, sabe si ese alojamiento que tanto le ha gustado, está disponible o no. De verdad, que alguien nos lo explique, ¿es tan difícil?

Iniciamos este debate esperando comentarios de viajeros que alguna vez han “sufrido” el problema de los calendarios no actualizados, y especialmente, nos gustaría contar con la opinión de alojamientos y personas que realizan alquiler de viviendas a través de Internet. Estamos deseando escuchar qué problemas y experiencias tenéis con los diferentes calendarios con los que trabajáis en vuestro día a día.


SaludoX!


Disclaimer: Todas las fotos utilizadas provienen de Flickr y tienen licencia CC BY 2.0 o licencia CC BY-SA 2.0. La única modificación realizada sobre ellas ha sido la de la adaptación del tamaño o resize de las mismas.

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