Senderismo en familia en el parque natural de Izki

Senderismo en familia en el Parque Natural de Izki: Qué ruta no hacer con sillita de niño


Una sinuosa carretera típica de la Montaña Alavesa nos lleva desde Maestu o Maeztu hasta la pequeña localidad de Korres, el único núcleo habitado que está dentro del Parque Natural de Izki. Es uno de los accesos más habituales a este parque natural no muy conocido incluso a nivel de Euskadi. De hecho, se decidió hace unos años construir un parketxe (‘casa del parque‘ en euskera) o centro de interpretación en este enclave, con el fin de facilitar información sobre el parque y sobre todas las rutas de senderismo y BTT que se pueden realizar en los alrededores.

Justo al lado del moderno edificio que alberga el centro de interpretación, que para nuestro humilde gusto desentona bastante con las casas rústicas y de montaña de Korres, hay un pequeño parking donde se puede aparcar el coche, si no llegas muy tarde claro. ¿Entramos al parketxe para informarnos sobre qué opciones hay para realizar senderismo en familia con nuestra peque de 2 años largos?

Senderismo en familia en el parque natural de Izki

Senderismo en familia en el parque natural de Izki

El parketxe se ve muy nuevo, y hay un montón de paneles explicativos acerca de las características del parque, su fauna, flora, etc. Nosotros, directamente abordamos al chico que estaba en recepción, preguntándole por alguna ruta light para realizar con la niña, y con el hándicap de la sillita, que ya no estamos como para llevarla en mochila y sabemos que se va a cansar y no va a ir todo el rato andando.

Parketxe y centro de interpretación del parque natural de Izki, en Korres

Parketxe y centro de interpretación del parque natural de Izki, en Korres

Muy amablemente, sobre un mapa, nos recomienda el sendero o ruta número 1, que ‘por una pista ancha‘ (palabras literales del chico) va hacia la localidad de Bujanda atravesando un pequeño cañón sobre el río Izki, pasando por una presa. También nos da indicaciones sobre un área de descanso y recreo a 1 kilómetro de distancia de Korres, en dirección a San Román de Campezo, por si luego queremos ir con la peque, ya que hay río, mesas de madera, columpios, etc. Se agradece la info!

Con la ruta y las indicaciones claras, nos ponemos a caminar por la Calle Mayor de Korres (Corres en castellano), una calle que envuelve de forma directa al visitante en un aire de pasado, misterio, creencias y dureza, porque los inviernos en esta zona, son inviernos de verdad, de los de antes.

Eguzki-lore en la puerta de las casas del pueblo, símbolo de protección

Eguzkilore en la puerta de las casas de Korres-Corres, símbolo de protección

Korres es una pequeña pero bonita villa medieval que pertenece al extenso municipio de Arraia-Maeztu, con un mix interesante de casas antiguas y casas reformadas con los nuevos tiempos. Anclado parcialmente en el tiempo, es un núcleo que no renuncia a sus tradiciones y supersticiones, y que mira al futuro, gracias en parte, a los visitantes que recibe el Parque Natural de Izki a lo largo del año, especialmente durante los fines de semanas y festivos.

Korres, único pueblo dentro del Parque Natural de Izki

Korres, único nucleo habitado dentro del Parque Natural de Izki

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Las rutas del parque están muy bien indicadas, incluso en las propias calles del pueblo, por lo que giramos hacia la derecha al final de la calle Mayor y entre dos casas que parecen limitar el núcleo poblacional, enfilamos una bajada muy empinada, de piso de cemento, hacia el valle, dejando el antiguo lavadero del pueblo a mano derecha.

Primera bajada de la ruta, junto al lavadero de Korres

Primera bajada de la ruta, junto al lavadero de Korres

Cuando la pendiente de la cuesta disminuye ligeramente, llegamos a un cruce importante, en el que siguiendo la excelente señalización, tomamos el sendero, denominado ‘Senda Bujanda‘, que sale a mano izquierda entre vegetación. La presa de Aranbaltza que nos comentaba el chico también viene ya señalizada.

Desvío hacia senda Bujanda, excelente señalización en el Parque Natural de Izki

Desvío hacia senda Bujanda, excelente señalización en el Parque Natural de Izki

Asumimos que el tramo inicial de la ruta puede ser algo complicado para ir con la sillita a cuestas, pensando que quizás luego el sendero se convierta en la mencionada ‘pista ancha’. No esperamos una pista de cemento, ni mucho menos, pero sí un camino con un terreno medianamente transitable con la silla de la peque. Esto no ocurre, y a los 5 minutos del traqueteo y de andar con la silla a dos ruedas porque en ciertos tramos se queda enganchada con piedras grandes e irregulares que hay en el camino, nos arrepentimos de haber traído la silla. ‘Cuando tengas hijos, comerás huevos‘, es la frase más adecuada que se nos ocurre para alguien que todos imaginamos. Ojo, desde el cariño viajero :).

Piso irregular en la senda Korres-Bujanda, no apto para sillitas de niños

Piso irregular en la senda Korres-Bujanda, no apto para sillitas de niños

Visto lo visto, y asumido el ‘andamos un rato, y dependiendo de cómo esté el sendero y lo cansados que estemos de portear la silla, nos damos la vuelta‘, comenzamos a adentrarnos en el cañón que durante miles de años, con mucha paciencia, ha horadado laboriosamente el río Izki, que discurre tranquilo por el fondo del valle, parcialmente tapado por la frondosa vegetación.

Frondosa vegetación en la Foz o barranco de IzkiFrondosa vegetación en la Foz o barranco de Izki

La pista o sendero es ancha sí, tiene piso irregular de tierra y piedra, pero está bien para caminar con cualquier zapatilla de trekking o bota de montaña. Ideal para la práctica de senderismo o BTT, pero como decimos, nada adecuado para ir con un carrito o sillita de niños, incluso cuesta llevarla vacía, se traba continuamente.

Senda Korres-Bujanda, ruta de senderismo sencilla en Izki

Senda Korres-Bujanda, ruta de senderismo sencilla en Izki

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La peque va entretenida parando y cogiendo piedras en el camino, y el sendero, según se va adentrando un poco más entre farallones rocosos del denominado Barranco de Korres, va descendiendo ligeramente, una sensación que apenas se percibe rodeados del paisaje kárstico tan característico de las hoces.

La senda Bujanda-Korres discurre entre farallones rocosos

La senda Bujanda-Korres discurre entre farallones rocosos

En cuestión de 20 minutos máximo, escuchamos y vemos a mano derecha un curso de agua en forma cascada que se desliza ladera abajo hacia el río. No se ve el punto concreto de donde mana el agua, pero es un flujo de agua que parece salir como por arte de magia, a media ladera. Son los misterios del karst.

Cascada sobre la presa de Aranbaltza, en Izki

Cascada sobre la presa de Aranbaltza, en la foz de Izki

Cuando el sendero llega a la altura de la cascada, vemos un letrero que indica el camino a seguir para descender hasta la presa de Aranbaltza, un sinuoso sendero que entre tupida vegetación, en 2 minutos nos desciende a la cuenca del río Izki, y a la mencionada presa.

Señalización y desvío hacia la presa de Aranbaltza

Señalización y desvío hacia la presa de Aranbaltza

Decidimos que no merece mucho la pena seguir el tortuoso (por la sillita) sendero hasta Bujanda, por lo que decidimos ver la presa, y luego emprender poco a poco la vuelta y el ascenso hacia Korres. Lógicamente, para bajar por este sinuoso sendero hacia la presa, dejamos la silla, sin objetos de valor, en el sendero principal, no queda otra.

Sendero de bajada hacia la presa de Aranbaltza

Sendero de bajada hacia la presa de Aranbaltza

El aitatxo coge a la niña en brazos, y con mucho cuidado, con pendiente fuerte, y con un ojo puesto en el suelo, donde algunas piedras resbalan, y otro en el frente, para apartar a tiempo alguna que otra traicionera rama de boj, llegamos hasta la base de la presa.

Base de la presa de Aranbaltza

Base de la presa de Aranbaltza

Lo que se ve es una intervención humana en toda regla, una antigua central hidroeléctrica ahora en desuso, pero la especie de pequeño lago que se forma con motivo de la presa tiene su toque bucólico, con la mencionada cascada en lo alto de la pared, y con mucha vegetación que crece en el agua. Desde luego, los anfibios tienen que pasárselo pipa en esta zona del Parque Natural de Izki, donde nos consta que se realizan excursiones guiadas para ver una especie de rana concreta.

Remanso de agua en la presa de Aranbaltza

Remanso de agua en la presa de Aranbaltza

Eso sí, al igual que la bajada a la presa tiene su aquel, éste no es un sitio para estar mucho tiempo con niños, ya que la mole de cemento no tiene protección alguna en las dos alturas que presenta, y las diferentes escaleras que fueron construidas en su día, no están en muy buen estado. Por tanto, imprescindible que los niños, especialmente los muy peques, vayan en esta zona de la mano de adultos todo el tiempo, y nada de andar ‘haciendo el gamba’. Mientras nuestra hija se entretiene ‘sedimentando’ el río Izki con más piedras, uno de los dos baja al plano inferior de la presa, donde está la antigua caseta y de donde sale una antiguo canal de agua dirección a Bujanda.

Desde aquí, acercándonos con cuidado a la orilla del río, se puede contemplar la fuerza con la que el agua del río Izki salta el muro de la presa, ayudada por las numerosas precipitaciones que hemos tenido en las últimas semanas. Esta zona tampoco es recomendable para niños muy pequeños.

Desembalsando agua en la presa de Aranbaltza

Desembalsando agua en la presa de Aranbaltza

Al igual que nosotros, se ve que mucha gente se acerca hasta este punto, es un lugar de la ruta Korres-Bujanda, que si no conoces, merece la pena, tiene su magia. Emprendemos con cuidado el ascenso de vuelta hasta el sendero principal, donde nuestra ‘querida’ sillita nos espera, ansiosa por caminar de vuelta sobre terreno irregular, ¡ouch!


Da pena no seguir la ruta hasta Bujanda, pero vista la hora que es, la tortura del ‘triki-traka’, y que la niña empieza a estar algo cansada, decidimos poner rumbo de vuelta hacia Korres. El camino de vuelta, como decíamos, emprende una ligera subida, pero no es muy perceptible, al igual que la bajada de la ida. Lo que es perceptible, y cansa, es la carga de la silla, gran error.

Pedriza y farallones rocosos en la ruta de senderismo hacia Bujanda

Pedriza y farallones rocosos en la ruta de senderismo hacia Bujanda

De todas formas, en menos de lo que canta un gallo, con tramos en los que la peque camina animada por las mariposas, y otros en brazos, llegamos de nuevo al cruce inicial, desde donde sólo queda la dura subida por pista de cemento hasta las primeras casas de Korres.

Tramo inicial de la senda Bujanda, pista de cemento en pronunciada bajada

Tramo inicial de la senda Bujanda, pista de cemento en pronunciada bajada

Callejeando entre casas típicas de la Montaña Alavesa, regresamos al lado del centro de interpretación, frente al que está el único bar-centro social de la localidad, donde puedes tomarte algo y preparan unos pintxos bastante ricos, especialmente los fritos rellenos de jamón y boletus. Dependiendo de la época y de lo liados que estén, también suelen preparar algún bocadillo o plato combinado, pero si quieres comer un menú, en plan bien, mejor regresar a Arraia-Maeztu o a algún otro pueblo de la zona.

Resumiendo, la ruta de senderismo Korres-Bujanda, conocida como Senda Bujanda, es una ruta bonita y entretenida, sin apenas desnivel ni ninguna otra dificultad, una ruta que nos recordó bastante a la que hicimos hace tiempo en la Foz de Lumbier. Si bien nosotros realizamos sólo la primera parte hasta la presa de Aranbaltza, ni la mitad de la misma, es una ruta sencilla y nada exigente, siempre yendo provisto de calzado adecuado. Una opción ideal para practicar senderismo con niños, ya que es perfectamente realizable por niños que caminan ya de forma independiente, y también para llevarlos en mochila cuando son bebés; sin embargo, no es nada recomendable realizar esta ruta con un cochecito o sillita de niño, creemos que ni con una sillita 4×4, acabarás hasta el gorro y corres el riesgo de descojonar, todavía más, ese medio de transporte infantil a veces tan necesario. Volveremos a Izki, a realizar esta u otra ruta, pero cuando la peque sea más autónoma y pueda realizar estos recorridos, parciales o completos, sin cansarse mucho ni ‘pedir aupas’ o sillita.

Información práctica:


  • Distancia:1,5 kilómetros de recorrido aproximado desde el aparcamiento del parketxe hasta la presa de Aranbaltza
  • Dificultad: Baja. Hay un par de bajadas fuertes a la ida, repechos a la vuelta, pero es un recorrido bastante llano. No apto para ir con cochecito o sillita de niño, sí con mochila para niños. Hay que tener cuidado en el sendero de bajada a la presa, y ojo los niños en la base de la misma, donde no hay protecciones.
  • Imprescindible llevar zapatillas de trekking o botas de montaña, piso irregular.
  • Web oficial del Parque Natural de Izki
  • Mapa con los puntos de interés de la excursión

SaludoX!

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4 comentarios sobre “Senderismo en familia en el Parque Natural de Izki: Qué ruta no hacer con sillita de niño”

    1. Gracias Paco por el comentario! La ruta es muy chula sí, y muy fácil, pero en nuestro caso, lo que fue una verdadera ‘currada’ fue empujar la sillita por esa pista-sendero llena de piedras, ¡qué tortura! Dewde luego, de ésta ya hemos aprendido bien la lección…saludoX!

  1. Buenos dñias. La web oficial del Parque Natural en realidad es este.

    Una ruta perfecta para hacer con niños en las inmediaciones de Izki es la ruta del Vasco Navarro. Puedes salir desde Maestu y hasta que aguanten los pies. Es perfecto para sillitas de niños.

    1. Hola Jonathan, bienvenido a nuestro txoko viajero. Muchas gracias por el apunte, no conocíamos esa web institucional. Y gracias también por la sugerencia de esa ruta alternativa. De hecho, te diremos que al día siguiente estuvimos en Antoñana y nuestra idea era recorrer parte del trazado de dicha vía verde, pero hacía un frío y un viento que pelaba, y finalmente, desistimos. Es una excursión que tenemos pendiente realizar en época de primavera-verano, ya que nos gustó mucho el Parque Natural de Izki, y la zona en general. Eskerrik asko!

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