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Lago Bohinj, el lago más grande y más bonito de Eslovenia

Estampa bucólica del lago Bohinj


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Todo viaje a Eslovenia que se precie parece que tiene como único fin y objetivo la visita al lago Bled, con su altivo castillo y su fotogénica isla. Es comprensible, pero Eslovenia no termina en Bled. Es más, nosotros queremos romper una lanza en favor de otra maravilla natural y recomendarte visitar el lago Bohinj, muy cerca de Bled. Ubicado en pleno Parque Nacional de Triglav, Bohinjsko jezero, como se le denomina en esloveno, con sus 4 kilómetros de largo y uno de anchura máxima es el lago más grande de Eslovenia. Y como veréis en las fotos, al menos en nuestra humilde opinión, el más bonito. ¿Más bonito que el lago Bled, en serio? Lee el artículo y nos dejas tu opinión en los comentarios ;).

De la serie “Sitios que inspiran”

Excursión al Lago Bohinj con niños

Tras llegar por una cómoda carretera que atraviesa varios pueblos de ámbito rural y remonta suavemente el curso del río Sava Bohinjka, afluente del Sava Dolinka, nos encontramos con el problema de dónde aparcar nuestro coche de alquiler, sin tener que pagar claro. Sí, nos sorprende el hecho de tener que pagar por estacionar, pero también es verdad que hemos parado en el punto más turístico del lago, junto al puente y desagüe natural del mismo. Es allí donde están los hoteles, restaurantes, bares y cafeterías, es allí donde se detiene y estaciona su coche todo el mundo.

Bella estampa del lago Bohinj

Finalmente, tras dar alguna que otra vuelta en busca de aparcamiento gratuito, dejamos el coche en una cuesta de acceso a un hotel, donde allá por Junio del 2014, no nos lo multaron. De todas formas, si no te importa caminar un poco, el ‘truco’ es salirse del meollo turístico, y aparcar en ‘plan piratilla’ en alguno de los recodos de la carretera, a unos 500 metros, en cualquier dirección.

La estampa según te asomas al lago por primera vez es idílica: aguas turquesas, multitud de patos, peces, un puente que hace de desagüe natural del lago, y una iglesia de postal de fondo. Izaro se lo pasa ‘pipa’ dando de comer a los peces y patos junto al puente.

Dar de comer a los patos en el lago Bohinj

El ‘txoko’ y ‘playa’ junto al puente, al que se baja por unas escaleras, es un sitio ideal para sacar fotos, especialmente cuando el día está luminoso y se puede apreciar el contraste de los colores. ¿Se parece Bohinj a Bled? Sí, pero ¡el lago Bohinj es más bonito que el lago Bled!

Patos, peces, puente e iglesia en el lago Bohinj

Las gélidas aguas del lago más grande de Eslovenia

Todo invita a darse un chapuzón, Izaro también lo pide a gritos. ¿Dónde bañarse en el lago Bohinj? En realidad, es tarea más sencilla que bañarse en el lago Bled, donde las zonas de baño están muy delimitadas, y donde si te saltas alguna norma, te pueden pegar un toque de atención serio.

Zona de pequeños embarcaderos en el lago Bohinj

En Bohinj también hay ‘playas’ y zonas de baño especialmente señaladas, pero nosotros no llegamos a ir a ellas. Simplemente cruzamos el puente, caminamos 5 minutos por un sendero por la orilla del lago, y a la sombra de unos árboles establecimos nuestro campamento base de natación, junto a una entrada fácil al agua.

Gélidas aguas cristalinas en el lago Bohinj

Mientras nos cambiamos y vestimos los bañadores, percibimos que el tiempo está empezando a cambiar, nubes y viento, no hay que olvidar que estamos en los Alpes Julianos.

Montañas nevadas rodean el lago Bohinj, en el Parque Nacional de Triglav

Juer, ¡qué fría está el agua! Con la sensación de pies congelados, cuesta adentrarse en este lago de origen glaciar. El agua va superando barreras corporales comprometidas que todos conocemos, pero llegados a ese extremo, no queda otra que hacerse el ‘chicarrón del norte’, respirar hondo, mirar y pedir permiso a las montañas nevadas que tenemos como telón de fondo, volver a respirar y…¡zambullirse!

El lago Bohinj lo habitan numerosos patos y peces

Está fría sí, pero el día y la ocasión lo merecían, e Izaro así lo entiende, animándose a darse un chapuzón con el aita. Los aspavientos y gestos cuando su cuerpo desciende y toca el agua son de foto, pero la sonrisa delata que se lo está pasando bien, ¡qué valiente! Los niños no tienen frío ni miedo para estas cosas, ¿cuándo volveremos a ser niños otra vez?


Bañarse en el lago Bohinj, un lujazo esloveno

Pinturas murales en la iglesia de San Juan Bautista

Las montañas se empiezan a cubrir y suenan truenos a lo lejos, incluso vemos algún fugaz relámpago. Nuestro slot de baño ha terminado. La tormenta nos pilla secándonos y cambiándonos de ropa, corremos por el sendero y nos refugiarnos en…¡una iglesia, quién nos lo iba a decir! La iglesia de San Juan Bautista, construida a mediados del siglo XI, es muy pequeña, casi parece una ermita, pero nos acoge de buen gusto y nos refugia de la tormenta.

Interior de la iglesia de San Juan Bautista en Bohinj

Esta iglesia, junto con el puente y el lago, constituye una de las estampas más fotografiadas de Eslovenia, y debido a la mezcla de estilos románico y barroco, uno de los ejemplos de arquitectura medieval eslovena más relevantes. Son de reseñar sus murales pintados, tanto en el interior como en el exterior, curiosas obras de arte.

Pintura mural en la iglesia de San Juan Bautista

En un momento en el que la tormenta se vuelve sirimiri, aprovechamos para cruzar el puente de piedra sobre el río Jezernica y sentarnos en un bar de la zona turística, para ver si amaina un poco y pensar qué hacer por la tarde. Algunos parecía que tenían el plan muy claro, ¡que envidia!

sLOVEnia – Love is in the air

Dónde comer en el lago Bohinj: Restaurante Gostilna Rupa

La tromba de agua es potente, poco plan tenemos en el lago Bohinj y se nos ha chafado por completo la idea de ir a la cercana cascada de Savica. ¿Nuestra solución? Conectarnos a una WIFI, y buscar en Foursquare algún restaurante de la zona donde probar la gastronomía eslovena. Nos fiamos de las recomendaciones de la red y terminamos cogiendo el coche y recorriendo cuatro kilómetros hasta la salida de un pequeño pueblo rural denominado Srednja vas v Bohinju.



Booking.com

Comemos en Gostilna Rupa (gostilna‘ significa restaurante en esloveno), un restaurante con área de juegos para niños y decorado con motivos muy rurales y autóctonos, ¡auténtico!

Decoración rústica y autóctona en Gostilna Rupa

Allí, en la mesa, y gracias al camarero que nos ha atendido, nos hemos enterado de que los espárragos trigueros son muy típicos en Eslovenia. Sabiendo esto, Laura los degusta con queso gorgonzola, exquisitos.


Espárragos con queso gorgonzola

Hemos compartido un entrante de pasta con setas de la zona, y Miguel se anima con un cochinillo, asado allí mismo en la terraza, recomendación del camarero. La apariencia del plato no fue a lo que estamos acostumbrados, ya que en vez de servir la pieza entera, viene troceada, pero hay que admitir que el sabor no tiene nada que envidiar a un buen cochinillo de Segovia.

Comer cochinillo en Eslovenia

De postre, una infusión de frutos rojos calientes, con helado y nata, sublime. Terminamos con un par de cafés y un licor digestivo de la zona, que no nos hace mucha gracia, demasiado dulce y empalagoso. Al salir, hemos visto cómo daban un golpe seco en la cabeza a las truchas, un método autóctono y ciertamente arcaico para comenzar a preparar el pescado típico de la zona de montaña de Eslovenia. Es un restaurante de nivel y de cierto renombre, con lo que no fue barato, pero la verdad es que comimos de cine.

Delicioso postre en el Gostilna Rupa

Una excursión imprescindible cerca del lago Bled

Tras la larga sobremesa debido al mal tiempo, decidimos dar por finalizado el día y volver poco a poco hacia Bled en coche. En el camino nos cae de nuevo la intemerata, formándose mucho charco en la carretera. Es una pena el mal tiempo, porque los valles aledaños al lago son chulísimos.


Leña en el valle glaciar del lago Bohinj

De lago a lago y tiro porque me toca. Ya en Bled, nos cambiamos de ropa en el apartamento, y aprovechando una pequeña tregua, damos un paseo por la orilla del lago hasta la zona comercial de Bled pueblo, en busca de un filtro para el objetivo de la cámara, tarea que no pudimos completar con éxito en todo nuestro viaje por Eslovenia.

Lago Bled, a media hora en coche del lago Bohinj

El lago Bohinj nos cautivó, incluso nos pareció mucho más bonito que el de Bled, el entorno tiene un carácter más salvaje y alpino. Además, tuvimos el privilegio de bañarnos en sus aguas antes de una tormenta, ¿se puede pedir más? Lo único, nos quedamos con pena de no ver otras zonas del lago ni realizar parte de alguna de las numerosas rutas de senderismo que bordean o parten del lago. Al igual que en Bled, aunque no en formato góndola, existe la posibilidad de montarse en una barcaza, pagando, que realiza un tour por este precioso lago, que emana relax y tranquilidad.

Tranquilidad y relax. Estampa bucólica del lago Bohinj

Psssst, ¿os contamos un secreto? Tres días más tarde nos vimos ‘obligados’ a volver a visitar el lago Bohinj desde Bled. No nos podíamos ir sin conocer la famosa cascada de Savica.


Información práctica:


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