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Crucero por el Mediterráneo con niños: Documentación necesaria para menores de dos años


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Al viajar con niños pequeños, si nadie te dice ni te avisa de nada especial, es probable que en alguno de tus viajes tengas alguna sorpresa. La anécdota, y esperamos que artículo con información práctica que escribimos hoy, está basada en una experiencia real vivida durante el año 2011, cuando Izaro realizó su primer gran viaje, ¡con apenas 3 meses!

Y para ser el primero, empezó fuerte, ya que fue un doble embarque: un embarque en vuelo Bilbao-Barcelona, y luego un nuevo embarque, esta vez en un enorme barco, para realizar un crucero por el Mediterráneo.

Crucero por el Mediterráneo con niños

Experiencia crucero Pullmantur por el Mediterráneo

Por aquel entonces, y creemos que hoy en día se mantiene esta normativa, los niños menores de dos años no necesitan documentación propia para volar, al menos en vuelos en España; ni DNI ni pasaporte, ya que son incluidos en el billete o ‘pack‘ de la madre o del padre. No nos dijeron nada especial en este sentido sobre el viaje, y  nosotros ni nos preocupamos de mirar nada. Efectivamente, realizamos el vuelo Bilbao-Barcelona sin problemas.

El problema vino en Barcelona, en concreto, en el puerto de Barcelona, cuando comienza el lento proceso de embarcar un crucero que transporta a cientos (¿miles?) de personas. Llegamos al mostrador, y nos piden nuestra documentación, todo correcto. A continuación nos piden también el pasaporte de la niña:

– ¿El pasaporte, para qué, si no nos han dicho nada?
– Este crucero realiza una parada en Túnez, y por tanto, se necesita pasaporte.
– Ok, entendido, pero no pasa nada porque no vamos a bajar con la niña en Túnez, ese día nos quedaremos en el barco, y punto.
– Espera, voy a llamar a la jefa de embarque y comentamos con ella.

En todo momento, la gente de Pullmantur nos atiende muy amablemente, más si cabe visto nuestro visible nerviosismo, planteándonos quedarnos en tierra firme, ¡menuda gracia!

Enorme espacio en el que se forman colan

Baja entonces la mencionada jefa (creemos que se llamaba Ana), y se le explica nuestra imprevista y particular casuística. Ana es tajante con este tema y nos hace entender rápidamente por qué se necesita pasaporte para embarcar en este crucero por el Mediterráneo.

Nos argumenta que no es el hecho de bajarse del barco en Túnez para dar una vuelta o realizar una excursión a Sidi Bou Said, que como le habíamos sugerido, es fácilmente evitable; el potencial problema viene dado por el hecho de que el barco, por un espacio de tiempo, estará navegando y atracará en aguas internacionales, y para ello, necesitas pasaporte. No va a pasar nada, pero ¿y si pasa? ¿Y si la niña se pone mala, la cosa supera a los servicios médicos del barco y hay que llevarla urgentemente a un hospital? A pesar de la gravedad de la situación, es probable que no te dejen entrar en tierra tunecina, incluso quizás no te atiendan en alta mar. Sí, son casos extremos que son muy improbables que se den, pero ¿y si se dan, y te toca? Nos describe esta casuística incluso dejando entrever alguna experiencia en situaciones similares, y a continuación nos dice de forma privada, con alma maternal: ‘si fuera mi hijo, yo no subiría a un crucero que pisa aguas internacionales sin pasaporte‘.

Los atardeceres son unicos en el Mediterráneo

Estas tajantes pero bien razonadas palabras nos destrozan por completo, asumimos que el barco zarpará sin Izaro, y por ende, sin sus padres, ¡qué mala suerte! ¿Cómo nadie no nos había advertido de esto? No lo sabemos, pero son cosas que pasan, hasta en las mejores casas. De hecho, a nosotros ni se nos había pasado por la cabeza este tema, y eso que sabíamos de antemano que Túnez era una de las escalas del crucero. Claro, asociar Mediterráneo con Túnez, Túnez con aguas internacionales, y que eso significa tener que disponer de pasaporte para un menor de dos años, eso es para mentes germánicas muy planificadoras, no para las nuestras.

Es entonces, cuando nuestro primer embarque frustrado está a punto de consumarse, cuando Ana, muestra su lado más empático, proponiéndonos una rápida solución, casi off the record.


Sacar el pasaporte en el aeropuerto El Prat de Barcelona

Aunque nos advierte de que el barco no espera a nadie, nos recomienda coger un taxi en la terminal de embarque hasta el aeropuerto de El Prat, ir a las dependencias de la Policía en el aeropuerto, hacerle un pasaporte ‘express’ a la peque, y volver raudos y veloces en taxi. No queda mucho tiempo para que termine el embarque, y si bien nos insiste en que no esperan a nadie, nos lo comenta porque cree que nos puede dar tiempo, si salimos pitando, ¡ya! Basta una mirada entre neopadres, no hay dudas, nos la jugamos, más vale pasaporte en mano que crucero frustrado, ¡taaaaxi!

Paseando bajo “la mole” transatlántica

El taxi que nos facilitan vuela hasta El Prat, pero más volamos nosotros corriendo por la terminal con un carrito de bebé, en busca de las dependencias de la policía, ¡bingo! La improvisada comedia continúa, y entra en juego la escena en la que hay que sacarle una foto a Izaro en el fotomatón. Los tres metidos en el fotomatón. Miguel sujetando a la peque en brazos, y Laura sujetando la cabeza de Izaro, que al ser pequeña, todavía no se sostiene por sí sóla… ¡Menudo cristo!


Con una foto que preferimos no enseñar por el bien y futura imagen de Izaro, vamos al mostrador, donde la Policía, que ya estaba al tanto de nuestra llegada, muy amablemente, nos genera en un momento el primer pasaporte de Izaro.

Vuelta a correr por la terminal, buscando la salida y gritando ‘Taxi, taaaaaxi!’ a los cuatro vientos. Nos montamos en uno, y le transmitimos la gravedad y premura de la situación. Estamos dispuestos hasta a pagarle las multas por exceso de velocidad. Nos aproximamos hacia el puerto, el barco parece seguir atracado, y de momento, no se mueve, ¿serán ilusiones? No, se oye una bocina muy fuerte, ¡va a zarpar! ‘Llegamos, nos da tiempo, que estamos ya, no te vayas sin nosotros por favor!!!‘.

Parking de transatlánticos en el puerto de Barcelona

Entre nuevos bocinazos sonoros, vemos que el puente metálico levadizo que une tierra con el barco todavía está bajado. Lógicamente, somos los últimos pasajeros en entrar en el barco, con una sala de embarque totalmente vacía, oscura, digna de película de terror. El puente y  la compuerta se cierran herméticamente tras nuestra entrada, ¡estamos en el barco! Abrazos, lloros…e Izaro sin decir ni mú, sin protestar en este sprint viajero que no se lo recomendamos a nadie.

Crucero con parada en Túnez: Documentación para navegar por aguas internacionales

Desde aquí, y aunque ha pasado mucho tiempo desde este incidente que terminó en anécdota para la colección viajera, queríamos dar las gracias a la Policía del aeropuerto (quién lo diría…), y en especial a Pullmantur, por gestionar esta situación de forma tan responsable, tanto desde el punto de vista de seguridad, como desde el punto de vista de tranquilizarnos y facilitarnos, todo, para poder embarcar en nuestro primer crucero en familia, que fue en realidad el primer crucero para los tres. Siempre nos quedará la duda de si el barco partió con algún minuto de retraso sobre la hora prevista, pero ese tipo de dudas, se convertirán en una anécdota más para Ana, el capitán y parte de la tripulación de aquel gran crucero. Eskerrik asko!

Viajar en crucero en familia, ¿por qué no?

Así que ya sabes, si no quieres pasar por esta estresante situación, si realizas un crucero con niños por el Mediterráneo, tengan la edad que tengan, incluso si son menores de dos años, no olvides la documentación necesaria para viajar con niños. Todo se resume en que se necesita pasaporte para navegar por aguas internacionales. Tengas la edad que tengas. Y como pasó en nuestro caso, Túnez y sus aguas, son internacionales.

Rizando el rizo, incluso puede que no hagas escala en ningún destino internacional, pero sí puede ocurrir que navegues en un momento puntual por aguas internacionales, sin tú saberlo. Para ello, es necesario el pasaporte. Por tanto, la reflexión es que es mejor pasarse de “segurola”, y así evitarás malos tragos y prisas como las que nosotros vivimos en nuestro primer crucero por el Mediterráneo con niños.


Información práctica para salir de crucero desde Barcelona:



Saludos!


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