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Sa Palomera, el istmo donde comienza la Costa Brava


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¿Creéis que es posible, siempre, asociar un destino/sitio con una imagen que tenemos grabada en nuestra retina, bien porque hemos estado allí o porque lo hemos visto por Internet, en una revista o donde fuere? Es un juego interesante: Alguien pronuncia el nombre de un sitio, y tú, intentas proyectar en tu mente la primera imagen que te viene a la cabeza; es divertido, siempre suele haber sorpresas.

Por ejemplo, si me pongo a pensar en París, me viene la clásica estampa de la Torre Eiffel; si pienso en China, la Gran Muralla copa por completo mi mente; si me dicen Eibar, me viene la Plaza de Untzaga o el Santuario de Arrate, fifty-fifty; y si estando en la Costa Brava, me dicen qué ver en Blanes… No hay ninguna duda: ¡Sa Palomera!

Puerto y costa de Blanes, desde el Castillo de Sant Joan, con Sa Palomera en la mitad

“Separador” natural de las playas de Blanes

En efecto, creo que Sa Palomera es un sitio que dota de personalidad propia a la localidad gerundense de Blanes, a su línea costera, un rincón que no pasa desapercibido para nadie, un punto fácil de ubicar y asociar con la imagen de Blanes, un inmejorable branding turístico, y natural.

Cualquier persona que visita y pasea por el paseo marítimo de Blanes, tarde o temprano se fijará en esta peculiar roca solitaria. Ya sea porque está en el mismo paseo, o porque divide la playa de Blanes de la playa de S’Abanell, Sa Palomera está siempre ahí, ejerciendo de fiel guardián natural.

Sa Palomera desde la Playa de Blanes

La traducción del catalán al castellano, bien fácil, nos da pistas sobre el origen del término “Sa Palomera”: “La Palomera“. De hecho, es más que habitual ver en la propia roca, en la playa, en el agua, sobre sus rocas aledañas, multitud de  aves. Eso sí, en su día quizás sería un sitio donde sólo paraban y anidaban las palomas, pero ahora, sin ser un experto en ornitología, doy fé de que por allí pululan diversos tipos de aves, algunas de ellas bastante grandes.

Aves en la rocas aledañas a Sa Palomera

El curioso istmo que ostenta el título de “Portal de la Costa Brava”

En realidad, Sa Palomera es una pequeña isla, formada por tres rocas, dos pequeñas y una central grande, que se une a tierra por un estrecho istmo. Es un fenómeno natural que siempre me ha llamado la atención; tan estrechos, tan frágiles en algunas ocasiones… Pero siempre tan especiales, característicos y vitales en su función. Quizás sea esa peculiaridad, unido a que Blanes es el primer pueblo de la provincia de Gerona (viniendo por la costa desde Barcelona), la que le ha otorgado el honor de marcar, de forma simbólica, el punto de inicio oficial de la Costa Brava. 

El arco que ejerce de portal y símbolo de inicio de la Costa Brava

Tras ver ese peñasco ahí tan altivo, el siguiente impulso, lógico, es el de subir a “La Roca”. Estoy convencido de que el mismísimo Sean Connery lo hubiera hecho en sus tiempos mozos, que no sé si habrá pasado por estos lares. El acceso es bien sencillo, desde el paseo, frente a las antiguas casas de pescadores de la zona, entramos y caminamos por el istmo, perfectamente urbanizado, y tras pasar bajo el arco del inicio oficial de la Costa Brava, nos plantamos ante las cerca de 30-40 escaleras, bastante empinadas y con barandilla, que nos suben hasta lo alto.

Acceso a Sa Palomera a través del istmo urbanizado

Coronada alternativamente por la bandera de Blanes unas veces, y por la bandera de Catalunya en otras, las vistas hacia cualquier lado son un regalo, tan cerca de la tierra, pero a su vez, tan libre, en pleno Mar Mediterráneo. 

Castillo de Sant Joan y playa de Blanes desde la cima de Sa Palomera

Qué ver en Blanes con niños: Subir a Sa Palomera (con cuidado)

Es un sitio muy frecuentado por turistas, suele haber mucha gente subiendo y bajando por las escaleras, sacándose fotos en la cima, etc., por lo que si quieres disfrutar de paz y silencio, y sacar buenas fotos, tranquilo, sin presión ni obstáculos humanos, madruga. O a última hora. El atardecer en Blanes, desde Sa Palomera, tiene fama.

La moda de los ‘candaditos amorosos’ también ha llegado a Sa Palomera

Durante el ascenso y en la zona cimera de la roca, cuidado si se va con críos pequeños. Hay barandilla, pero ésta tiene más hueco que el estómago de Carpanta un jueves por la tarde. Además, al ser una roca bastante resquebrajada, y desgastada por el paso de mil y un zapatillas, zapatos y tacones, hay que andarse al loro con los resbalones y tropezones. En otras palabras: si decides visitar Blanes con niños y quieres subir a Sa Palomera con ellos, mejor de la manita y con mil ojos.



Parte cimera y último tramo de ascenso a Sa Palomera

En la vertiente suroeste suele haber chavales saltando vertiginosamente al agua desde unos salientes bastante peligrosos que tiene esta mole rocosa. Personalmente he hecho snorkel por esa zona, y el peligro no está en que no cubra, que cubre bastante, sino que la caída es muy cercana a la base del roquedal, por lo que cualquier descuido o error de cálculo (somos humanos), se puede pagar muy caro. De hecho, suele haber policías municipales vigilando para que los chavales, que no tienen miedo a nada con esa edad, no salten y corran el peligro de partirse la crisma. Sí, se nota que soy padre y me estoy haciendo mayor. Empiezo a ver riesgo y peligro en muchas acciones de la vida cotidiana, es lo que hay, era un simple apunte desde mi nueva perspectiva de la vida, la paterna.

“La Roca”, icono del turismo en Blanes

Resaltar también la vidilla que tiene toda la periferia acuática y base rocosa de Sa Palomera, ya que es muy frecuente ver a muchos pescadores apostados en las rocas, y también a muchos bañistas que tiran de tubo y gafas de buceo para hacer un poco de snorkel y descubrir la fauna acuática de la zona.

Barcos que realizan diversos recorridos por esta zona de la Costa Brava

No lo vamos a negar, Sa Palomera y esta parte de Blanes en general no es la más idónea para descubrir los tesoros acuáticos que esconde la Costa Brava, pero bueno, menos da una piedra. Algún incauto  pececillo de vez en cuando siempre asoma por ahí.

Decía que me gusta jugar al juego de asociar un destino o sitio con una imagen en mi cabeza, me divierte. Y en el caso de Blanes, creo que gana por goleada, la panorámica de su línea costera, donde irrumpe con protagonismo absoluto y evidente la sempiterna mole rocosa de Sa Palomera. Es la imagen de Blanes, no hay discusión.

Sa Palomera partiendo la línea costera de Blanes, desde la ermita de Sant Joan

Aquellos que habéis estado de turismo en Blanes, ¿cuál es la imagen que primero os viene a la cabeza? ¿Aceptáis la panorámica anterior como estandarte? Espero que no, porque cada mente es un mundo, porque lo que proyecta la mía no tiene porqué coincidir, para nada, con lo que proyecta la tuya. Es una de las grandiosidades de la mente humana, así que saquémosle partido a esa cualidad innata que llevamos dentro y proyectemos nuestra particular imagen de cada lugar. ¿Jugamos?

Ahora bien, imágenes subjetivas aparte, si alguien os pregunta de aquí en adelante qué ver en Blanes o el punto exacto donde comienza la Costa Brava, espero que no tengáis dudas en la respuesta. Porque ha quedado claro que Sa Palomera en Blanes, es el Portal de la Costa Brava, ¿verdad? Así me gusta ;).


Todo lo que necesitas para preparar tu viaje a Blanes en la Costa Brava:


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