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Arte moderno en Palma de Mallorca: desde el surrealismo de Joan Miró al street art regenerativo


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¿Es Palma de Mallorca un destino de sol y playa? Sí. ¿Es Palma de Mallorca un destino única y exclusivamente de sol y playa? No, rotundamente no, para nada. Os aseguro que podemos realizar esta última negación con absoluto conocimiento de causa. Durante un largo fin de semana, hemos tenido la oportunidad de conocer una parte importante de la verdadera Palma de Mallorca, constatando que esta ciudad moderna y cosmopolita dispone de una oferta cultural y artística envidiable, con museos y centros de arte moderno de muy alto nivel, visitables durante todo el año, no sólo en época estival.

¿Es por tanto Palma de Mallorca un destino ideal para realizar una escapada cultural, con amigos, en pareja, ya sea en otoño, invierno o en primavera? Sí, sí, y sí. ¿Cuesta desligarse de tópicos, ¿no? ¿Todavía no nos crees? Lo mejor va a ser que nos dejemos de preguntitas y pasemos a la acción mostrándoos tres atractivos planes u opciones de turismo cultural a realizar en Palma de Mallorca, incluso en pleno mes de Enero. ¿Sigue habiendo dudas? Pasen, lean, vean y conozcan la verdadera Palma de Mallorca, un destino 365 cuya elegancia y atractivo cultural es sobresaliente.

Joan Miró, un gran motivo artístico y cultural para visitar Palma de Mallorca

Es Baluard – Museo de arte moderno y contemporáneo

Situado sobre uno de los baluartes de la muralla de Palma de Mallorca, este museo y novedoso espacio artístico no deja indiferente a nadie. Siempre decimos que nosotros no somos para nada entendidos en arte, sea pintura, escultura o arquitectura. Sin embargo, tenemos la simple capacidad de decir cuando algo, por muy raro que sea, nos gusta o no, nos hace gracia o no. A día de hoy, ése es nuestro punto de vista artístico, simple y llanamente.

El edificio que alberga Es Baluard, uno de los museos de arte moderno y contemporáneo más importantes de España, es de corte moderno, con una arquitectura repleta de formas rectilíneas que se asoman a una considerable altura sobre el paseo marítimo y puerto de Palma de Mallorca. Este toque moderno, con paredes de un color muy clarito, contrasta pero se integra a la perfección con los vestigios de la histórica fortaleza que en épocas pasadas protegió la ciudad. La fusión arquitectónica de dos tiempos funciona bien, y se engrandece con varias estrambóticas esculturas situadas sobre el baluarte de la muralla, fuera del museo, entre ellas, alguna de Calatrava.

Escultura en la parte exterior del museo Es Baluard

Ya en el interior, tuvimos la ocasión de realizar una visita guiada, una forma de ver el museo que aconsejo, ya que si no estás muy puesto en arte, es probable que te pierdas muchos detalles y anécdotas. La visita no trata ni te condiciona para nada la interpretación de lo que estás viendo, pero hay información que siempre es bueno saber al entrar en una sala, es un punto de partida para una libre exploración e interpretación del espacio artístico, a tu aire.

Simpáticas obras contemporáneas en Es Baluard

Desde el desconocimiento de la mayoría de los mundialmente reconocidos artistas que muestran sus obras en dicho museo, tanto en forma de colecciones permanentes como en forma de exposiciones itinerantes, que van cambiando durante el año, hay obras que sin duda no dejan indiferente a nadie.


¿Una medusa, un corazón, un espermatozoide? Who knows…

Por muy creativo que seas, muchas obras son difíciles de interpretar, lo que convierte en todo un reto el intentar averiguar qué paso por la cabeza del artista, qué le inspiró, a crear su obra.

Peculiar creación en el museo Es Baluard

Durante la visita, hubo preguntas curiosas al guía, del estilo de: ‘¿Esto es una obra o es un espacio que estáis preparando ahora para presentar otra colección?‘ Hubo risas, pero es lo que tiene el arte moderno, muchas veces no sabes donde está la frontera artística, sólo lo sabe su creador, y la gente entendida, claro.

Creación artística en el museo Es Baluard

Entre esculturas, pinturas, fotografías, creaciones con diferentes materiales y  objetivos, personalmente nos quedamos con el espacio del museo que guarda una serie de obras, pinturas, dibujos y bocetos, del gran Joan Miró. También nos llamó poderosamente la atención una exposición itinerante de fotografía, con fotos de diferentes temáticas, pero con algunas que realmente nos impactaron, mucho.

Exposición de fotografía en el museo Es Baluard

Por último, sin tener mucho que ver con la tematica artística, señalar lo que para nosotros fue el auténtico descubrimiento, la ‘la joya de la corona’ de este museo. Su terraza, el punto más alto del baluarte defensivo, con unas vistas espectaculares sobre la Catedral de Palma de Mallorca, el paseo marítimo y puerto deportivo, el Castillo de Bellver, y la ciudad en general, con Sa Riera en primer término.

Vistas de la Catedral de Palma desde la terraza del museo Es Baluard

Sinceramente, no nos importaría hacer una guardia, con buenos víveres, como centinelas de este baluarte, histórico y artístico, a partes iguales.


Vistas de la ciudad y bahía de Palma desde la terraza del museo Es Baluard

Street Art social y regenerativo impulsado por Ses Voltes

El arte, muchas veces, no entiende de forms, pero sí se entiende de muchas formas, especialmente el arte moderno. El centro de arte y creación de Ses Voltes responde entre otras muchas cosas, precisamente a esto, al hecho de orientar y dar soporte a artistas de todo tipo que quieren comenzar o afianzar su carrera como artistas contemporáneos. Este centro, cuya exposición y taller se sitúa a los pies de la Catedral de Palma, acoge mediante diversas fórmulas a numerosos artistas, locales y extranjeros, que quieren dar a conocer su obra contemporánea al mundo.

Algunos de los integrantes del centro arte y creación de Ses Voltes

Entre los diferentes proyectos que han salido desde esta coctelera y espacio artístico lleno de creatividad, la iniciativa para intentar regenerar ciertos zonas degradadas de los barrios de Calatrava y de Can Amunt, mediante diferentes pinturas, murales y otras acciones en la onda del street art.

Murales con vida propia, street art auténtico, un proyecto de Ses Voltes

En nuestro caso, tuvimos la enorme suerte de realizar un recorrido a pie por las calles de estos barrios, contemplando cada una de estas obras, de la mano del ideólogo del proyecto, Grip Face, un chico joven que apunta muy buenas maneras es una máquina en materia artística.

Numerosas pinturas son obra del artista Grip Face

Es más, algunos dibujos que se pueden encontrar a lo largo del recorrido, que ahora mismo no está señalizado, son obra suya, pero también han participado en tan curioso proyecto, que tiene el ok del ayuntamiento de Palma, un buen puñado de artistas locales, nacionales e incluso extranjeros, algunos de reconocido prestigio.

‘Hola, ¿seguro que no queréis salir de ahí?’

Realmente, nos pareció una alegre y divertida forma de intentar revitalizar barrios de la capital que están en peor situación o que han caído más en desgana que otros puntos de Palma. En vez de tener una pared carcomida de un solar que se ha quedado vacío, de una casa deshabitada o de una construcción a medio construir, ¿por qué no llenar esa pared de vida y alegría artística?

El color amarillo, seña de identidad de uno de los proyectos de Ses Voltes

Sin duda, tanto locales como visitantes, mirarán dicha pared con otros ojos, incluso con una visión positiva del entorno, porque ese colorido y el mensaje subliminale que proyectan muchas de esas pinturas, inspiran positivismo, buen rollo.

Simpáticos murales, street art auténtico, bien pensado

Hay que diferenciar claramente esta iniciativa de los graffitis que muchas veces vemos en las ciudades, que en algunos casos, aparte del toque reivindicativo y gracia que puedan tener, más bien ensucian que decoran. En este sentido, significar que la iniciativa de revitalizar los rincones de las mencionadas barriadas está bien planteada e hilada, y toda pintura, tiene un motivo o un argumento para ser dibujada así, de esa forma tan espontánea, tan simpática, tan singular, es street art de calidad, bien pensado.

La iniciativa también tiene espacio para murales de dibujos animados como Popeye

Sin conocer el mundillo, nos gustó mucho este proyecto y el recorrido a pie por estas calles, viendo y fotografiando todas y cada una de las pinturas, se hace muy ameno. Y es que las pinturas ejercen su impacto y atracción a los ojos del visitante.

Murales que captan la atención del viandante

Consiguen que se olvide del barrio donde está, que mire más allá de una vieja puerta, que se fije en los detalles de edificios, paredes y esquinas, en su gente, en proyectar el pensamiento del artista al realizar dicha pintura…, es una bonita forma de integrarse en estos barrios de Palma de Mallorca.

Fundació Pilar i Joan Miró

Joan Miró, uno de los máximos representantes del surrealismo, fue como otros muchos artistas, un tipo rupturista, un genio que vivió a caballo entre Barcelona, Paris y Palma de Mallorca, de donde era su mujer Pilar. Es por este último motivo que el artista catalán guarda una estrecha relación con la capital de las Baleares, ya que pasó sus últimos años en Palma, centrado en seguir ampliando su obra, creando sin descanso, inspirado por la tranquilidad que le reportaba este bello entorno. Moría en Palma de Mallorca en 1983, a la edad de 90 años, en la casa-taller que hoy en día se ha reconvertido en la Fundació Pilar i Joan Miró, una fundación-museo espectacular.

Entrada de la Fundació Pilar i Joan Miró en Palma de Mallorca

El espacio sobre el que se asienta dicha fundación, consta hoy en día de un edificio obra del arquitecto Rafael Moneo, que alberga gran parte de la obra del artista, el taller y lugar de trabajo del artista, una zona de jardines que conduce a la antigua vivienda y cocina, y también la vivienda reformada, en la que viven algunos de los descendientes del artista, no visitable por supuesto.

El edificio del arquitecto Rafael Moneo se funde perfectamente con el azul Mediterráneo

El edificio de Moneo tiene una formas y aristas muy acentuadas, y acoge en su interior, en un espacio amplio y diáfano, diversas creaciones del autor, con notable presencia de bocetos, dibujos, pinturas, esculturas y tapices.

Espacios diáfanos y muy amplios en el edificio de Rafael Moneo

Se nos antoja realmente difícil comprender lo que pasaba por la mente de este genio durante la creación de sus obras surrealistas, pero sin ser entendidos, podemos decir que su obra nos gusta, porque rompe moldes y esquemas, porque innovó respecto a lo que había en su época, y sobre todo, porque es una obra que se aleja de la realidad, pero en general, siempre desde una óptica alegre y positiva, al menos a nuestro modo de ver.

Dibujos y pinturas varias de Joan Miró

De hecho, nos encanta el uso que hace Miró de los colores, sus mezclas explosivas, lo que le da a sus obras, especialmente a las pinturas y a los tapices, ese toque innovador, diferente, ese toque ‘marca de la casa’ que no es fácilmente replicable. Nos encadilaron todos los tapices Miró que pudimos ver, con especial mención para una sala exclusivamente dedicada a ellos, y con el gran tapiz rectangular que decora una de las primeras salas que se visita en la fundación. Los guiños que en dichos tapices realiza a ciertos animales son un auténtico puntazo.

Colorido tapiz de Joan Miró

La visita al taller, situado fuera pero muy cerca del edificio de Moneo, es una mezcla de sensaciones agridulces. Por una parte, es increíble estar presenciando lo que fue uno de los principales espacios de trabajo del artista, una espacio en el que el tiempo discurre lento, incluso parece haberse detenido, con obras allí expuestas y detalles de su día a día. Impresiona ver su mono y vestimenta de trabajo allí colgada, como si hubiera ido a comer y fuese a volver dentro de un rato, a seguir creando gracias a esa privilegiada mente que rebosaba surrealismo por los cuatro costados. Por otra parte, son esos detalles los que producen cierta añoranza o tristeza en la visita a su taller, pero sin duda, aunque no vaya a volver, su legado artístico es impresionante, y merece ser disfrutado con creces.

Taller y centro de trabajo de Joan Miró en Palma de Mallorca

Desde el taller, mediante un corto paseo por la zona de jardines del recinto y tras subir unas escaleras, se accede a una zona en la que las vistas sobre el Mediterráneo posiblemente inspiraban a Joan.

Vistas sobre el Mediterráneo desde la antigua casa-taller de Joan Miró

Allí, sobre una pequeña explanada en la que destaca una de sus esculturas, se sitúa la antigua vivienda del artista, una casa cuyo primer piso se puede visitar, y cuya vieja cocina, se conserva tal y como estaba hace un montón de años. Si os asomáis a la cocina, en un lateral derecho encontraréis una sorpresa sobre la que no daremos detalles en este post. Nos contaron que fue un olvido de Joan Miró durante uno de sus múltiples viajes, y que a la vuelta, se encontró así al…hasta aquí podemos leer :).

Cocina de la antigua casa de Joan Miró


Sin tener ni idea de surrealismo, la visita guiada a la fundación resulta muy agradable, y transporta al viajero a un complejo pero agradable mundo artístico, lleno de notas de color y positivismo. Es por ello que la obra de Joan Miró nos ha gustado, mucho, y creemos que de aquí en adelante, seremos capaces de reconocer y diferenciar ese toque tan peculiar que tienen todas sus creaciones.

Las esculturas son parte importante de la obra de Joan Miró

Es más, convertidos ya en auténticos entusiastas de su obra, no pudimos pasar por alto la tentación de comprar algún recuerdo con toque Miró en la tienda del museo, donde venden numeroso material de merchadising en torno a la obra del artista. Ahora, puedo decir que en nuestro día a día, la obra de Miró, de alguna manera, siempre está presente. ¡Tenemos un Miró! 🙂

Merchandising en torno a la obra de Joan Miró

Ya lo habéis visto. Palma de Mallorca tiene arte, mucho arte. Esto es simplemente una pequeña muestra de algunos de los espacios artísticos, tanto formales como informales, más destacables que se pueden visitar en la ciudad, pero existen otros museos y espacios relacionados con el mundo del arte que también merecen la atención del visitante. Este abanico de posibilidades conforma en sí mismo una extensa oferta cultural que hace Palma de Mallorca un destino muy apetecible los 365 días al año, más allá de los meses estivales en los que el turismo de sol y playa se lleva, valga la redundancia, la palma. De hecho, ¿por qué no visitar Palma de Mallorca en este plan cultural en pleno Enero, cuando además se celebran las fiestas de San Sebastián? Y en verano, tras pasar el día en la playa, ducharse y cambiarse, ¿por qué no visitar uno de estos museos o pasear por las calles palmesanas viendo pinturas de street art? No problem, el arte y la cultura van bien con todo tipo de planes, y con todas las épocas del año.

Gracias a las personas de cada uno de estos espacios por su cálida acogida, atención e información, y a Fundación Turismo Palma de Mallorca 365 por permitirnos conocer estas y otras muchas joyas durante el #palmatrip celebrado en Enero del 2014. Entre los anfitrones locales, especial mención para Pedro, Marita, Julia y Xavi, un guía que para sí lo quisieran muchas ciudades. Gracias también a toda la gente de Palma por hacernos sentir palmesanos durante un fin de semana, y gracias por ayudarnos a romper por completo tópicos y moldes viajeros de sol y playa, demostrando, con creces, que la oferta cultural de Palma de Mallorca no entiende de estacionalidad, es más, es una oferta permanentemente abierta, atractiva y enriquecedora.

Información práctica:


SaludoX!

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