Parece mentira que Navarra pueda tener dos foces tan importantes separadas apenas por unos pocos kilómetros. Pero así es, ya que a la afamada Foz de Lumbier esculpida por el río Irati, remontando el valle de Salazar, le sigue la no menos espectacular Foz de Arbaiun o Arbayún.
Nos atrevemos a decir que esta segunda foz es quizás menos conocida que la foz de Lumbier, quizás por recogerse en un valle que no es tan de paso como lo es la zona de Lumbier, situada a medio camino entre Pamplona y Jaca. Menos conocida no quiere decir ni menos importante, geológica ni medioambientalmente hablando, ni menos espectacular desde el punto de vista paisajístico. De hecho, tras visitar la foz de Lumbier hace unos años, en nuestras diferentes incursiones en el Pirineo Navarro, a la vuelta, siempre veíamos el letrero en la carretera y pensábamos aquello de ‘Un día tenemos que parar aquí‘. Y efectivamente, un día a la vuelta de un fin de semana rural en Otsagabia, paramos. ¿Y sabéis qué? Fue una decisión más que acertada.